Rosario matutino – Mensaje ÚNICO
.
================================
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
================================
.
Al finalizar el Rosario. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, estad conscientes que Yo siempre os acompañaré, en donde estéis, a donde vayáis, a lo que queráis hacer. Os he pedido ya, que seaMos Uno, porque de esta forma, vosotros adquiriréis una fuerza muy grande para luchar contra todas las fuerzas de satanás. Os he tratado de explicar, tantas veces, lo que es su poderío, lo que es su maldad y cómo fácilmente os lleva al error y eso, todos vosotros lo habéis vivido a lo largo de vuestra existencia.
Satanás, en sus mentiras, lleva una sutileza tal, que vosotros mismos, muchas veces, no lográis detectar su maldad, en esa sutileza que utiliza para llevaros al pecado, al error, a desviaros de la Verdad; y, por eso, vosotros deberéis siempre estar unidos a Mí, vuestro Dios, para que Mi Santo Espíritu, al que debéis invocar constantemente, os vaya previniendo de los ataques de satanás.
Muchos de vosotros estáis muy confiados en que podréis luchar contra las fuerzas del mal, y eso debéis desecharlo de vuestra mente, porque satanás es demasiado inteligente, en comparación vuestra, y fácilmente os lleva al error y al pecado.
La soberbia no debe habitar en vosotros, la Humildad es la debe habitar en vosotros y al decir Humildad, en ese momento Me estáis llamando a Mí, vuestro Dios. Satanás es soberbio, Yo Soy Humilde. Si actuáis en Humildad, fácilmente, puedo Yo unirMe a vuestro ser, a vuestros pensamientos, a vuestra forma de ser, porque si vosotros habéis escogido el camino de la Humildad, desde ese momento, Me abrís las puertas a Mí, vuestro Dios, de actuar en vosotros, porque si hay alguien Humilde y Sencillo, Soy Yo, vuestro Dios. Y al vivir así en la Humildad, Yo os puedo llevar por caminos seguros y os puedo evitar de muchísimos males a donde os puede llevar fácilmente, satanás. Pero si vosotros escogéis el camino de la soberbia, Yo no puedo estar junto a vosotros. Estos son tiempos de gran confusión, y lo sabéis, y sobre todo, la confusión a donde os está llevando satanás, es a donde el ser humano se deja llevar fácilmente por sus conveniencias. El ser humano fácilmente se desvía de la Verdad y escoge las conveniencias para su estado de vida y esas conveniencias, generalmente conllevan mucha falsedad.
Os estoy llevando, Mis pequeños, a que viváis una vida de mucho cuidado espiritual. Ya no podéis ser como fuisteis hace tiempo: desobligados, espiritualmente hablando, que permitíais, fácilmente, el pecado, en alguna forma y no le dabais la importancia que conllevan los pecados que cometéis.
Ahora, os hablo, también, de una forma sutil, en donde podéis ser engañados en esas sutilezas, pero os estoy previniendo, porque también esas sutilezas de pecado, a las que vosotros no les dabais la importancia que tienen, no las tomabais en cuenta y esas pequeñas sutilezas pecaminosas, también os separan de Mí. Por eso es tán difícil, que un alma que termina su misión en la Tierra, pueda pasar directamente al Reino de los Cielos, porque vosotros no os cuidáis de esos pecados sutiles, que creéis que no están provocando ningún mal, pero muchas veces, vosotros dais mal ejemplo con esos pecados sutiles, ya que son pecados y en el Reino de los Cielos no entran almas sucias, aunque sean pecados sutiles, a los que llamáis veniales.
Un alma, para entrar al Reino de los Cielos, debe estar perfectamente limpia, por eso son almas santas, a las que vosotros podéis invocar, para que os ayuden espiritualmente en vuestra misión aquí en la Tierra.
Debéis cuidar también vuestra túnica, para que se mantenga limpia, pura y podáis entrar, fácilmente al Reino de los Cielos.
Os hablo en una forma figurativa, y os pongo de ejemplo a las almas vistiendo con una túnica, ya que alguna vez, cuando erais pequeños, os platicaban de ello, que vuestra túnica debiera permanecer siempre limpia, porque si no, no entraríais fácilmente al Reino de los Cielos, y tendríais que pasar un tiempo en el Purgatorio, para que vuestra túnica quedara perfectamente limpia y así podríais entrar ya en el Reino de los Cielos. Ciertamente, son explicaciones infantiles, pero son reales.
Ciertamente, entrar al Reino de los Cielos, es un regalo inmenso, es algo que no podéis ahora medir, es más, no hay cabida en vuestra mente, para que podáis vosotros imaginar el regalo que Yo os doy de entrar al Reino de los Cielos, y si Yo os voy a dar ese regalo tan grande, también Mis exigencias son grandes, y por eso os pido la Pureza, y la Pureza en una forma inmensa. Por eso la Santidad también es difícil si no estáis Conmigo, vuestro Dios.
PedidMe que cuide de vuestros pensamientos, palabras, obras, intenciones y muchas otras cosas que os pueden llevar a que vuestra túnica no esté perfectamente limpia cuando os presentéis ante Mí, al final de vuestra existencia.
Cuidaos, Mis pequeños, cuidaos de satanás y sus secuaces y de todo aquello que os pueda desviar y llevaros por un camino pecaminoso, que aunque no sean pecados graves, aún los pequeños, os separan de Mí.
Gracias, Mis pequeños.