Mayo 07_2021 Vengo, Mis pequeños, ante vosotros, mexicanos, a protegeros contra las garras de satanás.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO

.

=====================================

Mensaje de la Santísima Virgen de Guadalupe a J. V.

=====================================

.

Al finalizar el Rosario. Habla la Santísima Virgen de Guadalupe.

(Lenguas…)

Hijitos Míos, Soy vuestra Madre Santísima de Guadalupe.

Vengo, Mis pequeños, ante vosotros, mexicanos, a protegeros contra las garras de satanás. Os está atacando muy fuertemente, porque conoce las bendiciones que tiene este pueblo.

Mucho os olvidasteis de la oración. Mucho os olvidasteis de lo que Mi Hijo ha hecho por vosotros. Mucho os olvidasteis de todos los regalos que os ha dado vuestro Padre, Mi Señor y Mi Dios. Descuidasteis el camino de la Fe. Descuidasteis la vida en la Gracia, la vida en la Verdad, la vida en el Amor. Os confiasteis de las Bondades de Mi Señor y Mi Dios y no cuidasteis lo que Él, con todo Cariño y Amor, os regaló.

Este es un pueblo que ha recibido muchas bondades de Mi Señor y Mi Dios y no ha habido suficiente agradecimiento hacia vuestro Padre por lo que os ha dado y  por todos Sus Cuidados, de esta forma, al descuidar lo que se os dio, satanás se fue metiendo, cada vez más fuerte, al grado de aplastaros, Mis pequeños.

Bendiciones habéis tenido en múltiples formas, pero no las supisteis apreciar. Sois como ese pueblo con el que habitó Mi Hijo Jesucristo, que teniendo tantas bondades, regalos Celestiales, al final, gritaron “crucifícaLe”, no supieron apreciar que Mi Hijo, su Dios, el Mesías, bajara a convivir con los hombres, desperdiciaron Su Presencia entre ellos y es lo que pasó con éste pueblo, también, os acostumbrasteis a ser tan bendecidos y pagasteis a vuestro Dios y a Mí, vuestra Madre, con el desprecio, con el olvido, con el desamor.

Pero, porque se os ama tanto, Mis pequeños, se os ha dado otra oportunidad, ya que regresasteis a lo que habíais perdido, que fue la oración y el regreso al amor entre vosotros, y debido a eso, satanás será erradicado de vuestra Patria. Pero todavía tenéis que poner de vuestra parte, Mis pequeños, todavía os tratará de destruir lo más que pueda y por eso, deberéis estar pendientes de sus actos.

Vendrá un caos público, pero no durará mucho, no os desesperéis, deberéis incrementar vuestra oración para quitarle ése poder, que satanás le ha dado a su representante entre vosotros. Recordad, que satanás  no puede contra Mí, sois Mis hijos y os llamo en estos momentos de tribulación, para que os unáis, Mis pequeños, como una gran familia.

La oración, es muchísimo más poderosa que cualquier acción de satanás contra vosotros.

Orad, ayunad, haced sacrificios, vivid en el Amor de Mi Hijo que os enseñó con Su Propia Vida, con Su estancia entre vosotros.

Tendréis esa prueba y después, vuestra liberación, así que actuad contentos, Mis pequeños; mientras os mantengáis unidos en Mi Señor y Mi Dios, nada podrá hacer satanás contra vosotros, contra vuestra Patria, contra el mundo entero.

Se os ha dicho tanto que la unión en la oración hace Milagros y vosotros no estáis exentos de lograrlo, pero tiene que haber una verdadera unión de corazón, con ese deseo grande de vivir como os enseñó a vivir Mi Hijo Jesucristo, vivir como hermanos y siempre defendiendo vuestra Fe y vuestro amor a la Santísima Trinidad, que es un solo Dios.

Estoy con vosotros, Mis pequeños, estoy con vosotros, y no Me apartaré de vosotros en ningún momento, la lucha será fuerte, la estáis viviendo ya, pero satanás también es temeroso, teme Mi Presencia, que os está protegiendo. Tratará de atacar fuertemente, pero Mi Presencia lo doblegará.

Pero no os deis por vencidos, Mis pequeños, cuando se vaya doblegando, aumentad la oración, hasta que quede totalmente rendido en el piso, donde Yo le aplastaré la cabeza al mismísimo satanás. No dejéis que se levante, y os ataque nuevamente, manteneos en oración y veréis el gran cambio que éste, Mi pueblo escogido, tendrá en lo futuro.

Os amo, Mis pequeños y os bendigo en el Nombre de Nuestro Padre, de Mi Hijo y de Mi Esposo, El Santo Espíritu de Amor.

Gracias, Mis pequeños.