Dic 18_2020 El sacrificio, como os he explicado, puede ser cruento o incruento, Yo tuve ambos. Desde que fui concebido en el Vientre de Mi Madre María empezó Mi Sufrimiento, pero fue con un Amor inmenso por vosotros.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO

.

===============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

===============================

.

Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, ciertamente Mi Donación fue dolorosa, ciertamente sufrí no solamente en cuerpo sino en espíritu, pero cuando todo se hace por Amor a los demás, ese dolor se vuelve gozo, Mis pequeños.

Cuántos hay que, ciertamente, son llamados al sufrimiento, a la donación, para defender Mi Santo Nombre, y algunos fallan, pero muchos toman ese sufrimiento también con amor, porque Yo estoy en ellos, y así os lo he dicho, que si sois llamados al sufrimiento, a vuestra donación hacia Mí, Yo voy a tomar el dolor para que no sufráis, pero quiero que vuestros hermanos vean vuestra donación y deis ejemplo de amor hacia Mí.

El sacrificio, como os he explicado, puede ser cruento o incruento, Yo tuve ambos. Desde que fui concebido en el Vientre de Mi Madre María empezó Mi Sufrimiento, pero fue con un Amor inmenso por vosotros. Todo el Poderío Divino que tengo lo hice pequeño para entrar en el Vientre de Mi Madre y, con humildad, acepté ese desarrollo humano que vosotros lleváis de nueve meses en el vientre materno.

Vosotros no podéis entender ahora lo que es esa donación, ese acto tan fuerte de humildad de haber detenido todo ese Poderío Divino y entrar en el Vientre de Mi Madre y hacerMe como vosotros. Todo eso es Amor, Mis pequeños, todo el desarrollo de Mi Vida sobre la Tierra estuvo marcado con el Amor. Mi Donación fue total, lo que no muchos de vosotros hacéis; a veces os detenéis ante el necesitado y no os dais en totalidad hacia ellos, ciertamente dais y os lo agradezco, porque en esa forma estáis mostrando un corazón parecido al Mío, pero cuando os dais en totalidad, cuando veis primero al hermano antes que a vosotros mismos, vuestro acto de amor vale mucho más y será grandemente recompensado en el Reino de los Cielos.

También os he dicho que, deis poco o deis mucho, vuestra recompensa se dará, porque todo acto de amor, pequeño o grande, solamente puede salir de Mi Corazón Divino que vosotros le habéis hecho vivir en vuestro corazón.

A lo que voy, Mis pequeños, y os lo he pedido tantas veces, es que os vayáis asemejando a Mí, vuestro Dios, por eso Me hice Hombre, para que Me conocierais. Ciertamente, como Dios, se pudo haber dado la Redención desde los Cielos sin que Yo tuviera que haber bajado a la Tierra a estar entre vosotros, pero ¿de dónde tomaríais vosotros el ejemplo a seguir si no Me hubierais conocido? Por eso los grandes santos, y aun los pequeños, la gente buena, van tomando algo de Mi ejemplo sobre la Tierra, lo toman para sí mismos y lo dan a sus hermanos, por eso era necesario que Yo conviviera entre vosotros para que vierais lo que todo un Dios, con gran humildad y Amor hacia vosotros, puede hacer por la salvación de todos vosotros.

No despreciéis nunca, Mis pequeños, una oportunidad para dar ejemplo a vuestros hermanos, y hacedlo siempre con humildad, con sencillez, y, como dicen las Escrituras, prácticamente a escondidas, que no sepa vuestra mano izquierda lo que hace la derecha; en el Cielo se sabe y se reconoce ese acto de amor, y será recompensado grandemente.

Son tiempos en que dejaréis amor entre los hombres, en que seréis esos Cristos para ayudar a hermanos vuestros a regresar a Mí. En cada momento de Mi existencia, Yo iba dejando ejemplo para que los que Me veían lo siguieran. Ahora no os dais cuenta de cuántos se convierten con el ejemplo y vosotros mismos, en algún momento, habéis dejado ejemplo de amor; entre vuestros hermanos habéis dejado una palabra venida de Mí que les cambió la vida a uno o a varios de vuestros semejantes, y de eso vosotros no os dais cuenta en la gran mayoría de los casos, pero en el Cielo se toma nota de cada uno de vuestros actos, buenos y malos.

Os pido, pues, que vuestros ejemplos cada vez sean mayores, que vayan llenos de Perfección Divina y de amor para que podáis mover a muchos hermanos vuestros a la conversión, a la salvación eterna, al verMe a Mí en vuestros actos, en vuestras palabras, en vuestros hechos.

Mi Amor queda con vosotros, Mis pequeños. Gracias por seguirMe, gracias por interceder por vuestros hermanos, Yo os iré cuidando para que sigáis salvando muchas almas que tanto necesitan de Mi ejemplo a través de vosotros.

Gracias, Mis pequeños.