Oct 14_2020 Si estáis preocupados solamente en lo que os vaya a suceder, a vosotros, a vuestros bienes, a vuestra familia, no estáis preparados todavía para seguirMe.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO.

=========================================

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

=========================================

Segundo Misterio. Hablan Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo.

(Lenguas…)

Hijitos Míos, si vosotros sois de aquellos que estáis preocupados y temerosos por los acontecimientos que han de darse, no estáis todavía crecidos en Fe y en Amor, y, sobre todo, no habéis aceptado en vuestra vida Mi Voluntad.

Mis pequeños, los acontecimientos que se vayan a dar, lo más que os puede suceder es que perdáis vuestra vida humana y ésa, tarde o temprano, la tenéis que perder, lo que os debiera preocupar grandemente es cómo está vuestra vida espiritual.

Yo os di esa vida para que vinierais a trabajar para Mí y para que dejarais Fe, Amor, Esperanza; que dejarais Mis Palabras, Mi Ejemplo entre vuestros hermanos, porque fuisteis llamados a estos tiempos de cambio para ayudar a vuestros hermanos en su salvación, pero si estáis preocupados solamente en lo que os vaya a suceder, a vosotros, a vuestros bienes, a vuestra familia, no estáis preparados todavía para seguirMe. Como escrito está en las Sagradas Escrituras: “Aquel que ve hacia atrás…”, es decir, aquel que ve el pasado, aquel que no ve la realidad en la que está viviendo o prefiere el bien de los demás antes que Mi propio Bien Divino, no está preparado todavía para seguirMe, Mis pequeños.

Vosotros habéis sido llamados para dejar Mi Presencia entre los hombres y, sobre todo, en estos tiempos de gran cambio espiritual en donde se está dando la apostasía que Mi Hija, la Siempre Virgen María, os anunció en Fátima. Una apostasía generalizada, una apostasía dentro de la Iglesia, una apostasía entre los mismos fieles. Estáis buscando solamente vuestro bien material, estáis buscando manteneros en esa vida de mundo, en esa vida de pecado, en esa vida en la que creéis que no le debéis dar cuentas a nadie pero que realmente, al final de vuestra existencia, Me tendréis que dar cuentas a Mí, vuestro Dios.

Ciertamente, se vendrán grandes cambios, pero ¿no acaso Yo os he explicado que debéis confiar plenamente en Mí, vuestro Dios, y que os cuidaré de todo lo que pueda suceder a vuestro alrededor?

Yo Soy el Alfa y el Omega, Yo doy y quito, todo es Mío. Vosotros tenéis vida por Mí, vuestro Dios, y esa vida se os ha dado para servirMe, ayudando a vuestros hermanos y, sobre todo, alabando Mi Santo Nombre entre los hombres. ¿De qué otra forma podéis vosotros transmitir Mi Presencia entre los hombres si no así, alabándoMe en todo momento, agradeciéndoMe en todo momento, viviendo Mis Enseñanzas, viviendo los Mandamientos, todo lo que se os ha dado para vuestro bien y para el bien de todo lo creado?

Os falta mucho por aprender, Mis pequeños, porque no habéis querido aprender, a pesar de que todo lo tenéis en las Sagradas Escrituras para que podáis alcanzar la santidad, que es la perfección a la que estáis llamados. Mucho mal habéis dejado en vuestro pasado y de ese os debéis arrepentir, Mis pequeños.

Dejad todo eso que os ha cargado de un peso excesivo que no os permite volar hacia Mí. Pedid perdón por vuestras faltas, por lo que habéis hecho con vuestros hermanos, el mal ejemplo que habéis dejado, que mucho Me ofendió a Mí, vuestro Dios. Mi Hijo os pidió: “Amaos los unos a los otros” y, ¿qué habéis hecho con esa Orden Divina? Os habéis dejado embaucar por las mentiras de satanás, y en lugar de amor hay odio, maldad entre vosotros, separación, ya no hay ayuda, ya no tratáis de buscar vuestra mejora espiritual, y menos lo que podríais hacer con vuestros hermanos al verlos necesitados de un crecimiento espiritual.

Recordad que todo lo que Yo os he dado es para que vosotros lo transmitierais a vuestros hermanos, porque de eso os voy a tomar cuentas. Os di mucho y ¿cuánto habéis dado a vuestros hermanos? Los Dones, las Virtudes, las Bendiciones, todo eso que os he dado ha sido para vuestra santificación, ¿a cuántos hermanos vuestros los habéis ayudado a salir del mal en el que estaban? Ciertamente, cuando lo habéis hecho, Me habéis dado un gran regalo ya que generalmente, cuando veis a un hermano vuestro caído en el mal, en el vicio, os apartáis de ellos, los veis peores que perros rabiosos, no queréis estar junto a ellos, y ahí es donde se manifiesta más el amor que debéis dar a vuestros hermanos.

Mi Hijo buscaba a todos aquellos que necesitaban de curación y de salvación, nunca rechazó a algún leproso, que eran rechazados por la ley judía, nunca despreció a un pecador que se acercaba a Él para pedir perdón; siempre hubo en Él Palabras Sabias, Santas, Palabras de Curación, Palabras de Vida, Palabras de Aliento, en donde les pedía olvidar el pasado y empezar una nueva vida, como sucedió con María Magdalena quien dejó su pasado y se santificó.

Vosotros estáis llamados a eso también, Mis pequeños, a ayudar a vuestros hermanos a crecer, a olvidar su pasado; estáis obligados a acercarlos nuevamente a Mi Amor, a Mi Perdón, a Mi Misericordia. Todos vosotros sois hermanos y si no hay en vosotros ese amor por vuestros hermanos necesitados, no estáis todavía preparados para llegar al Reino de los Cielos.

Humildad, siempre os he pedido, pequeñez y un amor intenso por el bien de vuestros hermanos. Mientras más os deis por vuestros hermanos, más Bendiciones llegarán a vosotros.

Soy un Padre Providente, todo bien viene de Mí y estáis llamados a ser otros Cristos. Éste es vuestro tiempo, Mis pequeños, es vuestro tiempo de amar a vuestros hermanos y de ser amados fuertemente por Mí, vuestro Dios, si cumplís con vuestra misión.

Os amo, Mis pequeños, seguid adelante, pedidMe lo que necesitéis para servir a vuestros hermanos y, sobre todo, para servirMe a Mí, vuestro Dios.

Gracias, Mis pequeños.