Rosario matutino – Mensajes.
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.
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Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Tened cuidado con aquellos que tratan de opacar Mi Divinidad, Yo estoy con vosotros y el mal siempre va a estar tratando de destruir Mi obra, entre vosotros, para vuestra salvación.
Hijitos Míos, el pueblo en aquel tiempo Me seguía, pero porque les interesaba que Yo los sanara y les diera de comer. Perfectamente sabían y conocían Mis Milagros, y por eso Me seguían para que los curara de todos sus males y poder comer hasta saciarse; reconocían que Yo estaba produciendo Milagros para el pueblo, cosa que en este tiempo satanás está tratando de opacar.
La multiplicación de los panes fue una Acción Divina y no un acto humano, Mi Acción Divina consistiendo en multiplicar lo que el hombre no puede hacer: Darle de comer a miles de personas y partiendo solamente de pocos panes y pocos pescados. Satanás quiere opacar esta Acción Divina del milagro.
Ese fue tiempo de grandes Milagros en aquel pueblo al que Yo bajé para servirle y que luego Me traicionó. Estos son tiempos en que satanás quiere opacar Mi Divinidad entre los hombres, haciendo pasar todos estos Actos Divinos como un acto humano, actos buenos, compartir con amor lo que se tiene, pero no es así, Mis pequeños, esos son engaños de satanás queriendo hacer que Mi Figura Divina quede como la de un simple hombre y no es así, Mis pequeños.
Soy vuestro Dios, Soy el Redentor, Soy el Mesías, debéis respetar Mi Presencia entre vosotros, Mi Presencia Divina, Mi Presencia Santa, Mi Presencia Omnipotente. Tened cuidado pues, Mis pequeños, con aquellos que tratan de opacar Mi Divinidad, Yo estoy con vosotros y el mal siempre va a estar tratando de destruir Mi obra, entre vosotros, para vuestra salvación.
Ciertamente, Me seguían aquellos para recibir su sanación de cuerpo, e insisto ¡de cuerpo!, pero no había un cambio sustancial en el alma; querían su sanación de cuerpo para seguir pecando, querían el alimento para estar fuertes para seguir pecando, no entendieron Mi Presencia entre ellos, y aún ahora no la acaban de entender. Yo vine para que cambiarais de mentalidad hacia lo espiritual, y no para reformar vuestro cuerpo, darle vida a vuestro cuerpo, para sanaros para que vosotros sigáis haciendo vuestra vida humana, pecadora.
Mi Presencia en este mundo ha sido para que vosotros vivierais una vida de Cielo aquí en la Tierra, vida espiritual, vida grande en el amor, vida grande en pureza y santidad, pero no la quisieron tomar, querían nada más alimento de cuerpo, sanación de sus cuerpos, pero aquellos nunca quisieron aceptar que vivían en pecado y que necesitaban cambiar de vida. Esa fue la razón de que, días después de que hiciera todos estos actos grandiosos, milagros patentes que ellos reconocieron así, Me traicionaran y pidieran Mi muerte. No había un cambio del alma, si realmente hubieran hecho un cambio sustancial en su interior, no hubieran pedido por Mi Muerte en la Cruz; simplemente vieron que se acababa esa posibilidad de curación de cuerpo y alimento para cuerpo, y Me traicionaron.
¡Que no sea así con vosotros, Mis pequeños! Que no sea así… Que en vosotros haya realmente un cambio en vuestra alma, porque vuestra vida, vuestra vida espiritual es eterna, la vida temporal de vuestro cuerpo pronto se terminará.
Cambiad pues, Mis pequeños, hacia esa vida espiritual a la que estáis llamados, dejad estela de amor entre vosotros, dejad vida espiritual entre los vuestros. No minimicéis vuestra vida solamente en un momento de vida corporal aquí en la Tierra que se terminará, lo espiritual perdura, lo material se hace polvo y se lo lleva el viento.
Gracias, Mis pequeños.
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Tercer Misterio. Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: Estáis cometiendo grandes errores al separaros de esa relación Divina, primeramente con vuestro Dios, la relación conMigo, vuestra Madre, de la relación entre vosotros como hermanos. No estáis cumpliendo con lo que os vino a traer Mi Hijo, estáis viviendo en un error.
Visión: La veo a Ella con un manto blanco, como si fuera Su Advocación de la Medalla Milagrosa. Se agacha hacia nosotros para hablarnos…
Hijitos Míos, estoy aquí con vosotros, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María, que cuida de vosotros en todo momento. Me presento ante el mundo porque estoy cuidándoos, os estoy protegiendo de satanás, de sus obras, de sus maldades.
Satanás os quiere quitar lo más bello que debéis llevar en vuestro corazón, que es el amor. Mi Hijo os trajo toda una Evangelización de Amor y es un tesoro muy grande que tenéis, Mis pequeños; satanás está atacando la Obra de Mi Hijo en vosotros, alrededor de vosotros. Os está separando, no está queriendo que vosotros actuéis como verdaderos hermanos.
La Santísima Trinidad es unión, tres Dioses en uno solo, vosotros también estáis llamados a la unión con Nosotros, con el Cielo. Satanás todo lo separa, no quiere que viváis vosotros esa unión fraterna, esa unión paterna, que es la unión más grande de padres a hijos, por eso voy alrededor del mundo, Mis pequeños, os voy uniendo y más en estos tiempos en que estáis viendo claramente cómo satanás os quiere separar; ha producido tanto miedo a vuestro alrededor que vosotros ya no os tratáis con amor, a veces ni con respeto y menos en esa unión fraterna que es lo que quiere el Cielo para la Tierra. Sabe perfectamente satanás que la unión de vosotros en oración, en amor, produce una fuerza tremenda contra su maldad y por eso os separa, no deja que os unáis para que no podáis vencerlo a través de la oración, sobre todo a través del amor.
Meditad esto, Mis pequeños, porque cada vez más el amor se va disminuyendo entre vosotros por esas mentiras, por esos errores, por esa maldad que satanás ha diseminado por todos lados, y especialmente por vuestra duda. Vosotros mismos dudáis, habéis perdido la Fe, ya no estáis conscientes o no queréis estar conscientes del Poder Divino, que si en un momento dado vosotros perdierais la vida sirviendo a Mi Señor y Mi Dios, Él podría devolveros la vida si así Él lo quisiera, y si no fuera así, Mis pequeños, tenéis ya la vida eterna tan anunciada, tan prometida para todos vosotros.
Estáis perdiendo momentos grandísimos para salvar almas, estáis pensando nada más en vosotros mismos, en vuestra salvación carnal, física, y no estáis preparando tampoco vosotros vuestra salud espiritual, la habéis hecho a un lado, ya ni siquiera en un segundo o tercer plano, ya no pensáis en ella, solamente pensáis en vuestra salud, en vuestros bienes personales, en lo que habéis perdido, en lo económico, en estos momentos de esta tribulación satánica que se está dando alrededor del mundo.
Mis pequeños, tenéis que ser más conscientes de la realidad espiritual que os rodea, de la realidad espiritual que debéis seguir, de la realidad espiritual que debéis vivir y que os trajo Mi Hijo. Estáis cometiendo grandes errores al separaros de esa relación Divina, primeramente con vuestro Dios, la relación conMigo, vuestra Madre, de la relación entre vosotros como hermanos. No estáis cumpliendo con lo que os vino a traer Mi Hijo, estáis viviendo en un error.
Tratad pues, Mis pequeños, de uniros, de uniros espiritualmente, no dejéis que satanás os lleve al error; manteneos unidos en paz, en armonía, en Fe con vuestro Dios. Vivid una vida de Gracia, vivid una vida Sacramental, vivid el Verdadero Amor que viene del Cielo, que os trajo Mi Hijo, y que vosotros debéis tomar y acrecentar en vuestra vida.
Os amo, Mis pequeños, y recibid la Bendición de Mi Hijo, vuestro Dios y Salvador.
Gracias, Mis pequeños.