Mayo 21_2020 Nunca os apartéis de la oración en familia, Mis pequeños, tratad de unir siempre en vuestra oración a todos los integrantes de la familia, y obtendréis grandes bendiciones y se darán muchos frutos.

Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de San José a J. V.

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Primer Misterio. Habla San José.

(Lenguas…) Hijitos Míos, soy el Señor San José, estoy aquí con Mi Esposa María y Nuestro Hijito Jesús. Me presento así, como la Sagrada Familia, porque sois familia y queremos que mantengáis la familia entre vosotros.

La familia es una unión divina y es tan importante que así quiso, Nuestro Dios y Señor, que se formara, para que tuvierais vosotros esa mentalidad de unión, como Ellos la tienen en la Santísima Trinidad. La familia es la unión por excelencia entre los hombres. Primeramente, ésta empieza con la bendición de nuestro Dios y Señor en donde nos unimos dos, hombre y mujer, en amor, y luego, muy importante, en el Amor de Nuestro Dios.

El enamoramiento de hombre y mujer no es solamente para un gozo exterior, es para una unión íntima con nuestro Dios, que derivará en la procreación, así lo quiso Nuestro Dios, y cuando se hace según las reglas de Nuestro Dios, de hacer siempre todo en el Amor, tendréis siempre Su resguardo, Su guía, una protección total. Cuando realmente confiáis en que vuestro hogar, en que vuestra unión, en que vuestra familia que inicia será bendecida por Él y que vosotros seguiréis Sus Leyes y lo que Él busca en vosotros, que es ponerlo a Él como Primera Persona en esta unión sacramental, va a producir muchos frutos, y no solamente frutos de procreación sino que esa procreación, los hijos, llevarán en su corazón la figura y las Enseñanzas de Nuestro Dios desde siempre, desde que los pequeños puedan ir entendiendo con el ejemplo, principalmente, y luego con la palabra y con el amor que  los padres muestren ante nuestro Dios y Señor.

La unión matrimonial es en donde se da mucho fruto, tanto de procreación como de vida sacramental, y es muy atacada por satanás, él quiere destruir la familia, él os quiere destruir por las verdades que se os han dado del Antiguo Testamento, del Nuevo Testamento, y de las enseñanzas que se derivan de esa vida sacramental.

Ciertamente hay problemas en las familias, porque satanás siempre estará atacando lo que es el amor, pero cuando se vive una vida de oración, una vida de ejemplo, los problemas son menores y se resuelven fácilmente, no así cuando no se lleva una vida sacramental, de oración y de ejemplo, del ejemplo que os dio Mi Hijo, Jesús.

La familia, como os dije, es el centro de la sociedad, el culmen del amor entre vosotros, por eso también os ataca satanás, tratando de desviar lo que es la perfección de la unión matrimonial, y es la perfección porque estáis guiados por la Santísima Trinidad, estáis bendecidos por Ellos, y satanás no soporta eso entre vosotros, sobre todo cuando estáis luchando contra toda la maldad que está a vuestro alrededor.

La vida de familia debe ser un ejemplo en la sociedad para unir, para alabar a nuestro Dios y Señor, para gozar de Sus bendiciones y, sobre todo, como centro de oración para luchar contra la maldad, porque la fuerza de la oración en unión familiar es poderosísima, que es algo a lo que vosotros no habéis llegado ni habéis aprovechado. Son tan pocas ya las familias que se unen en oración y con un fin común, ya sea para la ayuda de vuestra propia familia o para la ayuda de todo lo que sucede a vuestro alrededor. Vuestra intercesión como familia es muy poderosa. Recibís las bendiciones de nuestro Dios, de Mi Esposa, la Siempre Virgen María, y la Mía también. Os vamos cuidando, os vamos guiando, os vamos llevando por buen camino. Nosotros mismos tuvimos problemas, pero no entre Nosotros, sino los problemas que comúnmente se pueden dar en una familia, problemas económicos, problemas sociales, pero nunca, nunca Nos separamos de Nuestro Dios, y todo se resolvía.

Aun los mismos problemas unen, y los debéis utilizar así, al ofrecerlos a nuestro Dios, porque siempre la oración va a unir, en las buenas y en las malas; en las buenas cuando agradecéis a nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, por las bendiciones que se reciben a diario, y en las malas también ofreciendo los dolores, las preocupaciones, las situaciones adversas con las que satanás ataca continuamente a las familias ofrecidas aquí, a Mi Hijito Jesús, que Él se dio por todos vosotros.

Nunca os apartéis de la oración en familia, Mis pequeños, tratad de unir siempre en vuestra oración a todos los integrantes de la familia, y obtendréis grandes bendiciones y se darán muchos frutos. Aunque satanás se ha encargado de ir apartando a los miembros de las familias, si vosotros os preocupáis en reunir a todos los miembros, Nuestro Dios y Señor actuará en vosotros, en lo personal y en vuestras familias.

Manteneos firmes ante las adversidades, porque la paz que os da la oración familiar no se apartará de vosotros y permitirá que actuéis con sabiduría, y así todos vuestros actos en familia serán positivos y os llevarán a un bien común. Estáis viendo cómo satanás ha ido atacando a las familias y son pocas, como os dije, son pocas las que viven la oración familiar.

Manteneos pues, Mis pequeños, en familia y acudid siempre a Nosotros, a Nuestra Sagrada Familia, para que os libremos de los ataques de satanás, para que os ayudemos a que os mantengáis siempre unidos y para que intercedamos ante cualquier tipo de preocupación que tengáis en vosotros mismos o en alguno o algunos de los miembros de vuestra familia, y nunca, nunca dejéis de agradecer a Nuestro Dios y Señor por vuestra familia, por los frutos que habéis obtenido de esta unión familiar y de las bendiciones que continuamente caen sobre vuestra familia, sobre cada uno de los miembros, y sobre vuestro hogar constituido sacramentalmente.

Os bendigo en el Nombre de Mi Sagrada Familia, de Mi Hijo Jesús, de Mi Esposa María, y de Mí, de José, vuestro servidor.

Gracias, Mis pequeños.