Mayo 09_2020 Mi crucifixión es un libro abierto de enseñanzas de amor, de virtudes, y de una vida que también debéis llevar vosotros.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J.V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

 (Lenguas…)

Visión: Veo el Corazón de Jesús y arriba lo veo a Él crucificado.

Este Corazón que estáis viendo, Mi pequeño, este Amor que se ha dado por vosotros, Me llevó al sacrificio de la Cruz. Muchos vieron en este sacrificio la derrota de Mis enseñanzas, de Mi Vida apostólica, el fin de todo lo que Yo os había enseñado, pero los que están verdaderamente conMigo, ven el triunfo, porque después de Mi crucifixión, llegó Mi Resurrección, la Resurrección de vuestro Dios que se dio por todos vosotros, por vuestra salvación, por la unión de todos vosotros en Mi Santísima Trinidad.

Aquellos que se quedan solamente en la crucifixión, no avanzan, se quedan en lo humano, se quedan en una derrota, porque así lo quisieron hacer ver aquellos judíos fariseos que Me llevaron hasta esa situación en la cual, como era castigo para los pecadores, para los maleantes, asesinos, con eso quisieron destruir toda Mi labor de Amor, pero en Mi predicación ya les había Yo predicho y profetizado desde el Antiguo Testamento, que a los tres días resucitaría, y ahí es donde estáis vosotros, confiando vuestra fe en Mi Resurrección, algo que nunca antes se había dado, ni se dará, porque Yo Soy vuestro Dios, Yo Soy el Alfa y el Omega, Yo Soy la Vida, y por eso la muerte no Me pudo retener.

Aquellos que Me ven resucitado, tienen una fe firme y segura de que vosotros también resucitaréis, si es que estáis conMigo y confiáis en Mis Palabras y en todo lo que Yo os prediqué. Ciertamente la crucifixión también lleva un gran valor, que es el Amor, el Amor de haberMe dado por vosotros, el Amor que Yo iba repartiendo a lo largo de Mi Pasión. Iba Yo pidiendo por todos aquellos que Me injuriaban, Me blasfemaban, Me escupían, Me apedreaban. Ciertamente ellos no se daban cuenta de tanto Amor que iba Yo repartiendo entre ellos y para ellos; veían un fracaso externamente, pero internamente Yo les iba transmitiendo Vida con Mi sacrificio, con Mi donación, con Mi intercesión ante el Padre, por el bien de sus almas, para ellos y para sus descendientes.

Nunca hubo fracaso en Mí, puesto que Soy vuestro Dios, y todo en Mí es perfecto, es Santo, y nadie puede realizar las obras que Yo realicé por vuestro bien. Toda Mi Vida, Mi donación, Mi Resurrección, es un misterio de Amor, y por eso vosotros debéis entrar a vuestro corazón para que Mi Santo Espíritu os lleve al conocimiento de Mi donación, por eso os digo que orar ante la Cruz es orar para recibir Sabiduría. Mi crucifixión es un libro abierto de enseñanzas de amor, de virtudes, y de una vida que también debéis llevar vosotros.

Mis pequeños, estos son momentos de gran tribulación para vosotros, son momentos en que os debéis preparar como Yo Me preparé para estos momentos, no de muerte, sino de vida. Me quisieron ver muerto aquellos que Me llevaron a la crucifixión, pero luego se dieron cuenta de la realidad, que al que crucificaron era la verdadera Vida, era su Mesías, era su Salvador. Son tiempos en que os debéis unir más a Mí, vuestro Dios, vuestro Salvador, vuestro Guía, vuestro Maestro. Acercaos a la Cruz y dejad que Mi Santo Espíritu os enseñe a vivir una vida de amor, que os enseñe a saber aceptar la voluntad de Mi Padre en vosotros, que os enseñe a ver alegría aun a pesar de que alrededor haya tristeza y dolor. En Mí no hay muerte, en Mí hay Vida, y si hubiera muerte, Yo os puedo resucitar y volveros a la vida.

Ahora la humanidad está viviendo un tormento fuerte, pero es para que volváis a la Vida, es para que meditéis vuestra vida pasada, vuestra vida de pecado, vuestra vida de error. Mantened vuestra alma limpia para que Mis Bendiciones fluyan hacia vosotros, ciertamente ahora no tenéis gran apoyo de Mi misma Iglesia para recibir los Sacramentos que necesitáis para que vuestra alma esté limpia, pero recordad que aquel que busca, encuentra, y aquel que toca, se le abre. También debéis poner de vuestra parte, que Yo vea que hay en vosotros ese deseo grande de manteneros buscando el estado de gracia, buscando la virtud, buscando el vivir en el amor.

Si se os dijera que caminarais 50 km, 100km, y al final encontraríais un cofre lleno de monedas de oro, lo haríais por el interés de enriqueceros. Eso no vale nada para el bien de vuestra alma, pero Yo lo que os doy es Vida a través del Sacramento de la Penitencia, el perdón de vuestros pecados vale más que ese cofre lleno de oro. Buscad el recibir el perdón de vuestros pecados, porque no sabéis ni el día ni la hora. No os estáis preparando para luchar o para impedir que el ladrón entre a vuestro hogar.

Tocad, os repito, tocad y se os abrirá.

Gracias, Mis pequeños.