Rosario matutino – Domingo de Ramos- Mensaje ÚNICO.
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Al inicio del Rosario. Habla Nuestro Señor Jesucristo
Visión: Veo a Nuestro Señor Jesucristo clavado en la Cruz, veo Su Rostro ensangrentado, el cabello y la barba llenos de sangre ya seca y de color obscuro. Su Rostro afilado y volteando hacia el lado izquierdo.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Me he dado por vosotros, Mi Amor es muy grande por vosotros. Estoy aquí en la Cruz, clavado, detenido, por vuestras culpas, por vuestros pecados. He dejado que destrocen Mi Cuerpo, he dejado que Me injurien, Me blasfemen ¡Perdónalos, Señor! Perdónalos, porque no saben lo que hacen.
Mi dolor es grande, pero es el dolor de los pecados del mundo. Me duele mucho Mi Donación, porque muchos no la tomarán para su propia redención. Ahora Me niegan y Me negarán en el futuro; Mi Sacrificio será vano para ellos. Han hecho conMigo lo que han querido. Me han golpeado…
Nota: En ese momento me hace sentir Su Dolor, empiezo a llorar.
… hasta que han visto Mis huesos; Mi Sangre sale a borbollones, moja el suelo y no aprecian Mi Donación, aun aquellos que recibieron bendiciones de parte Mía, su sanación, el perdón de sus pecados, ahora gritan ¡crucifícaLe! Ahora Me están viendo crucificado y no se arrepienten. Ese es el mayor dolor, Mis pequeños, ¡ese es el mayor dolor!
Soy vuestro Dios, Soy vuestro Hermano, Soy el Amigo fiel, quiero lo mejor para vosotros; con Mi Donación os estoy abriendo nuevamente las puertas del Cielo y no responden, Me siguen blasfemando, Me cierran su corazón.
Muero con alegría porque he obedecido a Mi Padre; muero con alegría por aquellos que sí Me llevan en su corazón, por aquellos que Me aman, por aquellos que también darán su sangre por Mí. Muero con alegría porque estaré presente en la mente y en el corazón de almas fieles que protegerán Mi Santo Nombre hasta el fin del mundo. ¡Mi Amor es inmenso por vosotros!
Sigo esperando la conversión de aquellos que primero Me amaron y luego pidieron Mi muerte. ¡Venid a Mí arrepentidos, Mis pequeños! Tengo Mis Brazos abiertos, están clavados en la Cruz, Mis Manos y Mis Pies; aquí os espero a todos. ¡Arrepentíos, Mis pequeños! ¡Arrepentíos!
Mi Donación ha sido para todos y sigue siendo. Es un eterno presente que debéis aprovechar para vuestra salvación. Venid, Mis pequeños, dadMe alegría en estos momentos de gran sufrimiento; crucificaos conMigo, dadMe palabras de ánimo y de amor.
Os amo, ¡os amo! Os bendigo, Mis pequeños, seguid adelante. Estoy con vosotros. Las puertas del Cielo ya están abiertas para todos los que Me siguen, venid pues, Mis pequeños, arrodillaos ante Mi presencia, dadMe vuestras lágrimas de arrepentimiento por vuestros pecados y Yo lavaré, vuestra alma, con Mi Sangre Preciosa. Os amo, Mis pequeños, y os bendigo con Mi Sangre salvadora.
Amén.