Rosario vespertino-Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
(Lenguas…) Hijitos Míos, en las Sagradas Escrituras hay una frase que os dije, y que Mi Padre os la da: “sean perfectos, como Mi Padre Es Perfecto”. Para el ser humano, alcanzar esa perfección, es un imposible, cuando actuáis solos. Además, debéis poner toda vuestra voluntad, vuestro deseo, vuestro amor en buscar esa perfección, y ni aun así la encontraréis.
Cuando habéis llegado, según la mentalidad humana, a una cierta perfección, probablemente estéis en un nivel más alto que el de todos vuestros hermanos, pero si os comparáis con Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, estaréis, todavía, inmensamente más abajo del nivel de Perfección a lo que os estaMos pidiendo.
Os preguntaréis, que ¿por qué os estaMos pidiendo la Perfección, si no la vais a poder alcanzar? En la Tierra, mientras estáis llevando a cabo vuestra misión, al pedir la Perfección, y os ayudaMos, ciertamente, vuestra misión va a ser del agrado Nuestro, porque vais a hacer vuestro trabajo espiritual, de una manera muy superior a la que la gran cantidad de vuestros hermanos, lo harán.
La Perfección os va a llevar a que vosotros tratéis, con todas vuestras fuerzas, de hacer lo que tenéis qué hacer, lo mejor posible.
Y quiero que meditéis en esta frase, Mis pequeños, “tratar de hacer todo lo mejor posible”, porque se os ha mandado espiritualmente. Diríais, que de día y de noche tendríais que estar atentos a lo que estáis haciendo para servir a Mi Padre, vuestro Dios, lo mejor posible, y Yo os diría que sí, que así es, precisamente, porque es lo que se necesita para hacer una vida perfecta, una vida espiritual perfecta, una misión espiritual perfecta.
Mis pequeños, ciertamente, aun llevando una vida espiritual perfecta, aquí en la Tierra, como os dije, estaríais, todavía, muy por debajo de lo que Yo, vuestro Dios, lo Soy, pero cuando llegáis al Reino de los Cielos, después de haber cumplido vuestra misión en la Tierra, ahí no se detiene vuestro crecimiento hacia la perfección. Creéis que ya estando en el Cielo, ya vais a descansar, la vais a pasar bien, ya os ganasteis el Premio, ya no tenéis nada qué hacer. ¡No!, Mis pequeños, al llegar al Reino de los Cielos, os dais cuenta de todo lo que os falta por saber, y vosotros mismos, Me pedís que os siga dando el Conocimiento, la Sabiduría que necesitáis para gozar, plenamente, Mi Presencia ante vosotros.
Existe una realidad que conocéis, que mientras más sabéis de algo, se abren más vuestros horizontes del Conocimiento y queréis abarcar más. EstaMos hablando, ya, de vuestra existencia en el Reino de los Cielos, conoceréis tanto, sabréis que hay tanto qué conocer, porque Soy un Dios Infinito, que Mi Conocimiento es Absoluto, es Inmenso y que, por eso os pasaréis toda una eternidad pidiéndoMe el conocer más, pero el Conocimiento no va a ser solamente el querer saber más, sino que, al saber más, Me Glorificaréis más, Me agradeceréis más, porque, entonces, os daréis cuenta que todas las bellezas, todo el Amor, todo lo que Yo tengo y lo que Soy, los creé para que vosotros los gozarais.
Es algo que vosotros os perdéis desde vuestra estancia en la Tierra, podríais empezar a conocerMe más si Me pidierais eso, Mis pequeños, el ser perfectos, como Yo, vuestro Dios, Soy Perfecto.
Satanás, se interpone ante vosotros, para que no recibáis de Mí, Mi Conocimiento, Mis Bendiciones, Mi Amor y ¿cómo es que se interpone? Os pone muchas tentaciones que os hacen desviar vuestra atención primordial, que sería el de ser perfectos como Yo lo Soy; y empezáis a buscar otras cosas a donde os lleva satanás, que no os van a llevar a la Perfección y desperdiciáis mucho tiempo, mucho gozo y muchas alegrías, alegrías que Me podríais dar, a Mí, vuestro Dios, porque mientras más Me conozcáis, más alegraréis Mi Corazón, porque sabréis cómo llegar a lo profundo de Mi Amor.
Los Santos lo han aprendido, y por eso Me dan tanto gusto, porque se dedican a conocerMe, a buscar esa perfección para lograr amarMe más y darMe más gusto mientras están en la Tierra, y obviamente, al llegar al Reino de los Cielos, ese deseo de agradarMe se incrementará a niveles infinitos, Mis pequeños, y así, el gozo que Me deis, también se volverá infinito.
¡Oh! ¡Mis pequeños, cómo quisiera veros deseando agradarMe!, Yo, vuestro Dios, os cuido, os protejo, os doy tantas cosas, que no apreciáis ni agradecéis y, por eso, os digo que os falta mucho para llegar a la Perfección mientras estéis en la Tierra, por tanta distracción en la que caéis y que os pone satanás, para que no Me agradezcáis ni Me agradéis por todo lo que Yo os he dado, y que os puedo dar todavía.
Las almas que buscan el agradarMe, Yo las consiento, porque Yo Vivo, plenamente, en su corazón y en su mente. ¡Cómo quisiera que todos vosotros estuvierais en Mí, como Yo estoy en vosotros!
BuscadMe, Mis pequeños, y os daré cada vez más, y así el paso de la Tierra al Reino de los Cielos, que será vuestro regalo eterno, lo desearéis cada vez más, desearéis morir para estar Conmigo y agradarMe más, conocerMe más, amarMe más.
Gracias, Mis pequeños.