Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, Yo, vuestro Salvador, escogí a unos hombres comunes y corrientes, pecadores, igual que vosotros, con problemas mundanos, igual que vosotros, pero que tenían un corazón honorable, bueno y con una actitud de donación. Ciertamente, no estoy hablando de Judas, sino de los otros once y luego el que fue añadido, para que fueran los doce.
Así Soy Yo, vuestro Dios, busco gente sencilla, que sepa donarse, que sepa obedecer a lo que Yo os pida, que sepa sacrificarse por el bien de sus hermanos, que Me amen, más que a todas las creaturas, que Me siga, porque saben que Yo Soy el Maestro y que no hay ninguno otro, ni siquiera, parecido a Mí entre los hombres, entre los hijos de mujer.
He ido escogiendo a gente sencilla alrededor del Mundo para formar Mis apóstoles de estos tiempos y que han dado su “sí” aceptando que fueran preparados por Mí, vuestro Dios, para darse por el bien de sus hermanos de este tiempo, tiempos de cambio, tiempos de gran lucha espiritual, tiempo de amor, pero, también, de error y de maldad.
Os tocó vivir un tiempo de final, un tiempo en que cambiará todo el horror de satanás y todo el error humano que se dejó llevar por el pecado, y empezará un tiempo de gozo espiritual, pero sabéis, y vosotros así lo decís, que lo bueno cuesta y, ciertamente, os costará. Os costará quitar, primeramente, toda esa maldad, toda esa podredumbre espiritual que habéis cultivado por años, la haréis a un lado y eso os costará, porque será el negarse a sí mismos, el dejar todo aquello que, en cierta forma, os daba comodidad humana y espiritual, pero muy a vuestro modo, no a Mi modo y, por un momento, quedaréis como en el Limbo, sin saber qué hacer y ahí es donde os proveeré espiritualmente, a ver si confiáis plenamente en Mí, vuestro Dios, porque el quedarse sin nada, es el negarse a sí mismos y, quedarse sin nada, aún en lo espiritual, sabiendo que Yo os voy a reponer todo en un alto grado espiritual. Pero en un momento no tendréis nada y solamente, vuestra Fe, es lo que os va a ayudar a soportar ese tiempo, sabiendo que tendréis un regalo muy grande, pero no sabréis cuándo llegará ni cómo.
Por eso os pido, Mis pequeños, que viváis cultivando la Fe, la Esperanza y el Amor en Mí y a lo que os he enseñado a través de todo este tiempo, que, aunque os sintáis en esos momentos, abandonados de todo, como lo estuve, Yo, también, cuando Le dije a Mi Padre: ¿Por qué Me has abandonado?, vosotros, los que estáis Conmigo, que habéis sido preparados, tendréis esa prueba, y vuestro único soporte espiritual, como os he dicho, va a ser la Fe. Si volteáis y os tomáis de lo humano, de lo material, perderéis todo, pero, si confiáis en Mí, os afianzáis en la Fe, porque, ciertamente, satanás os estará atacando en esos momentos difíciles y si, persistís en la Fe y en el Amor a Mí, ganaréis, Mis pequeños.
Eso es la donación total en Mí, vuestro Dios que, sin verMe, confiéis, plenamente, en todo lo que os he enseñado, en todo lo que os he dado y en todo lo que os he prometido.
Os he dicho que la humanidad tendrá que pasar por las mismas pruebas que Yo pasé, pero esa va a ser la más difícil de todas: Fe, la Fe y el Amor a Mí es lo que os va a ayudar a soportar ese momento, ese momento clave para los que Yo he escogido, para poblar un Nuevo Mundo, lleno de Amor, lleno de bellezas, con la presencia de Nuestra Santísima Trinidad entre vosotros, con la unión del Cielo con la Tierra.
Manteneos pues, Mis pequeños, firmes en esto que os pido, pedídMelo, ya, desde ahora, porque van a ser momentos difíciles.
Gracias, Mis pequeños.