Sep 17_19 Quiero ver almas valientes, almas que luchen, almas vencedoras, no quiero ver almas que ya se dieron por vencidas, que no saben defender lo que es Mío, que también es vuestro.

Rosario vespertino- Mensaje ÚNICO.

=====================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

=====================

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Hijitos Míos, los verdaderos soldados, los que bajan al campo de batalla, los que luchan por defender lo que es suyo, reciben su premio después de que han demostrado su valor, y, a veces, un valor extra, excelso, y les dan medallas, en donde, a través de ellas, están demostrando a sus hermanos que hicieron un esfuerzo superior a los demás por defender lo suyo.

Quiero que entendáis, Mis pequeños, que estáis en el campo de batalla. Estáis dentro del campo, y dentro del campo de batalla no os podéis distraer, no podéis descansar, tenéis que actuar y tener todos vuestros sentidos actuando al máximo, porque si no, vuestra vida corre un gran peligro.

El campo de batalla actual, no es igual que el de otros tiempos, satanás, ahora está actuando con mucho más fuerza que en otros tiempos, y esto, por causa de vosotros mismos, al no haber la suficiente oración, amor a vuestros hermanos, pero, sobre todo, amor a lo que es Mío. La fuerza de satanás se ha aumentado y los ataques, también, son mucho más destructivos.

Ciertamente, en este tiempo, habrá santos de un grado más alto que en tiempos pasados, pero, por otro lado, también habrá muchas almas que se pierdan, porque se han alejado de Mí, vuestro Dios. Han buscado otros caminos en la vida y cada quien ha tomado lo que más le interesa y, ciertamente, que en muchos de esos casos, no Soy Yo lo que más les interesa a vuestros hermanos.

La Fe ha decaído, la búsqueda por el Bien, también. Estáis viendo, algunos de vosotros, que los Mandamientos que Yo os he dado, vivan, primeramente, en vosotros y luego los exijáis a los que están a vuestro alrededor. El cumplimiento de ellos, es vuestra llave entrada al Reino de los Cielos y no estáis utilizando esa llave la gran mayoría de vosotros.

El ataque de satanás, a vuestro alrededor, ataca a los Mandamientos que os he dado, los ridiculiza y os convence satanás, de que no es necesario cumplirlos, como Yo os lo he pedido, y como os conviene a vosotros gozar el pecado, no los cumplís, y no crecéis en Gracia.

La humanidad se ha ido debilitando, y vuelvo a lo que os dije, estáis en el campo de batalla y no podéis salir al campo de batalla, débiles, como lo estáis ahora. Imaginaos que estáis en el campo de batalla y, con mucho esfuerzo, apenas si podéis levantar vuestro escudo y vuestra espada, ¿qué os espera, pues, Mis pequeños?, la muerte, seguramente. Sí, Mis pequeños, muchos moriréis en manos de satanás, porque no habéis cumplido con lo que Yo os he pedido y en cambio, le habéis hecho caso a satanás.

Mucha maldad hay a vuestro alrededor y en lugar de luchar contra esta maldad satánica, la habéis aceptado como medio de vida, y lo estáis viendo a vuestro alrededor, a través de todos los medios: cine, televisión, periódico, etc. De ahí se aprovecha satanás para ir llevando su maldad, vuestra destrucción espiritual, moral, humana y, vosotros, no lucháis contra ello, se os hace tan normal lo que veis, lo que os dicen, que luchar contra ello, hasta se os hace que vais en contra de la misma sociedad y, de hecho, debe de ser así, Mis pequeños, debéis ir en contra de todo y de todos aquellos que os están llevando a vuestra perdición eterna.

Ya no sois esos valientes guerreros en el campo de batalla, ya estáis vencidos, os habéis dado por vencidos desde antes de entrar al campo de batalla, ya nada más estáis esperando el golpe que termine con vuestra vida, porque ya no hay ese afán de lucha, de victoria, de luchar por lo vuestro.

Suena feo lo que os diré, pero ya sois almas vencidas, almas que no servís para lo que fuisteis creadas y, aunque os merecéis la muerte eterna, Yo sí lucho por lo que es Mío y vosotros sois Míos, y sigo luchando por salvar vuestras almas, por levantaros, por inyectaros un vigor espiritual grande que os haga levantaros y luchéis por lo que es Mío, que también es vuestro, porque Me pertenecéis, porque el Reino de los Cielos es de Nosotros; sois de Mi Familia, sois Mis hijos.

Entended cuánto os amo, Mis pequeños, he de insistir para que os levantéis y luchéis y que no os venza vuestro enemigo, satanás. Sois superiores a él, si Conmigo estáis, si os defendéis con Mi Gracia y con Mi Amor.

Quiero ver almas valientes, almas que luchen, almas vencedoras, no quiero ver almas que ya se dieron por vencidas, que no saben defender lo que es Mío, que también es vuestro. Ved cómo queda un campo de batalla después de la lucha: cadáveres por todos lados, dolor, gritos, llantos ¿así queréis estar?, ¿así queréis terminar? ¡No Mis pequeños!, no os creé para que satanás os destruyera, sois Míos.

Acercaos a Mí, no importa los pecados que tengáis, Yo os puedo perdonar, pero venid a Mí. PedidMe perdón y Yo os llevaré nuevamente por el buen camino, para que recuperéis toda la Gracia que habéis perdido o que no la habéis buscado.

Soy vuestro Dios, Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida. Venid a Mí y seguros estaréis de vencer.

Gracias, Mis pequeños.