Mayo 16_19 Debéis volver a la oración, Mis pequeños, porque es el medio por el cual Yo os puedo prevenir de toda la problemática que el ser humano pasa durante su vida en la Tierra.

Rosario vespertino-Mensaje ÚNICO

===============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

===============================

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Satanás se ha encargado de ir separando vuestra alma de Mi Presencia, ya no Soy Presencia en muchos de Mis hijos, ya no abren su corazón para que Yo sea lo primero en su existencia.

Hijitos Míos, os he dicho que la salvación es para todos, pero no quieren todos abrir su corazón a Mi Amor.

Satanás es el león rugiente, es el lobo que acecha, es la maldad que ha entrado a vuestro hogar y a vosotros mismos. Continuamente os está acechando, os está afectando física y espiritualmente, es una realidad, Mis pequeños. Os rodea y os ataca y vosotros no os dais cuenta de ello, satanás es muy sutil para engañaros, para que vosotros no os deis cuenta que la maldad se ha introducido en vosotros y que, cuando se introduzca, vosotros os volváis portadores de ese mal hacia vuestros hermanos. Satanás os conoce, a tal grado, que se presenta como un ser, al cual, vais a recibir fácilmente en todo vuestro ser.

Vosotros os habéis debilitado porque no oráis lo suficiente para poder contrarrestar esa fuerza tan malvada que os acecha y que penetra en vosotros cuando menos lo imagináis. Satanás se va manifestando, poco a poco, en vuestra vida y, de esta forma, como no os asusta, como no os causa extrañeza tenerlo, prácticamente, a vuestro lado; porque ya os habéis acostumbrado a él, fácilmente lo recibís y caéis.

Esto lo saben algunas almas, las cuales Me invitan a estar con ellas. Pero hay muchas otras que, simplemente, toman lo que satanás les propone, toman sus enseñanzas y, cuando menos os dais cuenta, ya no podéis salir de la problemática, a la que os llevó. Satanás se ha encargado de ir separando vuestra alma de Mi Presencia, ya no Soy Presencia en muchos de Mis hijos, ya no abren su corazón para que Yo sea lo primero en su existencia.

Os habéis dejado engañar por aquellos que tienen el poder. Os habéis dejado engañar por muchos de aquellos a los cuales les teníais confianza y os han traicionado.

Debéis volver a la oración, Mis pequeños, porque es el medio por el cual Yo os puedo prevenir de toda la problemática que el ser humano pasa durante su vida en la Tierra. Yo os puedo enseñar y os puedo guiar, para que tengáis vosotros una Sabiduría Divina y no un conocimiento humano, que deja mucho que desear.

Cuando vosotros Me dejáis entrar en vuestro corazón, es un gozo para Mí, y mejor debiera ser al revés, Mis pequeños, que vosotros Me pidierais entrar a Mi Corazón. Ya habéis llegado a un grado de soberbia muy grande, creéis no necesitarMe y al vivir en esa creencia, vuestra soberbia se va haciendo cada vez mayor.

Mucho mal, os repito, hay a vuestro alrededor, os he dicho, también, que seréis juzgados en el amor, ¿acaso, ese mal que habéis dejado entrar en vuestro ser, os lleva hacia el Amor? ¡No!, ¿verdad, Mis pequeños?

Mucho debéis reflexionar y mucho, también, debéis arrepentiros de estar como estáis, ¿qué haréis en el momento de la tribulación?, ¿qué haréis cuando Mi Hijo regrese, nuevamente, a la Tierra?

Os he traído el Cielo entero, os he traído el Amor de Mi Santísima Trinidad, os he traído la salvación, os he traído los sacramentos, y os he dejado el Alimento Divino, ¿qué más queréis, Mis pequeños?

Ciertamente, vosotros estáis fallando por vuestra manera de actuar, en vuestra manera de vivir Conmigo, en la manera en que vosotros os despreocupáis en no vivir de acuerdo a como Yo os pido, y esto os va traer muchos problemas a vosotros mismos, y le va a ser, cada vez, más difícil, a vuestra alma, que se salve eternamente.

Satanás os lleva por caminos de indolencia, en donde os hace creer que ya todo está permitido, cuando, realmente, el pecado que vosotros cometéis, Me causa mucho dolor, y esto lo sabe satanás.

Regresad, pues, Mis pequeños, y entrad en Mi Corazón Divino, ahí estaréis seguros cuando se den todas las pruebas que se han de venir para vuestra purificación.

No dejéis, Mis pequeños, que satanás se burle de vosotros ante Mí, cambiad de actitud, vivid en el Amor, vivid para servirMe y servid a vuestros hermanos.

Os doy Mi Bendición, Mis pequeños y vosotros la daréis a los vuestros, para que ésta se siga de uno al otro, y de esta forma, Me deis muchas almas para su salvación:

Os Bendigo, pues, en el Nombre del Padre, de Mí, el Hijo, y de Mi Santo Espíritu de Amor, os amo, Mis pequeños. Amén.

Gracias, Mis pequeños.