Mayo 14_19 Estando Conmigo, Yo os protegeré. No toméis estas Palabras a la ligera, Mis pequeños, es una realidad.

Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO

=======================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

=======================

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: si os rendís a Mí, os puedo transfigurar, puedo cambiar todo vuestro interior para vuestro bien y de esta forma os puedo utilizar dándoos Carismas inmensos para luchar contra la maldad de satanás.

Hijitos Míos, Yo os voy guiando en todo momento, pero no todos vosotros recibís Mi ayuda como debierais, vuestra soberbia detiene Mi Obra sobre vosotros. Ciertamente, Mi Hijo os dijo: sed perfectos, como Mi Padre es Perfecto.

Sois obra Mía y Yo todo lo que hago es perfecto, pero satanás destruyó Mi Obra desde un principio, pero sigue Mi Promesa de que debéis llegar a ser esa perfección de Obra Mía, para que vosotros podáis gozar de todo lo que Yo he creado para vosotros.

Os digo que vosotros detenéis Mi Obra sobre vosotros por vuestra soberbia y así es, Mis pequeños, sentís que podéis hacer todo sin Mi ayuda, que podéis caminar en el Mundo vosotros solos, y estáis en un error.

Mi Gracia se detiene cuando vosotros mismos no queréis buscarla, porque no Me la pedís, y a veces, tácitamente, la rechazáis.

La soberbia destruyó Mi Obra con Luzbella, y vosotros habéis heredado esa maldad, y no porque Yo lo quisiera, sino porque vais tomando del Mundo ese error que os va separando cada vez más y más de Mí.

Cuando vosotros os llenáis de soberbia, Mi Gracia se detiene, no llega a vosotros y eso impide que vosotros podáis, fácilmente, alcanzar la santidad a la que Yo os he llamado.

Cuando vais creciendo en edad, en capacidades físicas, humanas, intelectuales, vuestra soberbia se va acrecentando y es cuando os vais separando más de Mí, porque os creéis muy capaces de poder resolver todo lo que está a vuestro alrededor, y entonces, para poder salvaros de vosotros mismos, os empiezo a poner pruebas, las cuales, llega un momento en que no las podéis resolver, como problemas económicos, problemas de salud, problemas que no podéis resolver sin Mi ayuda.

Lo hago adrede, Mis pequeños, para que volteéis a verMe, porque si os dejo que vosotros sigáis en la línea de la soberbia, fácilmente os perderéis, porque satanás os seguirá llevando por ahí, apartándoos más de Mí, y haciéndoos crecer más en soberbia, para que no os respaldéis con Mi Sabiduría Divina.

Entonces, cuando estáis en esos problemas graves, de alguna forma os ayudo, para que volteéis a verMe, para que meditéis, para que os deis cuenta que, aquellos que están a vuestro alrededor, tampoco os pueden ayudar, porque tampoco quieren estar Conmigo, y llega el momento clave, el momento que Yo espero ansiosamente, para que os pueda ayudar y, es cuando vosotros decís “ayúdame”, cuando vosotros os rendís completamente ante Mí, y así vosotros os dais cuenta de que, sin Mí, no podéis resolver vuestra vida, vuestros problemas, vuestro futuro.

La rendición del alma ante Mi Nobleza Divina es lo que os ayuda a crecer. Y lo tenéis en la Parábola del Hijo Pródigo: hasta que se rindió, hasta que se dio cuenta de que no podía seguir así; cuando meditó sus errores y cuando decidió pedir perdón a su padre, fue cuando fue levantado nuevamente a la nobleza que le correspondía, y hasta el padre le puso, nuevamente, su anillo, que le devolvía la nobleza del palacio, del rey.

Ciertamente, no os deseo ver caídos, sufrientes, porque no todos responden de esta forma, rindiéndose ante Mí y pidiendo ayuda, porque hay muchos de vosotros que, por el contrario, responden con blasfemia ante Mí, echándoMe la culpa de sus errores, de sus caídas, y no piden ayuda para que Yo les levante, se quedan en la grosería, en la maldad, en el error.

Esto os lo digo, Mis pequeños, para que os deis cuenta de que sin Mí, no podéis seguir adelante y, más, en estos momentos difíciles de la humanidad, en que satanás ha tomado, ya, todo el poder mundial. Su maldad es inmensa, no podéis, ya, salir adelante, si no es a través de Mi Gracia y de Mi Protección.

Satanás sabe, perfectamente, quiénes están Conmigo y sois atacados más fuertemente pero, estando Conmigo, Yo os protegeré. No toméis estas Palabras a la ligera, Mis pequeños, es una realidad, y muchos de Mis elegidos han sido, ya, martirizados y eliminados, porque satanás sabe lo que un alma, que está Conmigo, que se ha rendido a Mi Voluntad, puede hacer mucho contra su poder destructivo.

Vosotros habéis sido llamados para el bien, para levantar almas con vuestra oración, con vuestro ejemplo, con vuestra ayuda y satanás quiere destruiros a todos vosotros, no quiere vuestro regreso al Reino de los Cielos, su maldad es inmensa, os repito.

Dejaos, pues, ser vencidos por Mi Gracia, arrepentíos de vuestros pecados, confiad, plenamente, en Mi Voluntad y en Mi Guía Divina. Ataques los tendréis, pero saldréis airosos de la prueba. En todo momento, rendíos ante Mí, para que Yo pueda actuar plenamente en vosotros y a través de vosotros; si os rendís a Mí, os puedo transfigurar, puedo cambiar todo vuestro interior para vuestro bien, y de esta forma os puedo utilizar dándoos Carismas inmensos para luchar contra la maldad de satanás.

Ciertamente, para que os podáis rendir ante Mí, es necesaria la Humildad. Por más grandes que os creáis, humanamente hablando, porque vuestro conocimiento humano sea grande, nunca será más grande que Mi Sabiduría. Sois pequeños, muy pequeños, a pesar de que os creáis grandes por vuestro intelecto humano, pero no os podéis comparar en nada ante Mi Potencia Divina.

Manteneos así, pequeños, sabiendo que no podéis hacer nada grande, si no es a través de Mis Potencias Divinas. Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador, os necesito, sí, escuchad bien, Mis pequeños, os necesito en estos momentos de la historia, para que luchéis contra la maldad que os está, prácticamente, destruyendo. Yo os creé y os amo y Yo defiendo Mi Creación.

DejadMe, pues, moveros hacia donde Yo necesito que os mováis, para que Mis Planes Divinos se den y para salvar a este Mundo, a este Universo que ha caído, amargamente en pecado y en desolación.

Confiad en Mí, Soy el Amor y vosotros estáis llamados a vivir eternamente en Mi Amor.

Gracias, Mis pequeños.