Feb 07_19 Es más fácil que caiga en las redes de satanás uno que se siente sabio, que aquel que es como los niños.

Rosario vespertino-Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Dios Padre a J. V.

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Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Yo insisto en buscaros, en tratar de que entendáis vuestro error, los que no estáis Conmigo, y poder regresaros a vuestro Hogar, pero vosotros escogéis. Los sencillos, los humildes, los que no son nada, esos débiles, ya están Conmigo.

Hijitos Míos, la debilidad, vosotros, la podríais considerar como una falta, como un defecto, pero, hablando de debilidad espiritual, y lo aceptáis así, es un acto de humildad, Mis pequeños, que os va a dar una gran fuerza espiritual.

Al momento en que vosotros os sentís autosuficientes, ya sea por vuestros estudios, o por las clases que os den sobre Biblia, o sobre espiritualidad, llega un momento en que podéis caer en soberbia, porque creéis saber mucho. Aceptar la debilidad, conlleva mucha humildad porque, a veces, el saber mucho, os lleva a la soberbia y esa os lleva a que, al sentiros fuertes, caigáis más fácilmente en faltas que, cuando, realmente, os sentís en vuestra realidad, que es la debilidad espiritual de todos vosotros.

Vosotros podéis ver a los niños, son sencillos, los sentís faltos de muchas cualidades, porque no han crecido y, generalmente, los hacéis a un lado y muchas veces, esos pequeñitos, os dan lecciones de vida, especialmente, cuando esos pequeñitos están cerca de Mí y Yo puedo Vivir en ellos y, por eso, esos pequeños os pueden dar grandes lecciones, porque Yo hablo a través de ellos.

Eso es lo que Mi Hijo, tantas veces, os repitió, que fuerais como niños, para que vivierais en esa sencillez, y sobre todo, que os sintierais siempre necesitados de Mí, vuestro Dios.

Esto os lo digo, principalmente, Mis pequeños, por todo lo que os he venido anunciado que se ha de venir, ya, sobre vosotros. Satanás os querrá atacar con todo su poderío y, si vosotros, porque sabéis “mucho”, entrecomillado, no os protegéis con la Humildad, con la Sencillez, pero, sobre todo, que os protejáis bajo Mi Sombra, entonces, caeréis muy fácilmente en sus ataques.

Cuando vosotros os sentís, como realmente sois, necesitados de Mí, débiles en lo espiritual y, también, débiles en lo físico, es cuando Yo puedo hacer grandes cosas en vosotros y a través de vosotros. Esto, a veces, Me ayuda a Mí, como Dios, a dar lecciones a aquellos que se sienten grandes, poderosos. Tomo a pequeñitos que están Conmigo, que están, a veces, mucho más altos, espiritualmente hablando, que la gran mayoría de los adultos, hablo a través de ellos, para que aquellos que se sienten grandes, poderosos, sabios, muy inteligentes, con las palabras de un niño, los pongo en su lugar.

Ciertamente, se quedan asombrados de la Sabiduría de esos pequeñitos, pero claro es que es Mi Sabiduría la que brota a través de sus labios.

Todos debéis ser como esos pequeñitos, que Me han abierto su corazón de par en par, para que Yo Viva, plenamente en vosotros. Mucho os lo he pedido y no tratáis, la gran mayoría de vosotros, de llegar a esos altísimos niveles espirituales al dejaros mover por Mí, porque esto se logra cuando, realmente, vivís en la sencillez. Esa sencillez, esa debilidad por su edad, y que así lo tomáis muchos de vosotros, no creéis que un niño pueda llegar a tener esos niveles espirituales, esa Sabiduría Divina, pero es una realidad. Yo Me manifiesto a través de los pequeños, de los débiles, de los sencillos, de los que Me necesitan, aquellos que se sienten grandes, que se sienten que no necesitan de nadie y menos de Mí, Yo no Me puedo manifestar a través de ellos, porque no puedo convivir con la soberbia.

Las almas soberbias Me cierran las puertas de su corazón y ellos mismos han cerrado, también, las puertas de su mente y de su supuesta inteligencia.

Es más fácil que caiga en las redes de satanás uno que se siente sabio, que aquel que es como los niños, que es sencillo, que se sabe débil, que reconoce la maldad de satanás y reconoce Mi Poderío Divino sobre satanás.

Ciertamente, como os he explicado tanto, que hay dos fuerzas tremendas en la Creación, la Mía, como Dios y Creador, y la de satanás, un arcángel caído, que ciertamente, es poderoso comparado con vuestras potencias. Tontamente, muchos de vosotros preferís tomar el camino de esas potencias satánicas que os llevan a la tentación. Ciertamente, es una gran tentación el vivir, el sentir, el ver esas potencias satánicas, porque así es satanás, se muestra poderoso, grande ante los hombres, porque así son, también, los bravucones, que conocéis entre vosotros; son groseros, despiadados, malos, les teméis, pero a la vez, les seguís porque os sentís protegidos con su fuerza maligna.

En cambio, aquellos que son sabios, que son humildes, reconocen en Mí ese Poderío, muy superior, pero muy superior, a las potencias satánicas, cosa que no pueden ver los soberbios. Los que son sencillos, pueden ver muchas cosas que los soberbios no pueden ver, porque en los pequeños Vivo Yo, y los que están Conmigo, viven experiencias extraordinarias, bellísimas pero, sobre todo, viven Mi Sabiduría, la cual no tiene satanás y los que lo siguen.

Os recalco todo esto, Mis pequeños, y os vuelvo a repetir, que estáis viviendo momentos de gran confusión espiritual, y solamente os dejáis guiar por las potencias espirituales que veis a vuestro alrededor. Si no estáis Conmigo, difícilmente os podréis dar cuenta en dónde estoy, cómo os ayudo, cómo os protejo, cómo os guío, cómo os ayudo a salir de tantos conflictos en los que caéis y en los que vivís cada uno de vosotros. Al no estar Conmigo, estáis viviendo en la maldad, a donde está llevando satanás a todos los pueblos de la Tierra. Él, en su poderío satánico, ha llevado a las almas a buscar, solamente, lo superfluo, a buscar los bienes de este Mundo y, como a estos sí los podéis ver y tocar, fácilmente os dejáis guiar por las tentaciones de satanás.

Lo que viene de Mí, se vive dentro de vosotros, se goza dentro de vosotros y aprendéis a ver todas Mis maravillas y milagros, porque cada día es un milagro. Podéis ver y gozar lo que he creado a vuestro alrededor y en vosotros mismos. Los que están Conmigo, Me gozan, porque Me han invitado a su corazón. Conviven Conmigo, se dejan guiar, su humildad los lleva a aprender lo que Yo les doy y, con eso, avanzan inmensamente, para que, al acercarse al fin de su existencia, gozar eternamente en el Reino de los Cielos.

Las almas que están Conmigo, avanzan rápidamente en su perfección y bien sabéis que solamente al Cielo pueden entrar las almas puras, santas, las almas que se han dejado mover por Mí, las almas que Me empezaron a vivir desde la Tierra y esperan el momento del final de su misión, para pasar al Reino de los Cielos.

Las almas que están en contra Mía, no crecen, porque satanás no les va a enseñar lo que Yo les enseño a las almas buenas. Les permite, solamente, gozar en su cuerpo y, generalmente, las lleva al pecado grave para alejarlas, cada vez más, de Mí. Les obnubila su mente, no les permite que piensen en Mí y menos que lleguen al arrepentimiento de toda su maldad, y con esto, puedan obtener Mi Perdón y ganarse el derecho de regresar al Reino de los Cielos.

Os he dicho que satanás es muy sutil y sabe cómo desviar a las almas para que se aparten de Mí y no puedan tener este derecho de regresar al lugar en donde él estuvo, pero que fue eliminado del Cielo por su pecado.

Ciertamente, todos tenéis el libre albedrío, pero lo podéis usar sabiamente y ganar el Reino de los Cielos u os podéis perder en vuestra terquedad, en vuestra maldad y perder el Hogar del cual salisteis para servirMe, para cumplir con una misión de Amor.

Vosotros escogéis, Mis pequeños, Yo insisto en buscaros, en tratar de que entendáis vuestro error, los que no estáis Conmigo, y poder regresaros a vuestro Hogar, pero vosotros escogéis. Los sencillos, los humildes, los que no son nada, esos débiles, ya están Conmigo. Gracias, Mis pequeños.