Jul 04_07 VividMe sobre la Tierra y Me viviréis eternamente.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Sobre: Mi Esencia Divina es el Amor y si estáis llevando el Amor a todos los rincones de la Tierra, Me estáis llevando a Mí.
Hijitos Míos, cuando Yo os he dicho que os llevéis de Mi Amor no es solamente para que Mi Amor habite en vuestro corazón, sino para que dejéis que viva Mi Corazón, en vuestro corazón.

Mis pequeños, realmente Mi Amor debe habitar en vuestro corazón, para que vosotros crezcáis, pero debe Vivir en vuestro corazón, para que no solamente vosotros os dejéis mover por él, sino para que ayudéis a otros a que se muevan en Mi Amor. Muchas veces os he dicho que Mi Amor es dinámico y más en éstos tiempos, deberéis dejar que no solamente mueva vuestra vida, sino la de todos aquellos que por vuestro ejemplo se dejen contagiar por Mi Amor.

Mucha maldad hay a vuestro alrededor y es porque habéis dejado que satanás venza al amor que vosotros debierais llevar a los demás, ciertamente nunca va a vencer Mi Amor, pero vosotros os dejáis vencer por el mal, no sacáis ésa arma tan poderosa que tenéis en vuestro corazón, que es Mi Amor.

El Amor puede destruir toda maldad, satanás ciertamente empezará a destruirla en vuestro interior. Cuando dejéis que Mi Amor reine plenamente en vuestro interior ya la maldad no entrará en vuestro interior y así deberéis ir contagiando a vuestros hermanos alrededor de la Tierra y solo asó es como se va a implantar Mi Reino nuevamente entre vosotros.

Deberéis dejar salir todo aquello que sea nocivo para vuestra mente y para vuestro corazón y os deberéis llevar de todo lo que es bueno, de todo lo que es santo, de todo aquello que os va a llevar a ésa perfección que os va a llevar a ésa perfección que os he pedido.

Ciertamente es una tarea difícil, porque os he dicho que deberéis luchar contra vosotros mismos, que deberéis luchar contra el mundo, que día a día os ataca con nuevas cosas, os quita vuestra pureza, os lleva a la impureza, vosotros actuáis en la impureza y así la vais transmitiendo toda su maldad y no siendo testigos Míos, testigos de vuestro Dios.

Estáis viendo mucha maldad a vuestro alrededor y os dejáis vencer por ella, no lucháis contra ella y para que no hablen de vosotros, dobláis las manos, apartáis Mi Amor y no dejáis que actué, que sea vivo y eficaz contra la maldad que veis en vuestros hermanos, contra la maldad del mundo entero. Os habéis acostumbrado a vivir en ésa maldad, en ésta podredumbre que ya os rodea y ya no queréis hacer nada, simplemente os quejáis con vuestras amistades, con vuestra familia, os quejáis Conmigo, pero no hay actuación, no hay un vivir en el Amor por parte de vosotros, cuando vosotros podríais destruir toda ésa maldad con vuestro buen ejemplo.

Os he dicho que debéis ser apóstoles de éstos tiempos, de éstos tiempos de maldad y de destrucción espiritual. Es vuestro vivir, os repito, el que va a hacer el cambio, vuestro vivir como ejemplos vivos de ser Cristos sobre la Tierra. Yo dependo de vosotros, Mis pequeños, os he dado ésa misión tan grande, tan bella, de llevar el Amor a todos los rincones de la Tierra, como le pedí, a través de Mi Hijo, a los primeros apóstoles y discípulos. Llevar Mi Amor, es como llevar el tesoro más grande que os pudierais imaginar, a repartir a toda la Tierra. Ningún tesoro sobre la Tierra se puede comparar al Amor.

Meditad sobre esto, Mis pequeños, porque Mi Esencia, Mi Esencia Divina es el Amor y si estáis llevando el Amor a todos los rincones de la Tierra, Me estáis llevando a Mi en persona a vuestro Dios y aquel que vive en Mí y Me lleva a Mí, se alimenta de Mí y tendrá vida eterna Conmigo. Vosotros nos os imagináis siquiera lo que esto significa, tener vida eterna con vuestro Dios, es tener todas Mis Bondades, ser apapachados por vuestro Dios y eso es inmenso, es inconmensurable. Vuestras capacidades humanas no alcanzan a  discernir toda ésta belleza, todas Mis Potencias, pero es Mi Promesa y la reitero nuevamente hacia vosotros, vividMe sobre la Tierra y Me viviréis eternamente. No claudiquéis, Mis pequeños, sois pequeños, sois pequeñitos, ciertamente, pero cuando Me lleváis a vuestros hermanos y con vuestra presencia, llevando Mi Amor, destruís el mal, estáis ganándoos un premio inconmensurable.  

Hacedle frente al mal, que nunca va a poder vencer al Bien, destruidlo con vuestro buen vivir, con vuestro buen pensar y con vuestro buen actuar. Yo estaré con vosotros, nunca os dejaré caer, vividMe y viviréis el Cielo en la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.