Jul 03_07 La ley del talión quedó a un lado para que entrara la ley del Amor.

Rosario.

 

Temas:

  • El ser otros Cristos no quiere decir que viviréis a lo Divino, ya que Mi Hijo, Vivió en lo Divino y en lo humano.
  • Orad mucho por vosotros mismos y orad mucho por vuestro hermanos, para que no se dejen llevar por esas mentira sutiles.
  • La ley del talón quedó a un lado para que entrara la ley del Amor, la Ley de la Misericordia de Dios.
  • Satanás continuamente os está atacando, os quiere apartar del camino, os quiere apartar de la vida espiritual.
 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: El ser otros Cristos no quiere decir que viviréis a lo Divino, ya que Mi Hijo, Vivió en lo Divino y en lo humano.
Hijitos Míos, el ser otros Cristos, como os he pedido, conlleva responsabilidad, donación en el Amor, llevaréis una vida espiritual grandiosa, tremenda, loable. El ser otros Cristos no quiere decir que viviréis a lo Divino, ya que Mi Hijo, Vivió en lo Divino y en lo humano, ciertamente estaréis fuertemente unidos a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios, seguiréis Mis indicaciones, os daré la vida espiritual en vuestro interior, para que la viváis y la transmitáis a vuestros hermanos. Viviréis unidos a Mí, a Mi Voluntad, tomaréis de Mí Mi Fuerza, Mis Dones, Mi Vida, para transmitirla a vuestros hermanos.

Ciertamente gozaréis todo esto, porque viviréis íntimamente Conmigo, con vuestro Dios, con vuestro Creador, pero recordad que Mi Hijo también Vivió una Vida humana y en ésa Vida humana también padeció, ciertamente hubo gozo, porque vuestros hermanos de ése tiempo, los de buen corazón, lo consentían, le cuidaban, le protegían, pero estaban también todos aquellos que estaban en contra de Su Evangelización, aquellas almas satanizadas, aquellas almas del mundo, aquellas almas que no querían ser movidas del estado material y social y aún pecaminoso del cual se encontraban y ellos fueron los que atacaron a Su Humanidad y a Su Divinidad.

Así pues, el ser otros Cristos sí tiene un compromiso grande, una belleza grande, pero también conlleva un sufrimiento, pero ése sufrimiento, que aceptó Mi Hijo, fue el que os valió a todos vosotros, a toda la humanidad de todos los tiempos, el que se os abrieran las Puertas del Paraíso. Su Sacrificio, Su donación, Sus dolores, Sus lágrimas, Su muerte, os valió a todos vosotros vuestra salvación y el retorno nuevamente a la Gracia. Su Resurrección os marca nuevamente que Mi Hijo es Dios y que vosotros también seréis resucitados por Mi Amor y por ser otros Cristos. 

Tomad pues de Mí, todo lo que necesitéis, venid a Mí, Mis pequeños, Yo Soy Fuente de Vida, de Amor, de Perdón, de Comprensión y de ayuda para todas las almas y ofrecedMe todo aquello con que satanás os ataque, porque él esta vencido ya y el ataque que tendréis se unirá a ésa Vida de Salvación de Mi Hijo, de Resurrección para todos vuestros hermanos que están muertos por el pecado. Sed corredentores con Mi Hijo, sed hijos Míos, sed nuevos Cristos en éstos tiempos de obscuridad.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Orad mucho por vosotros mismos y orad mucho por vuestro hermanos, para que no se dejen llevar por esas mentira sutiles.
Hijitos Míos, gran vida espiritual necesito en vuestro interior en cada uno de vosotros. Los tiempos son difíciles, ésta es una guerra espiritual entre los poderes del Infierno contra la Gloria en el Cielo.

Sí, satanás, al separarse de la Gloria Celestial de la Vida Celestial, juró atacar constantemente todo lo que Yo Creé para todos vosotros. Vosotros sois Mis consentidos, porque el ser humano fue la máxima Creación de todo lo que Yo Creé por Amor. Vosotros necesitáis ésa protección tremenda primeramente desde vuestro interior.

Recordad lo que os dijo Mi Hijo, que toda ésa fuerza interior se manifiesta en vuestro exterior en palabras, en obras. Si estáis Conmigo, si vuestro corazón está unido al Mío, y como os he pedido el de ser otros Cristos, no se os quitará el ataque del enemigo, pero sí os dará una fuerza tremenda para combatirlo y vencerlo y así, como el guerrero se entrena para poder proteger a su patria y protegerse a sí mismo contra los ataques del enemigo, vosotros estáis en la Tierra para proteger vuestro reino, que es Mi Reino y para proteger vuestra propia alma y la de vuestros hermanos y para eso necesitaréis, y ya desde ahora necesitáis, una gran vida espiritual, porque los ataques son tremendos, a veces sutiles, a veces descarados, cruentos, groseros e inmorales. Contra ellos no hay dificultad de reconocerlos, pero en los sutiles, a veces sí hay dificultad de reconocerlos si no estáis Conmigo, si la Luz del Espíritu Santo no os está iluminando. Si no estáis viviendo en estado de Gracia seréis fácil presa de los ataques satánicos, porque muchos de ellos se presentan como luz, como si fueran buenos, como si tuvieran lógica que debierais seguir y ahí es donde deberéis tener la sabiduría necesaria para reconocer ése ataque satánico que, aunque tengan lógica, no los deberéis seguir. Muchos, aún ministros Míos, se han desviado por ésa aparente lógica y por eso causan tanto escándalo entre vosotros, porque se han dejado llevar por esos ataques satánicos sutiles, que los doblegaron y les cambiaron Mi espiritualidad por la espiritualidad satánica.

Orad mucho por vosotros mismos y orad mucho por vuestros hermanos, para que no se dejen llevar por esas mentiras sutiles.

Os amo, Mis pequeños, os cubro con Mi Corazón, con Mi Amor, con los Méritos de Mi Hijo, con Su Santidad, que es la que Yo quiero que cada uno de vosotros viva en la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: La ley del talón quedó a un lado para que entrara la ley del Amor, la Ley de la Misericordia de Dios.
 Hijitos Míos, no por el hecho de que satanás os esté llevando a una época obscura de espiritualidad y prácticamente estáis volviendo a ésos tiempos obscuros antes de la Venida de Mi Hijo a la Tierra, no necesariamente os deberéis comportar como se comportaban en ése tiempo y específicamente Me estoy refiriendo a la ley del talión, al del “ojo por ojo, diente por diente”, en donde estáis recibiendo un mal y estáis regresando ése mismo deseo hacia aquellos que os están atacando. Estáis viendo mucha maldad a vuestro alrededor y vuestro corazón, al cual le falta mucha espiritualidad, os está llevando a ése deseo malo de devolver mal por mal. Ésa era una época obscura, una época de malicia y se permitió por un tiempo eso, pero Mi Hijo vino a dar Luz a la humanidad, vino a traer Amor y vino a traer Perdón y así, la ley del talión quedó a un lado para que entrara la ley del Amor, la Ley de la Misericordia Divina.

Y esto es lo que quiero que cada uno de vosotros entienda bien, estáis sirviendo a vuestros Dios, no estáis sirviendo a satanás, no estáis sirviendo al mundo, que ellos exigen muerte al pecador, muerte al ladrón, regresarle un mal al que mal ha hecho, vosotros estáis en el tiempo de la Luz, el tiempo en que debéis dar vida al que está muerto, levantar a aquel que está muerto al pecado y traérMelo para que viva nuevamente.

Mi Hijo os vino a dar todos los lineamientos para dar Vida a los seres humanos, aún a aquellos que están fuertemente satanizados y esto se logra con el amor, con la donación, con la oración. El sacrificio, el ayuno, la penitencia, son armas fuertes contra las fuerzas de satanás, el estado de Gracias es imprescindible en cada uno de vosotros, para que podáis obtener de Mí lo necesario para luchar contras las fuerzas satánicas. Los Sacramentos, el Alimento de Vida que se os da en la Sagrada Eucaristía, todo esto, Mis pequeños, es Vida para vosotros  y es Vida para vuestros hermanos, no debe haber más vida a la ley del talión entre vosotros, eso ya debió haber quedado en el pasado  y menos en vuestros corazón, en donde no deberéis nunca desear ése mal a vuestros hermanos. A pesar de que vosotros hayáis recibido un mal tremendo, siempre debe haber buenos sentimientos antes que puras palabras de perdón hacia ellos. Al tener vuestro corazón lleno amor y de perdón, de comprensión y de virtud, es así como levantaréis a vuestros hermanos nuevamente a la Gracia. Quizá vosotros no veáis eso, pero ya el hecho de que vosotros perdonéis y oréis, Yo, vuestro Dios y vuestro Padre, iluminaré a vuestros hermanos, que son Mis hijos también y pese deseo grande de vuestro corazón de que ya sean tocados para su renovación espiritual, llegará, os lo prometo. Por eso os pido nuevamente que de corazón siempre tengáis el Amor de Mi Hijo hacia vuestros hermanos y especialmente por aquellos que estén obrando en el mal.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Satanás continuamente os está atacando, os quiere apartar del camino, os quiere apartar de la vida espiritual.
Hijitos Míos, muchas veces permito que el mismo satanás os ataque, pero siempre con una finalidad, para que vosotros podáis vencer con Mi Gracia y de ésa prueba vosotros crezcáis espiritualmente. Ciertamente muchos de vosotros os habéis dejado enamorar por las cosas del mundo o aún por los poderes satánicos.

Al vosotros separarse de Mí, de Mi Gracia, de Mis Bendiciones, porque creéis no necesitarlas más, quedáis a merced de las fuerzas satánicas. A veces perdéis trabajo, perdéis salud, quizá podáis perder a un ser querido o aún vuestra propia salud y podéis caer en enfermedades graves, largas y dolorosas, pero éste ataque viene de satanás, no es de Mi parte, porque el Amor no puede provocar dolor. El dolor entró al mundo por el Pecado, pero cuando vosotros os separáis de Mi Gracia,  el dolor os ataca, la maldad os ataca y los ataques satánicos muchas veces son muy dolorosos, os deprimen y os llevan a hacer cosas tremendas.  

Si Yo permito esto, Mis pequeños, es para que os deis cuenta de que cuando estáis alejados de Mí, no podéis ser consentidos, porque vuestro libre albedrío  Me dio la espalda, no quisisteis seguir Conmigo, que Soy la Divina Providencia, Soy el que os provee de todo y Soy un Padre y un Padre Amorosísimo, como no hay igual sobre la Tierra.

La maldad os está rodeando constantemente, él os desvía, él os trata de destruir física y espiritualmente. Si vosotros no estáis Conmigo, quedáis totalmente en manos de satanás. Cuando vosotros recibís éstos ataques y ayudados por Mi Gracia recapacitáis y con humildad os regresáis a Mí, es cuando Yo gano un alma renovada, fortalecida, porque luchasteis y vencisteis con Mi Gracia a ésos ataques satánicos. Os repito, satanás continuamente os está atacando, os quiere apartar del camino, os quiere apartar de la vida espiritual, pero muchos, muchos de vuestros hermanos y aún vosotros mismos, Me agradecen la caída que tuvieron, porque cuando se levantan ya están fortalecidos y pueden vencer fácilmente nuevos ataques satánicos, porque ya saben cómo hacerlo.

Un soldado que no va a la batalla no sabe las estrategias del enemigo y no sabe cómo protegerse, cuando ha salido al campo de batalla y lucha y está dentro de la batalla, le duele ver lo que sucede a su alrededor, pero estudia cómo se mueve el enemigo ahí es cuando ése soldado, ése guerrero regresa a su patria fortalecido y más sabio. Así os quiero, Mis pequeños, que en los ataques satánicos y aún en los pecados graves que hayáis tenido, pidáis perdón, purifiquéis vuestra alma con los Sacramentos y regreséis a Mí fortalecidos y dispuestos a seguir luchando, pero ahora ya con experiencia, con vuestros propia experiencia de vida, que esa será más valiosa que aquella que os hayan enseñado con la experiencia de los demás.

Obviamente que Yo, como Padre amoroso, no quisiera que cayerais, que sufrierais, pero estáis en el campo de batalla, estáis en la lucha constante y solamente es a través de ésta experiencia de vida, que podéis crecer y os podréis defender del enemigo. Sabéis que en Mí siempre estaréis apoyados, que seré un Padre comprensivo, que os levantaré cuando hayáis caído y que os protegeré todavía más cuando vengáis a Mí fortalecidos y deseosos de seguir luchando para que Mi Reino se siga implantando sobre la Tierra. Cuento con cada uno de vosotros, Mis pequeños, os amo infinitamente, tened paciencia y veréis que pronto Mi Reino se implantará sobre todos los hombres y sobre todo, aplastará al mal que ahora os rodea.
Gracias, Mis pequeños.