Mensaje a las 2:45 a. m.
Mensaje de Dios Padre a J. V.
Sobre: Todo aquél que de alguna forma trate de cambiar las palabras de la Consagración ó el Rito de la Misa, que afecte la Consagración, estará cometiendo una herejía.
Hijitos Míos, la lucha entre el bien y el mal empezó desde la caída del arcángel Luzbella, quien, a su vez, ocasionó la caída en el pecado de vuestros Primeros Padres, Adán y Eva.
Siendo satanás el príncipe de éste mundo, él ha tratado siempre de destruir Mi Obra de Creación y se ha afanado en tratar de hacerlo de muchas formas, tanto en lo material como en lo espiritual, pero nunca se lo he permitido en totalidad, como él quisiera.
Toda la Obra de Creación está envuelta y, por lo tanto, protegida con Mi Amor, que es lo que él perdió y nunca más podrá recuperar.
A lo largo del tiempo él ha atacado todo lo que viene de Mí y que es un regalo para el hombre y, por envidia hacia el hombre, él os ha atacado de múltiples formas, como guerras, hambre, pestes, destrucción moral y espiritual, etc.
Como ahora estáis viviendo el fin de una época y el principio de otra, él se ha desatado en maldad tratando de evitar que la humanidad goce de Mis Bendiciones, por eso veis su ataque tan fuerte por todos lados del Mundo.
Desgraciadamente el hombre no ve la parte espiritual de todo lo que os está sucediendo a vuestro alrededor y se conforma en explicar los acontecimientos mundiales, como algo “cíclico” y que tiene que suceder, porque ya ha sucedido antes y no pone, prácticamente, nada de su parte para aminorar los acontecimientos que estáis padeciendo.
Os he dicho que lo que estáis viendo y viviendo, a vuestro alrededor y en vuestra vida, es el reflejo real de vuestra vida espiritual. Cuando, en lo espiritual, vivís en paz, en armonía y en amor verdadero, vuestros actos se traducen en un bienestar social, vais transmitiendo, a través de vuestra vida, lo que lleváis en vuestro interior y así vais transformando vuestro entorno haciendo una vida agradable para todos los que entran en contacto con vosotros. Si ahora estáis viendo y viviendo maldad y destrucción, tanto material como espiritual, quiere decir que vuestro interior está destruido también.
Mis pequeños, esto es la obra de satanás en vuestra vida. Con engaños y mentiras os ha ido destruyendo vuestra espiritualidad, os ha llevado a buscar en vuestra vida lo fácil, lo pecaminoso, os ha apartado de las virtudes y del respeto entre hermanos. Os ha hecho buscar amoríos pasajeros en vez de buscar el amor verdadero que perdura toda la vida. Estáis ahora padeciendo vicios y drogadicción que mata cuerpos y almas, os estáis destruyendo en lo personal y como familia al asesinar a vuestros hermanitos que aún no nacen, por medio de los abortos. Ya no buscáis alimento espiritual que alimente correctamente vuestra alma y os conformáis con cualquier cosa que mueva, agradablemente, vuestro interior, sin daros cuenta que poco a poco os habéis vaciado de Mí, vuestro Dios.
Habéis preferido múltiples ídolos en vuestra vida espiritual, porque ellos no os exigen buscar vuestra PERFECCIÓN, lo cual implica trabajo continuo de crecimiento espiritual, y os habéis ido por lo fácil y novedoso, de tal forma que ya no respetáis ni defendéis lo que viene de Mí.
En ésta distracción en la que habéis caído, satanás se ha introducido en todos los ámbitos de vuestra vida y vosotros os habéis tragado el anzuelo, os ha pescado y ahora estáis muertos a Mi Gracia.
Satanás, a través de sus esbirros, se ha introducido a todos los ámbitos de vuestra sociedad controla ya todos los gobiernos de la Tierra, los medios de comunicación, las economías mundiales. Causa guerras y enfermedades, con la creación de nuevos virus y microbios en laboratorios. Controla los climas, con aparatos sofisticados. Os está llevando a tener una vida artificial, humana solamente, dándoos todo aquello que os pueda hacer gozar vuestros sentidos sin causaros algún tipo de arrepentimiento espiritual. Se trata equivocadamente de explicar ya todo, en forma “moralmente aceptable” para que no tengáis traumas que afecten vuestro estado de ánimo y vuestra salud, se os dice: si tu cuerpo lo pide y lo goza, está bien hecho lo que hacéis ó ya no tenéis freno alguno contra vuestra maldad y concupiscencia.
Su siguiente paso es la destrucción de todo lo que venga de Mi Hijo Jesucristo y todas las Enseñanzas que Él os dejó. Mañosamente va desacralizando todo aquello que es sagrado. La Iglesia y las Enseñanzas que os dejó Mi Hijo, también se han visto fuertemente atacadas. A través de la masonería eclesiástica, estáis viendo ya como algunos de Mis ministros y sacerdotes, que se han vendido a satanás, ya no llevan vida ejemplar. Buscan ahora los poderes y las riquezas del mundo, ya no viven la sencillez y la humildad que Mi Hijo os enseñó. Ya no llevan una vida espiritual que sirva de ejemplo a Mi pueblo y, por el contrario, llaman la atención con sus desvíos pecaminosos y sus ostentaciones millonarias. Ahora les encanta rodearse con altos dignatarios del mundo, en vez de salir a buscar al necesitado, en lo económico y en lo espiritual. Su destrucción espiritual es clara y resulta nauseabunda. Dictan leyes y decretos como los antiguos fariseos, afectando claramente Mi Divinidad y el respeto absoluto que Me debe el hombre a Mí, vuestro Dios. Esta masonería satánica que ahora han tomado como su medio de vida, los va a llevar a la condenación eterna.
Os prevengo, Mis pequeños, vosotros los que todavía Me amáis y amáis de corazón todo lo que Mi Hijo Jesucristo os dio, satanás, a través de la masonería, que como veneno se ha introducido por todo el mundo, va a tratar de dar su “toque final” y éste será el de quitaros el Alimento Divino que Mi Hijo os dejó en la Sagrada Eucaristía.
El alma necesita de éste Alimento Divino, para crecer y protegerse contra los ataques de satanás, todo aquél que de alguna forma trate de cambiar las palabras de la Consagración ó el Rito de la Misa, que afecte la Consagración, estará cometiendo una herejía. Todo prelado, ministro ó sacerdote que se haya unido a la masonería satánica, está en contra Mía y es reo de excomunión, por lo que a vosotros, los que estáis Conmigo, no os obliga, en lo absoluto, acatar sus órdenes, las cuales, a todas luces serán perversas para mantener una vida espiritual correcta, según lo que Yo os he enseñado. Se blasfemará Mi Santo Nombre, se atacará y ridiculizará todo lo que venga de Mí y que os pueda santificar. Se le atacará a Mi Hija, la Siempre Virgen María, porque son Sus Tiempos, para vencer a la bestia y a la serpiente antigua.
Mis pequeños, estos son tiempos de gran lucha espiritual y que darán lugar, también, a luchas entre hermanos. Son tiempos para que Me busquéis más y que Me viváis más entre vuestros hermanos. La lucha va a ser cruel, porque cruel es satanás, no va a respetar a nadie ni a nada, sólo quiere burlarse de Mí, vuestro Dios, tratando de destruir Mi Obra de Creación, pero no podrá. Un resto fiel perdurará y lo encadenará con la ayuda de Mi Gracia y con Mi Poder Divino.
Muchas almas morirán, porque no quisieron luchar por su perfección espiritual, no quisieron mantener sus lámparas encendidas y perderán la oportunidad de ver al Esposo en Su Segunda Venida.
Mis pequeños, mucho mal ha sembrado satanás en el mundo, pero Yo sigo protegiendo a los que se han acercado a Mí y que de Mi toman su alimento espiritual. Manteneos en Mí y pronto veréis Mis Promesas realizadas en vuestra vida, los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas que aparecerán para los hijos fieles. Solo faltan unos breves momentos para el cambio, soportad, Mis pequeños, un poco más, os lo pido y, mientras, unid vuestros méritos a los de Mi Hijo para la salvación de aquellas almas que todavía pueden salvarse de la muerte eterna.
Os amo, Mis pequeños, recibid Mis Bendiciones y todo Mi Amor.