Dic 19_07 El cambio que tendrá que sufrir la humanidad, no es un cambio feo, es una transformación.

Mensaje.

Mensaje de La Santísima Virgen María a J. V.

Tema:

  • El cambio que tendrá que sufrir la humanidad, no es un cambio feo, es una transformación en el Amor.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. < br<> Mis pequeños, toda Mi Vida fue ofrecimiento, toda Mi Vida fue donación a Nuestro Dios. Es a lo que os llevo, Mis pequeños, a que vosotros seáis ofrenda viva para Nuestro Dios y Señor, Nuestro Padre y Creador de todas las cosas. Os ha dado la vida, pero, lo más importante, Mis pequeños, os ha dado Su Amor. Todas las almas reciben el Amor de Nuestro Padre y Dios, de Mi Señor y Mi Dios, pero no todas las almas abren su corazón al Verdadero Amor, al Amor Puro y Santo, que solamente puede venir de Nuestro Dios y Creador.

Mis pequeños, la misión a la que a vosotros se os ha encomendado, es la de dar vida en el Amor, lo sabéis, porque estáis siendo preparados para eso, para que las almas vayan recuperando el Amor perdido por vuestros Primeros Padres.

Mis pequeños, ¿qué más grande tarea y más bella, que la de llenarse del Amor de Nuestro Dios y transmitirlo a vuestros hermanos? El cambio que tendrá que sufrir la humanidad, no es un cambio feo ni desagradable, como muchos esperan, es una transformación en el Amor, porque Nuestro Padre y Nuestro Dios es Amor. Fuisteis creados en el Amor, vivís para el Amor, Él no os puede preparar nada feo ni desagradable para vuestra vida, tanto espiritual, como humana. Estáis siendo preparados para ser transformados en una vida de Amor. Dejaos, Mis pequeños, que Yo os vaya guiando, que Yo os vaya transformando con la ayuda de Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, simplemente, dejadMe a Mí, vuestra Madre, la libertad de ir eliminando de vuestro ser, de vuestro interior, de vuestra presencia, todo aquello que sea negativo ante los Ojos de Nuestro Dios. DejadMe a Mí, la purificación de vuestro cuerpo y de vuestra alma. Así como la Madre va alimentando, va ayudando a crecer al bebé, lo limpia, lo cuida, lo lleva, lo guía, Yo también, como Madre vuestra, tengo ésta misión, hacer de ésta humanidad un nuevo pueblo, el pueblo del Amor. DejadMe pues, Mis pequeños, que Yo os vaya uniendo, que Yo os vaya guiando, dejadMe la libertad de presentarMe Yo, ante Mi Dios, con vosotros, e iros presentando a cada uno de vosotros, para ser consagrados a Su Amor.

Mis pequeños, ¡cuántas bellezas os tiene preparadas Nuestro Dios y Señor!, bellezas santas, bellezas que no os imagináis, Mis pequeños, porque todavía el hombre no está preparado para las grandezas de Nuestro Dios, por el pecado que todavía aceptáis en vuestro corazón, por eso es necesario que vosotros os dejéis, os donéis, Me dejéis a Mí, vuestra Madre, que os vaya limpiando y purificando, para que gocéis de todos éstos regalos que tiene preparados Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad. Cosas bellas y grandes vendrán, pero necesitáis ser preparados para gozarlas, dejaos, como niños pequeñitos que Yo os limpie y podáis gozar después, de todas éstas bellezas.

Os bendigo, Mis pequeñitos, dadMe vuestra mano, dejadMe que Yo vaya guiando vuestros pasos y no os salgáis del redil de Mi Hijo, voy juntando el rebaño alrededor del mundo. Sois de Mis elegidos, porque habéis abierto vuestro corazón al Amor de Nuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños. (Lenguas…)