Nov 22_07 El estado de Gracia os va a asegurar un derrame de Bendiciones.

Rosario

Mensajes de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Temas:

  • El estado de Gracia os va a asegurar un derrame de Bendiciones, de conocimiento, de Sabiduría Divina.
  • No os sintáis abandonados, estáis siempre unidos en ésta Santidad, en ésta Comunión de hermanos vuestros.
  • Ponedme a Mí, vuestro Dios, siempre primero antes de vuestras acciones, de vuestros pensamientos y de vuestras palabras.
  • No dudéis nunca, Mis pequeños de Mí, vuestro Dios, que nunca os abandonaré y que siempre estaré a vuestro lado.
  • El dolor ofrecido, el gozo ofrecido, vuestros agradecimientos ofrecidos, alcanzan un valor infinito cuando los unís a Mí, a los Míos, a Mis méritos
Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: El estado de Gracia os va a asegurar un derrame de Bendiciones, de conocimiento, de Sabiduría Divina.

Hijitos Míos, todo lo creado tiene un principio y un fin. Vosotros hijos Míos, habéis sido creados para llevar a cabo una misión, una misión grande para la renovación del género humano, para la salvación de vuestros hermanos, para que Mi Reino se dé sobre la Tierra, fuisteis creados para gozar Mi Amor y transmitirlo a vuestros hermanos.

Ciertamente cuando todo fue creado, que no estaba afectado por el pecado, todo iba a ser bello, eterno, grandioso, no se vivía en el Tiempo, no había vejez, no había dolor ni enfermedad. El pecado alteró todo lo creado y fue creado el Tiempo y por eso ahora todo lo creado tiene un principio y un fin.

Sí, anteriormente, las almas, antes del Pecado, iban a tener un principio y también un fin, pero se iba a dar sin molestias, sin dolores, no como ahora lo tenéis, simplemente entraríais a actuar en la Tierra, a actuar en lo material, gozar de lo material y después os tomaría para regresar a lo espiritual, a ésa vida Conmigo, eterna en el Reino de los Cielos. Ahora estáis en el Tiempo, vuestro tiempo es corto sobre la Tierra, venís a misionar, venís a reparar el Pecado de vuestros Primeros Padres, venís, ciertamente, también a gozar de Mi Creación, pero hay sufrimiento, dolor, enfermedad y muerte y muchas veces ó la más de las veces, la muerte es dolorosa y no solamente para el cuerpo, sino dolorosa para el alma, porque si antes del pecado estarías viviendo en estado de Gracia constantemente, ahora, al vivir bajo los efectos del pecado durante vuestra vida, estáis constantemente cambiando vuestro estado en el alma, a veces en pecado, a veces en estado de Gracia y ésa inseguridad de cómo estaréis para cuando os presentéis ante Mí, vuestro Dios, al final de vuestra existencia aquí en la Tierra, es lo que le causa inestabilidad al alma y sufrimiento en sus últimos momentos, además de los ataques satánicos que tiene el alma aún en los últimos minutos y segundos de su vida terrena.

Mis pequeños, os digo todo esto, para que vuestra vida siempre esté preparada para recibirMe, para recibir el gran regalo, para recibir a vuestro Dios y vivir Conmigo eternamente. Luchad para que vuestra alma siempre se encuentre en estado de Gracia, para que podáis mantener el mayor tiempo posible la Gracia que Yo os concedo por el Sacramento de la Confesión, y que, por medio de la Eucaristía, podáis hacerla crecer más alimentándoos continuamente con ella.

El estado de Gracia os va a asegurar un derrame de Bendiciones, de conocimiento, de Sabiduría Divina, de tal forma es así y como os he explicado anteriormente, que a vosotros os da por criticar ó por alabar el exterior del hombre, ya sea por la forma de vestir, o por las posesiones que ella tenga, juzgáis lo que ésa persona vale por lo mucho que tiene de lo material, por el cúmulo de todo lo que ha logrado obtener a lo largo de su vida sobre la Tierra y estáis equivocados, Mis pequeños. Yo no juzgo por la apariencia externa ó por la materialidad del hombre, Yo juzgo por lo que el hombre ha hecho por su alma, a qué niveles de espiritualidad la ha llevado, cuánto ha crecido y cuánto bien ha dado a sus hermanos, así juzgo al hombre y así es como seréis juzgados al final de vuestra existencia. Así encontraréis hermanos vuestros que quizá no tengan mucho de lo material, pero son inmensamente ricos en lo espiritual y de ellos deberéis aprender para alimentaros, para crecer, para tomar de su experiencia, experiencia de vida consagrada a Mí, vuestro Dios, una consagración, muchas veces íntima, personal, no necesariamente otorgada por la Iglesia, como para ser religiosos ó sacerdotes. Muchos de vuestros hermanos llevan una vida íntima muy grande, unida a Mí y así os como se dan los grandes santos. Esa donación espiritual que tienen Conmigo, es una donación total que tienen hacia Mí, dando fruto entre vosotros, Mis pequeños.

Así pues, os pido que tengáis el discernimiento santo para que aprendáis a juzgar como Yo juzgo, en lo espiritual y no en lo material y menos en lo que aparente algún hermano vuestro en su forma de vestir ó en las posesiones que muestren a vosotros. Buscad el corazón y no las posesiones.
Os bendigo, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: No os sintáis abandonados, estáis siempre unidos en ésta Santidad, en ésta Comunión de hermanos vuestros.

Hijitos Míos, ahora más que nunca os dais cuenta de cómo satanás está diseminando su maldad por todos los pueblos de la Tierra. Ahora os dais cuenta cómo el satanismo, la brujería, la hechicería y tantas, tantas obras maléficas, que ha diseminado satanás a lo largo del mundo, están afectando muchísimas almas. Algunas veces se van tomando todas estas cosas con inocencia, pero después, el mismo satanás os involucra tanto y os envuelve en su mentira, que ya no se puede salir de ello. Por eso la fuerza satánica ha crecido tanto y estáis viendo cómo está afectando a todos los pueblos de la Tierra.

Esa fuerza satánica está haciendo que muchas almas pierdan su espiritualidad, se dejan llevar por las cosas fáciles que satanás os ofrece, pero no os dais cuenta que él se cobra en mayor proporción de lo que da, a tal grado que muchas almas se condenan porque él se cobra de una forma muy grande, os quita vuestra libertad, os quita vuestra espiritualidad y os esclaviza a su maldad.

Muchos de vosotros os sentís solos, os sentís impotentes, porque sentís que vuestra oración no es escuchada por Mí, vuestro Dios, desgraciadamente satanás, cuando se le pide algo, rápidamente os lo concede, y por eso preferís muchas veces acudir a él, que os va a dar ése regalo que será efímero, pero que luego se va a cobrar, os repito nuevamente, en forma desproporcionada y cruel y no esperáis a lo que Yo os puedo conceder, que como Padre Sabio y amoroso, siempre os concederé lo que realmente necesitáis y no lo que Me pedís, que muchas veces, quizá si os concedo lo que Me pedís, os pueda hacer más daño que bien.

Mi Sabiduría Santa y amorosa siempre os va a llevar por buenos caminos, seguros, viviréis en libertad y no en la agonía a donde lleva satanás. Os vuelvo a recordar, Mis pequeños, que vuestra oración siempre es escuchada por Mí y si vuestra oración va acompañada de arrepentimiento, Yo tomaré vuestra alma y os acercaré a Mi Corazón y haré todo lo posible para que os apartéis del mal y volváis a Mí, pero recordad, Mis pequeños, que vivís en la Comunión de los Santos, cuando unís vuestra oración a la de Mi Hijo, a la de las almas del Cielo, a la de la oración de los Ángeles, que están siempre ante Mi Presencia, a la oración de las Benditas Ánimas del Purgatorio y os unís a las almas orantes de la Tierra, entonces, vuestra oración se vuelve poderosísima, estáis uniéndoos principalmente a la oración con Mi Hijo y luego con la de vuestros hermanos.

Así pues, Mis pequeños, no os sintáis abandonados, estáis siempre unidos en ésta Santidad, en ésta Comunión de hermanos vuestros que también sufrieron en su misión aquí en la Tierra, pero lucharon y alcanzaron la santidad. Ellos siempre van a estar con vosotros ayudándoos a salir adelante en vuestros problemas y creciendo en virtud y en Amor.
Os amo, Mis pequeños y siempre estáis Conmigo para obtener vida eterna.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: PonedMe a Mí, vuestro Dios, siempre primero antes de vuestras acciones, de vuestros pensamientos y de vuestras palabras.

Hijitos Míos, cuando Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, os he dado los Mandamientos, Mi Ley sobre la Tierra, os he dado el Primero, principalmente, para que Me tuvierais siempre presente en vuestra vida y en todos vuestros actos. Al tenerMe a Mí, presente, pidiéndoMe permiso para llevar a cabo vuestras acciones, agradeciéndoMe vuestras acciones, pidiendo consejo para vuestras acciones etc., siempre poniéndoMe a Mí, presente para todos vuestros actos, de ésta forma el alma está segura de estar obrando en el Bien, sabiamente, siempre en Amor, porque Yo Soy Amor y vosotros debéis vivir en el Amor. El resto de los Mandamientos era para que crecierais en virtud.

El Amor siempre debe estar primero en vuestra vida, si estáis envueltos en el Amor, vuestros actos serán grandiosos a Mis Ojos, las Virtudes se dan, precisamente teniéndoMe siempre primero en lo que vayáis a hacer. Si realmente vivís en el Amor, actuaréis sabiamente en vuestra vida. Si vais meditando cada uno de los Mandamientos que Yo os di, veréis que son de la vida diaria, son acciones que os pueden llevar hacia el mal, pero si vosotros lucháis contra ellas, creceréis en virtud y eso es lo que os he pedido continuamente, que viváis con Mi Amor y que actuéis siempre en virtud. De ésta forma, así, viviendo a lo largo de vuestra vida, aseguraréis fácilmente el Reino de los Cielos, seréis ejemplo santo para vuestros hermanos, ayudaréis a muchas almas a llegar a Mí, a crecer también en Amor y en Virtud, ayudaréis al desvalido, ayudaréis al que necesita crecimiento espiritual, porque seréis ejemplo y acudirán a vosotros.

Mis pequeños, es Mi Sabiduría Santa la que hace que crezcan las almas, pedídMela constantemente, pero sobre todo, ponedMe a Mí, vuestro Dios, siempre primero antes de vuestras acciones, de vuestros pensamientos y de vuestras palabras.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: No dudéis nunca, Mis pequeños de Mí, vuestro Dios, que nunca os abandonaré y que siempre estaré a vuestro lado.

Hijitos Míos, he permitido éste tiempo de tribulación, de dolor, para que brote de vosotros Mi Vida, lo que tanto se os ha dado, Mi Amor.

Mis pequeños, estos tiempos de tribulación os llevarán a una escasez de alimentos, luchas fraternas, maldad entre los hombres, robos, asesinatos. Se verá por un lado la maldad de satanás difundida fuertemente sobre la Tierra, pero como os he dicho, Yo nunca abandono al hombre y menos a las almas que se han dado a Mí y en medio de toda esa obscuridad, de ésa maldad, que se verá en todos los pueblos de la Tierra, surgirán luces que os harán notar que Mi Presencia sigue entre vosotros, alumbrarán a las almas, las almas tendrán a dónde ir, podrán ellas obtener de éstas almas Mi Gracia y Misericordia y Milagros grandes que harán que éstas almas atribuladas, tengan un sustento espiritual y no se dejen vencer por la maldad satánica.

Ciertamente habrá mucha tribulación, escasez, maldad, pero como os digo, si vosotros, dejando entrar Mi Gracia en vuestro corazón y manteniendo la paz, que solamente puede venir de Mí, ayudáis a vuestros hermanos, tanto en lo espiritual, como en lo material con lo poco que tengáis, Mi Promesa, ciertamente, llegará a vosotros, de que se os recompensará al ciento por uno, de lo que vosotros deis, tanto de lo material como de lo espiritual. Yo estaré con vosotros, Mi Presencia estará con vosotros, vuestros  hermanos Me verán a Mí en vosotros y vuestros hermanos recibirán directamente de Mí a través de vosotros.

Confiad, Mis pequeños, estáis como representantes Míos en la Tierra, luchando contra las fuerzas de satanás y os he dicho que sabéis que, satanás nunca podrá vencerMe a Mí ni a los que están Conmigo, os atacará, pero venceréis siempre, Mis pequeños y esto os lo digo para que estéis contentos y seguros de vivir éstos momentos de tribulación. Contentos porque a pesar del sufrimiento que haya a vuestro alrededor y de la escasez, sabréis que estáis viviendo para Mí, vuestro Dios y para dar fruto abundante en éstos tiempos. Seguros deberéis vivir, también, de saber que Yo Soy vuestro Padre, Soy la Providencia Divina que os dará lo que necesitéis, en lo material y en lo espiritual, y así vuestros hermanos se alimentarán de vosotros, en lo espiritual y en lo material y tendrán un ejemplo santo en vosotros para alcanzar su salvación eterna. No dudéis nunca, Mis pequeños de Mí, vuestro Dios, que nunca os abandonaré y que siempre estaré a vuestro lado. Si estáis Conmigo, ¿quién podrá contra vosotros?
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: El dolor ofrecido, el gozo ofrecido, vuestros agradecimientos ofrecidos, alcanzan un valor infinito cuando los unís a Mí, a los Míos, a Mis méritos.

Hijitos Míos, Soy vuestro Hermano, Jesucristo, que os conoce perfectamente como seres humanos, porque Yo también, estuve sobre la Tierra, padecí el sufrimiento que el hombre sufre, los dolores y todo cuanto podéis padecer en lo material, en lo físico y en lo espiritual. Ciertamente sufrí escasez material, fui muy pobre, Mis Padres fueron muy pobres en lo material aquí en la Tierra, inmensamente ricos en lo espiritual, porque Me tenían, tenían a Su Dios en su Familia. También sufrí los dolores que se causan con un golpe, una caída, un descalabro. También tuve dolores morales al ver amigos sufrir o morir, por eso os digo que os conozco perfectamente como hombres y también conozco vuestro interior en vuestra alma.

Mis pequeños, Mi Vida se desarrolló como un hombre común y corriente, pero siempre llevando Mi Divinidad interna y dándola a todos vuestros hermanos.

Mis pequeños, quiero deciros esto para que nunca os sintáis abandonados, que creáis que Yo estoy muy lejos de vosotros, Yo, como Hermano vuestro continuamente estoy velando por vosotros, si antes de Mi llegada el dolor no era santificante, ahora, vuestro dolor, ofrecido a través Mío, es santificante para vosotros y santificante para vuestros hermanos. Os quiero pedir que éstos tiempos de tribulación que estáis viviendo y tendréis, os unáis Conmigo, con vuestro Hermano Dios, para que vuestro dolor, que Yo también tuve y que continuamente ofrecí por vuestra salvación, lo unáis al Mío, de tal forma que el dolor, vuestros padecimientos y sacrificios, siempre estén unidos a los Míos, ya que vuestra función aquí en la Tierra, vuestra misión personal debe ser esa, la salvación de las almas, tal y como Yo lo hice.

Os he dicho que ciertamente, muchos de vosotros no sufriréis los dolores de la Cruz, no sufriréis de la misma forma como sufrí Yo, vuestros dolores de todos los días unidos a Mí, también tendrán el mismo mérito, porque Yo elevaré vuestra donación, en oblación, a Nuestro Padre y Él otorgarán las bendiciones que caerán sobre vosotros y vuestros hermanos. Por eso os pido no desperdiciéis ni un segundo de vuestra vida sin ofrecérMela. El dolor ofrecido, el gozo ofrecido, vuestros agradecimientos ofrecidos, alcanzan un valor infinito cuando los unís a Mí, a los Míos, a Mis méritos y así, habrá inmensidad de almas que alcanzarán bendiciones y salvación eterna, gracias a vosotros, Mis hermanos, Mis pequeños.

Por eso os pido nuevamente, alegraos, alegraos en el sufrimientos, porque estaréis Conmigo también alegres, salvando almas, llevándolas a Mi Padre, llevándolas al gozo eterno.
Gracias, Mis pequeños.