Jun 16_99 Los Míos serán conocidos por sus frutos.

Mensaje de Dios Padre a J.V.

Habla Dios Padre,
Sobre:Los Míos serán conocidos por sus frutos.

Hijitos Míos, hoy os quiero explicar más ampliamente, la frase que Mi Hijo Jesucristo os enseñó, cuando os dijo que los que eran Míos serían conocidos por sus frutos.

Vosotros, al ver una semilla, generalmente conocéis el fruto del cuál proviene. Si véis una florecita en botón o un arbolito pequeño, conocéis de dónde viene. Así deberéis ser vosotros. El fruto que deis será Mi Palabra que os enseñó Mi Hijo Jesucristo. Vuestros hermanos deberán conocerMe a través vuestro. Vuestros hermanos deberán llenarse de Mi Sabiduría a través de aquellos que se les ha dado el don de transmitirla, porque Mi Santo Espíritu está actuando en ellos. Vuestros hermanos deberán agradecerMe todo lo que obtienen, en enseñanzas, por el ejemplo que reciben de aquellos que las viven.

“Por sus frutos los conoceréis”, es así que son Mis verdaderos hijos. Así eran los primeros cristianos, unidos en un mismo espíritu y viviendo las Enseñanzas de Mi Hijo.

¿De qué le sirven a un rey, a una reina ó a una persona muy rica, tener joyas finísimas, si las mantienen guardadas en un cofrecito? ¿De qué le sirve a un hombre sabio tener tanta sabiduría si no la comparte con los demás? ¿De qué le serviría a una persona estar plena de amor, si no lo vive con su Dios ni con sus hermanos? ¿De qué le serviría a una persona ser un gran santo, si no comparte los frutos de la santidad con los demás? Los frutos, o sean las acciones, son los que van a demostrarMe que vosotros sois Míos.

Vuestros frutos pueden ser de vida interior y/o de vida exterior. Cuando son de vida interior, éstos tendrán una vida mística en Mí, ésa alma estará en íntimo contacto Conmigo y, de hecho, así debe ser cada alma en cada uno de vosotros. Debéis ser místicos, porque es la forma de comunicación, por excelencia, entre Mi, vuestro Dios y Señor, con vosotros, Mis creaturitas. Pero no os podéis mantener sólo en ése misticismo, porque si no Mis Palabras, Mis Enseñanzas, Mi Vida, no se podrían dar a los demás y ser así, ejemplo de vida en Mí, no podríais ser instructores al dar ejemplo de vida ó enseñando a otros a alcanzar, también, la vida mística. Todo lo Mío en ellos quedaría estéril y eso no está bien. Yo Soy Padre de todos vosotros, de todo el género humano y todos tenéis el derecho de recibir Mis Enseñanzas de aquellos a los cuáles he escogido para transmitir Mi Voluntad.

¿Qué hubieran hecho en la antigüedad, Mis hijos, si no hubiera Yo hablado por medio de Mis Profetas? ¿Se hubieran transmitido Mis Palabras y Mi Voluntad si quienes las recibieron hubieran sido personas que no las vivieron primeramente y que, además, hubieran sido un mal ejemplo en la comunidad? ¿Se hubieran transmitido Mis Enseñanzas, las que os dio Mi Hijo Jesucristo, si El no hubiera hecho vida todo lo que os enseñaba? ¿Hubieran podido Sus apóstoles y discípulos llevar Sus Enseñanzas a todo el Mundo si no las hubieran aceptado en su corazón y luego, al hacerlas vida, permitir que Mi Hijo Se manifestara plenamente a través de ellos?

Por sus frutos fueron conocidos todos ellos. Y ahora, en éstos tiempos, vuestro tiempo, ¿Puedo, Yo, confiar en vosotros, Mis hijitos, que ya habéis recibido las Enseñanzas de Mi Hijo Jesucristo, el que podáis transmitirlas? ¿Puedo Yo descansar y estar seguro de que lleváis bien grabadas las Palabras y la Vida que os enseñó Mi Hijo y que las ponéis en práctica tanto interiormente, para tener vida Conmigo, como exteriormente, para llevarMe a los demás y ayudarles en su crecimiento espiritual? Si no es así, Mis Palabras han caído en tierra estéril ó en poca tierra, en donde la plantita no crece mucho, no da fruto y muere pronto. Estos últimos son los que a veces son “buenitos”. Los mueve Mis Enseñanzas, los mueve una buena acción, pero no viven ésa moción por mucho tiempo ó no defienden Mis Enseñanzas ni Mi forma de vida que os pido, cuando las condiciones de vida se os vuelven adversas.

Ya os he dicho que aparto de Mí a los que son tibios; son hijos Míos que no dan, como se debe dar: A veces son Míos y a veces son de Mi enemigo, según se les vayan presentando las situaciones en su vida, son convenencieros. ¿Cómo pueden ser buen ejemplo, de que son Míos, aquellos que, mientras están en el Templo son gran ejemplo de devoción y respeto hacia Dios, pero al salir a la calle, es su ligereza espiritual ó sus bajas pasiones las que van a predominar?

Recapacitad, hijitos Míos, ¿estáis dando buen fruto? ¿Estáis siendo un buen ejemplo como para que quienes os estén mirando se digan, yo quiero ser como él porque veo que vive con Dios, hace las cosas de Dios, transmite a Dios y vive, por lo tanto, bendecido por Dios? ¿Puedo Yo confiar en vosotros en ésta forma como para no ser arrancados y echados al fuego eterno, porque verdaderamente Me estáis ayudando a transmitir Mis Enseñanzas y a ayudar a que Mi Reino se muestre entre vosotros y no, por el contrario, Me estáis contagiando a las otras plantitas de Mi jardín con vuestro mal proceder y Me las enfriáis espiritualmente?

El tiempo de la ciega se acerca, ¿a qué tipo de fruto pertenecéis? ¿Al que es dulce y sabroso al paladar, porque sois de los que vivís Mis Palabras y Mis Enseñanzas y os buscan para apagar su sed espiritual, porque sois fuente de vida por vivirMe en vuestro interior y en vuestras obras, o sois hierba mala, hierba amarga que ni vive interna ni externamente Mi Vida y que Mis otros hijitos os rechazan, no os buscan, porque de vosotros no sale, prácticamente, ningún bien?

Por sus frutos los conoceréis. Aquellos que no den fruto, como la higuera que secó Mi Hijo y dio orden de que la cortaran y la quemaran, porque, a pesar de que se le abonó, se le dio bastante tiempo para que tuviera oportunidad de producir y no produjo, así, también, serán tomados, cortados y echados al fuego eterno los que no hagan las cosas que vieron hacer a Mi Hijo Jesucristo.

Si tenéis una pecera con peces finos, a los que amáis, a los que cuidáis y que os son muy valiosos, no les vais a poner un pez voraz para que se los coma o les destruya sus lindas aletas. Los pececitos finos son todos aquellos que siguen Mis Enseñanzas, las viven y las agradecen; el pez voraz son todos aquellos que dan mal ejemplo, viven atacando a los Míos, se aprovechan de ellos, les tratan de destruir su vida espiritual ó simplemente, no les ayudan a acrecentarla, ni en su hogar ni con el ejemplo entre la comunidad.

Es ahora el tiempo en el que se escogerán a los elegidos del Reino. Los que han dado fruto y se han mantenido y se mantendrán dándolo, a pesar de las tribulaciones que han tenido y aún tendrán. Es el tiempo de dejar a la Tierra habitada con almas que den fruto, que llenen a la Tierra de Mi Vida, que protejan la integridad de Mi Santo Nombre y de Mis Enseñanzas dadas por Mi Hijo a través de Mi Santo Espíritu.

Es el tiempo en el cuál se vivirá la hermandad entre todos los pueblos de la Tierra; en donde todos se verán como hermanos e hijos de un mismo Dios, Yo vuestro Padre Celestial. Este es el principio del tiempo en el que el Amor se vivirá en plenitud, por Obra y Gracia de Mi Santo Espíritu. Se os dará vida en abundancia y la transmitiréis a todos vuestros hermanos, porque los que son Míos, no pueden retener lo que han recibido de Mí. Por amor a sus semejantes lo transmiten, para que así ellos, también, Me agradezcan los favores y bendiciones con los que os colmo y os consiento.

Estad preparados, hijitos Míos. Haced un recuento de vuestra vida y reparad el daño que Me causasteis, para que ello os lleve a un cambio profundo y verdadero y así os volváis fruto bueno, árbol frondoso que os ayude a obtener vida eterna.

El Tiempo venidero, Mi Reino, será para todos aquellos que hayan dado buen fruto y sean reconocidos por sus obras, obras que vayan en concordancia con las Palabras y Vida de Mi Hijo Jesucristo.

Pedid a vuestra Madre Santísima Su ayuda y Su Guía, Ella que todo lo sabe, para acercarMe a Mis pequeños a Mi Corazón.

Yo os bendigo y perdono de todo mal a todos aquellos que con corazón contrito y deseosos de cambio sincero en su vida futura, se acerquen a Mí, a su Dios y Señor.

Reciban todos Mi Santo Espíritu para que os volváis “fruto” sabroso a Mi Paladar y al de vuestros hermanos y semilla que germine en los corazones para ayudaros a alcanzar el Reino que os tengo prometido.