Mzo 29_99 Vivir la Vida en un Solo Corazón.

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J.V.

Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Vivir la Vida en un Solo Corazón.

Escribe hijito Mío. Os quiero hablar e instruir sobre lo que es el vivir la vida en un solo corazón.

Fuisteis creados por el Amor de un solo corazón, el de Mi Padre. Vinisteis para servir a un solo corazón, el de Mi Padre. Vinisteis a traer el amor que se desarrolla en un solo corazón, el de Mi Padre.

La vida que tenéis se la debéis a Mi Padre y así debe ser dada de vuelta, debéis daros a El como El continuamente se da a vosotros.

Yo vine a servirLe. Mi  Vida transcurrió en una total entrega y donación.

Mi Vida se desarrollaba solamente para Sus Intereses y así se lo hice notar a Mis Padres de la Tierra, cuando después de tres días perdido, Me encuentran en el Templo platicando con los ancianos sacerdotes, “Yo vine a hacer las cosas de Mi Padre”. Yo vine a enseñaros lo que El Me indicó que os dijera, aceptando en todo momento Su Voluntad.

Entre Mi Madre Santísima y Yo, se desarrollaba un vínculo misterioso y santo. Ella conocía Mis Intenciones. Ella conocía Mi Misión. Ella apoyaba Mis Decisiones. Ella Me apoyaba en la oración. Su Vida era de continua donación a Su Hijo, a Su Dios. Toda Su Vida era donación, oración, sacrificio llevado siempre en lo más íntimo de Su Corazón. Nuestros dos corazones nunca se apartaron de la Voluntad de Nuestro Padre y Creador. Ella conocía perfectamente lo que yo iba a vivir, a padecer y cómo iba a morir y conocía, también, Mi Gran Triunfo sobre la maldad y la muerte y no se separaba de Mí; éramos dos corazones en uno y el Nuestro, uno en el de Nuestro Padre Dios.

Tentaciones las tuvimos y nunca nos separamos de la Voluntad de Mi Padre.
Quise mostraros que Yo podía caminar por el mundo sin caer en sus pasiones, ni en sus pecados, ni en sus distracciones, a veces, aparentemente buenas pero que os separan del vivir la vida en Nuestro Dios.

Yo pedí a Mi Padre por vosotros durante toda Mi Vida, tanto en la oculta como en la pública. Siempre estuvisteis en Mi Pensamiento y en Mi Corazón, porque, también así, es la forma en la que estáis con Mi Padre, en Su Pensamiento y en Su Amor. Yo también Le pedí a Mi Padre por vuestra misión y los acercaba a Su Corazón diciéndoLe: “Padre te pido por ellos, para que seamos uno como Tú y Yo somos Uno”. Yo ya os unía a Su Voluntad y a Su Querer. Yo ya os estaba dando la fortaleza y las virtudes de antemano para que las tomarais y de ella os alimentarais y así cumplierais, unidos a Nosotros, con vuestra misión de amor y donación que cada uno de vosotros tenéis para con vuestro Padre Celestial. Vinisteis, igual que Yo, a servir y vuestros semejantes, para transmitirles la Vida de Gracia y de Amor que Mi Padre puso en el alma de cada uno de vosotros. Sois prolongación del Corazón de Mi Padre, como lo Soy Yo. Sois vida de Amor, porque fuisteis creados por el Amor de Su Corazón.

Vuestra misión es grande, es inmensa, a los Ojos de Mi Padre y Míos. En cada uno de vosotros Yo trato de vivir, cuando así Me lo permitís y cuando Me lo permitís, es cuando nos volvemos un solo corazón en Mi Padre. Porque, si hacéis una sola voluntad Conmigo, vuestro Salvador, Yo hago un solo corazón, una sola voluntad con vosotros y como Yo vivo unido, perfectamente, al Corazón y a la Voluntad de Mi Padre, por consecuencia os volvéis un solo corazón con Mi Padre.

Hijitos Míos, ¿os dais ahora cuenta de la importancia TAN grande que os reviste el de saberos servidores e hijos de Mi Padre? ¿El de saber que vuestra estancia sobre la Tierra, es una misión de amor igual que la Mía y que eso os concede el vivir en un solo corazón y en una sola voluntad con Mi Padre? ¿Ahora os dais cuenta que al vivir así unidos tendréis derecho al gozo eterno, a un gozo inmenso de gloria, si lográis llevar a cabo y terminar vuestra misión sobre la Tierra de una manera amorosa y santa como Yo la llevé cuando pasé Mi Vida humana entre vosotros?

La vida en unión, la vida en un solo corazón al servicio del Amor, sólo os va a traer felicidad actual y eterna y aunque en la actual, las espinas y las piedras del camino no las vais a poder eliminar, sí, en cambio, se volverán más llevaderas y aún más, se volverán causa de una mayor santificación al unirlas a Mis Méritos, como os lo he enseñado.

La vida en un sólo corazón debe significar en vuestras vidas, el buscar primero Mis Intereses de salvación, de propagación de Mis Verdades y de Mi Amor entre todos los vuestros.

La finalidad de ésta intención divina es la de restaurar el mundo caído en el pecado. Es la de restaurar la obra de amor que Dios, Nuestro Padre, creó para dar gozo eterno a Sus hijos, que sóis todos vosotros. El necesita de vuestra entrega. El necesita de vuestra libre donación para ser tomados como instrumentos entre Sus Divinas Manos y así, a través de cada uno de vosotros, ir reestructurando lo que el pecado dañó.

Sois corredentores Conmigo, sois vida divina cuando os dejáis mover por las intenciones de Mi Padre, para ir restaurando lo perdido en las almas por causa del pecado. Sois camino de perfección cuando aprendéis a ser ejemplo de amor al permitirMe ser otros Cristos en vosotros mismos y así, Yo mismo, vuelvo a sanar corazones, a resucitar muertos de alma y cuerpo, a dar vida eterna a todos vuestros hermanos a través vuestro, a través de vuestro libre olvido a vuestras humanas intenciones y de la unión de voluntades con vuestro Creador y Redentor.

Daos cuenta que el vivir en la Unión de corazones va a producir felicidad a vuestro Dios, porque El ahora vivirá el paraíso perdido por vuestros Primeros Padres, en vuestros corazones. Volverá a hacer, en el corazón de cada uno de vosotros, Su Paraíso Terrenal y así se podrá tener, nuevamente, el Reino de Dios en la Tierra, o sea, el Reino de Dios en cada uno de Sus hijos que vivan sobre la Tierra, porque vivirán en una sola voluntad, sumergidos en las intenciones de un solo Corazón, el de Mi Padre.

Hijitos Míos, que vuestras intenciones ya no sean las vuestras, que vuestro vivir ya no sea el vuestro, que vuestro caminar ya no sea el vuestro, que vuestra entrega a los demás ya no sea la vuestra, que vuestra presencia sobre la Tierra ya no sea la vuestra, que vuestra vida TODA sea la de Mi Padre en vosotros y así seáis como Yo, vida unida íntimamente en un sólo corazón, en una sola voluntad.

“Padre, Te pido que ya todos ellos sean uno, como Tú y Yo somos Uno”.

Os envío a Mi Santo Espíritu, por intercesión y gracia de Mi Madre, la Siempre Virgen María, para que os dé luz, la Luz Verdadera, para guiaros por el camino de las Verdades de Mi Padre y de las que Yo os enseñé, que son las de El. Sed uno Conmigo, para ser Uno con Mi Padre.

Yo os bendigo en el Nombre Santísimo de Mi Padre, en Mi Santísimo Nombre y en el del Espíritu de Amor y Sabiduría. Que Mi Santa Madre, Corazón Santísimo unido al Mío, en perfecta donación, os atraiga al Mío y os volvamos todos Uno como lo Soy con Mi Padre.