Feb 19_99 Buscad primero el Reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura.

Mensaje de Dios Padre a J.V.

Habla Dios Padre,
Sobre: Buscad primero el Reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura.

Escribe hijito. Hoy te quiero instruir sobre el significado de la enseñanza de Mi Hijo Jesucristo cuando dijo: “Buscad primero el Reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura”.

Hijitos Míos, el Reino de dios debiera ser vuestro único fin por buscar y al así hacerlo, por consecuencia, lo estaríais transmitiendo a vuestros hermanos. El Reino de Dios, Mi Reino, es Mi Vida misma, es Mi vivencia en cada uno de vosotros, es la vida de Amor que he puesto en cada uno de vosotros pero que no todos la aprovecháis, porque acalláis Mis llamados que os doy en cada momento de vuestras vidas. Vivir en Mi Reino, es vivir el Cielo mismo ya desde la Tierra, puesto que Me atendéis, Me lleváis, Me transmitís y así contagiáis Mi Amor, Mi alegría, Mi vida misma a todos vuestros semejantes.

Buscar el Reino de Dios primero, es actuar con sabiduría, sabiendo que no hay nada en el Universo entero más grande que el vivir para nuestro Dios, no hay nada más bello que el servir a vuestro Dios, no hay nada más remunerador que el alegrar a vuestro Dios.

El Reino de Dios es lo que cada alma desea, pero vuestro cuerpo, vuestra carnalidad, vuestras pasiones, vuestro orgullo y vuestra ceguera, no la deja venir a Mí, Su Creador. El alma clama vida divina, el cuerpo detiene el llamado y muchísimas veces lo acalla totalmente, produciéndose para el alma la muerte espiritual y, por consecuencia, la condenación eterna. El alma vive de Mí y necesita su sustento de Mi Gracia y del alimento que Mi Hijo os dejó en la Sagrada Eucaristía. El cuerpo, la carne, su pecado, desoye las necesidades de vuestra alma y ésta acaba sucumbiendo por falta de vida, por falta de alimento que Yo, Su Creador, le puedo proporcionar.

Vivís afanados en llenaros de añadiduras y en lugar de volveros libres y descansados, éstas se vuelven cargas y preocupaciones porque vivís embebidos en ellas y os atemorizáis por el hecho de pensar que os las vayan a robar.

Vivís encadenados al mundo y a sus defectos, entre ellos, las añadiduras, que sólo os vaciarán de Mi Gracia Espiritual. Vivís desperdiciando tiempo valioso que se os concedió para servirMe en la salvación del mundo y en la propagación de Mi Vida de Amor entre los vuestros y os encadenáis y amordazáis vosotros mismos al vivir para las cosas sin valor. Os afanáis en acumular tesoros y posesiones terrenas, las cuales, al final, serán lastre para vuestra propia salvación.

Ocupáis MI Tiempo, el que os concedí para producir vida espiritual a los vuestros, a través de vuestro ejemplo en la virtud, a través del compartir lo que Yo os he dado, a través de la sabiduría con la que Yo os doté, para levantar almas que necesitan de consejos divinos. Desperdiciáis Mis dones divinos que lleváis en vosotros desde que os constituí y con ésos dones divinos os aprovecháis de vuestros hermanos al sentiros más capaces y más hábiles y por ello cobráis más por vuestros servicios, aún a pesar de que debierais verMe a Mi en cada uno de vuestros semejantes. Los dones con los que Yo os he dotado son para servir, son para compartir, no son para sacarles provecho personal y así lo hacéis. Mi Hijo Jesucristo os lo hizo notar Como, siendo Dios, El se anonadó y se hizo el menor, el servidor. El, que teniendo Mis Dones en su máxima perfección, los utilizó para servir, no para enriquecerse. Utilizáis Mis Dones para aprovecharos de vuestros hermanos y aún para humillarlos, al pedir por vuestros servicios cantidades exorbitantes que van a provocar el que se tengan que vender a algún prestamista por mucho tiempo, causando un desajuste económico y moral en su familia, mientras que vosotros os llenáis de ésa añadidura, falta de toda caridad, la cuál sólo será lastre y juez al momento de vuestro juicio personal.

Hijitos Míos, os doy éstas enseñanzas para que os comportéis como verdaderos hermanos en Mi Hijo Jesucristo. Para que aprendáis de El, El que os llevó Mi Palabra y Mi Vida. Para que forméis el verdadero Mundo del Amor que Yo deseo, levantando de su pecado a éste mundo que ha vivido el Pecado Original.

Está en vosotros restaurar lo perdido, compartiendo Mi Vida, Mi Gracia, Mis Dones, Mi Amor con que Yo os he constituido a cada uno de vosotros, con todos vuestros semejantes. Deberéis buscar afanosamente servir a los demás en la justicia y en el Amor, compartiendo los dones que tenéis, porque NO son vuestros, son Míos y Yo os los presté para vuestra misión sobre la Tierra, para que con ellos se viviera Mi Amor.

Buscad primero Mi Reino, vivid de acuerdo a Mis Leyes de Amor que Mi Hijo os enseñó, buscad primero el bienestar de vuestros hermanos, haciéndolos crecer en la caridad y en las virtudes, haciéndolos crecer con Mi Viva Presencia que habita en cada uno de vosotros y lo demás se os dará por añadidura.

Yo conozco perfectamente la añadidura que cada uno de vosotros necesita para vivir sobre la Tierra, el proveeros de ella es Mi tarea y responsabilidad como Padre que Soy y deberéis saber que Yo nunca dejo sin sustento a Mis hijos, doy lo necesario, pero no proveo en demasía, porque os conozco, es vuestro egoísmo el que busca la demasía y él os aparta de Mí. Sed cautos, sed sobrios, sed inteligentes, porque estáis llenando vuestros bolsillos de cosas inútiles y estáis vaciando vuestro corazón de lo más valioso. No hagáis de éste mundo vuestro reino, limitado, vil y asqueroso a Mis Ojos, por tanto pecado que hay en él; buscad Mi Reino, ilimitado, omnipotente, lleno de vida eterna y así estaréis obrando con sabiduría.

“Lo que hagáis a vuestros semejantes, Me lo estaréis haciendo a Mi”.

Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesucristo y en el del Paráclito de Amor, Mi Santo Espíritu. Acudid a Mi Hija, la Siempre Virgen María,
para que os guíe y os lleve por el camino de la perfección cristiana.