Mzo 19_07 Destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación

Mensaje.

 

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

Uníos a los ejércitos del Cielo a Mis bendiciones Celestiales y destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación, ya no dejéis que esta maldad llegue a otra generación más.
Os amo, Mis pequeños, confío en que entendáis todo esto que os digo, porque los principales afectados sois vosotros. No os quiero ver destruidos, muertos a la Gracia, os quiero ver triunfantes, porque para eso fuisteis constituidos, para vivir Conmigo, vuestro Dios y gozando de Mis bienes.

El gran premio se acerca, Mis pequeños, pronto Me tendréis entre vosotros, a través de Mi Hijo, reinando sobre todas las almas buenas, las que lucharon y las que triunfaron.

Os bendigo, Mis pequeños y tomad de Mí todo lo que necesitéis, para que Mi Gracia, Mi Misericordia y Mi Amor Infinito se derramen sobre todos los hombres.
Que así sea.

Ciertamente, todos vosotros, los que estáis Conmigo, sois atacados fuertemente porque os mantenéis Conmigo a pesar de toda esta maldad que ya os ahoga y que vuestros hermanos que están en ella no se quieren dar cuenta de que os va a matar.

Uníos a los ejércitos del Cielo a Mis bendiciones Celestiales y destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación, ya no dejéis que esta maldad llegue a otra generación más.
Os amo, Mis pequeños, confío en que entendáis todo esto que os digo, porque los principales afectados sois vosotros. No os quiero ver destruidos, muertos a la Gracia, os quiero ver triunfantes, porque para eso fuisteis constituidos, para vivir Conmigo, vuestro Dios y gozando de Mis bienes.

El gran premio se acerca, Mis pequeños, pronto Me tendréis entre vosotros, a través de Mi Hijo, reinando sobre todas las almas buenas, las que lucharon y las que triunfaron.

Os bendigo, Mis pequeños y tomad de Mí todo lo que necesitéis, para que Mi Gracia, Mi Misericordia y Mi Amor Infinito se derramen sobre todos los hombres.
Que así sea.

Venid a Mí, Mis pequeños, venid, juntos haremos el cambio ya tan necesario para toda la Tierra, necesitáis de Mí, Mis pequeños para vencer las fuerzas satánicas que estos esbirros de satanás han difundido a través de la Tierra. Venid a Mí, para que Mi Santo Espíritu haga que todo cambie por vuestra oración y por vuestra voluntad para bien de Mi pueblo, que sois todos vosotros, los que Me seguís, aún a pesar de los ataques que tenéis a vuestro alrededor.

Ciertamente, todos vosotros, los que estáis Conmigo, sois atacados fuertemente porque os mantenéis Conmigo a pesar de toda esta maldad que ya os ahoga y que vuestros hermanos que están en ella no se quieren dar cuenta de que os va a matar.

Uníos a los ejércitos del Cielo a Mis bendiciones Celestiales y destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación, ya no dejéis que esta maldad llegue a otra generación más.
Os amo, Mis pequeños, confío en que entendáis todo esto que os digo, porque los principales afectados sois vosotros. No os quiero ver destruidos, muertos a la Gracia, os quiero ver triunfantes, porque para eso fuisteis constituidos, para vivir Conmigo, vuestro Dios y gozando de Mis bienes.

El gran premio se acerca, Mis pequeños, pronto Me tendréis entre vosotros, a través de Mi Hijo, reinando sobre todas las almas buenas, las que lucharon y las que triunfaron.

Os bendigo, Mis pequeños y tomad de Mí todo lo que necesitéis, para que Mi Gracia, Mi Misericordia y Mi Amor Infinito se derramen sobre todos los hombres.
Que así sea.

Luchemos pues, Mis pequeños, luchemos por esta nueva vida que se os dará, satanás está vencido, pero todavía dará batalla y será dolorosa, muy dolorosa si no os acercáis a Mí y unidos en oración podamos juntos destruir todo aquello que todavía os pueda dañar, que os pueda sangrar, que os pueda hacer llorar.

Venid a Mí, Mis pequeños, venid, juntos haremos el cambio ya tan necesario para toda la Tierra, necesitáis de Mí, Mis pequeños para vencer las fuerzas satánicas que estos esbirros de satanás han difundido a través de la Tierra. Venid a Mí, para que Mi Santo Espíritu haga que todo cambie por vuestra oración y por vuestra voluntad para bien de Mi pueblo, que sois todos vosotros, los que Me seguís, aún a pesar de los ataques que tenéis a vuestro alrededor.

Ciertamente, todos vosotros, los que estáis Conmigo, sois atacados fuertemente porque os mantenéis Conmigo a pesar de toda esta maldad que ya os ahoga y que vuestros hermanos que están en ella no se quieren dar cuenta de que os va a matar.

Uníos a los ejércitos del Cielo a Mis bendiciones Celestiales y destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación, ya no dejéis que esta maldad llegue a otra generación más.
Os amo, Mis pequeños, confío en que entendáis todo esto que os digo, porque los principales afectados sois vosotros. No os quiero ver destruidos, muertos a la Gracia, os quiero ver triunfantes, porque para eso fuisteis constituidos, para vivir Conmigo, vuestro Dios y gozando de Mis bienes.

El gran premio se acerca, Mis pequeños, pronto Me tendréis entre vosotros, a través de Mi Hijo, reinando sobre todas las almas buenas, las que lucharon y las que triunfaron.

Os bendigo, Mis pequeños y tomad de Mí todo lo que necesitéis, para que Mi Gracia, Mi Misericordia y Mi Amor Infinito se derramen sobre todos los hombres.
Que así sea.

Mis pequeños, conocéis ahora los planes de satanás, vuestra oración es muy necesaria, vuestra donación a Mi Voluntad es imprescindible, o estáis Conmigo o estáis con satanás y con todos aquellos que os tratan de subyugar.

Luchemos pues, Mis pequeños, luchemos por esta nueva vida que se os dará, satanás está vencido, pero todavía dará batalla y será dolorosa, muy dolorosa si no os acercáis a Mí y unidos en oración podamos juntos destruir todo aquello que todavía os pueda dañar, que os pueda sangrar, que os pueda hacer llorar.

Venid a Mí, Mis pequeños, venid, juntos haremos el cambio ya tan necesario para toda la Tierra, necesitáis de Mí, Mis pequeños para vencer las fuerzas satánicas que estos esbirros de satanás han difundido a través de la Tierra. Venid a Mí, para que Mi Santo Espíritu haga que todo cambie por vuestra oración y por vuestra voluntad para bien de Mi pueblo, que sois todos vosotros, los que Me seguís, aún a pesar de los ataques que tenéis a vuestro alrededor.

Ciertamente, todos vosotros, los que estáis Conmigo, sois atacados fuertemente porque os mantenéis Conmigo a pesar de toda esta maldad que ya os ahoga y que vuestros hermanos que están en ella no se quieren dar cuenta de que os va a matar.

Uníos a los ejércitos del Cielo a Mis bendiciones Celestiales y destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación, ya no dejéis que esta maldad llegue a otra generación más.
Os amo, Mis pequeños, confío en que entendáis todo esto que os digo, porque los principales afectados sois vosotros. No os quiero ver destruidos, muertos a la Gracia, os quiero ver triunfantes, porque para eso fuisteis constituidos, para vivir Conmigo, vuestro Dios y gozando de Mis bienes.

El gran premio se acerca, Mis pequeños, pronto Me tendréis entre vosotros, a través de Mi Hijo, reinando sobre todas las almas buenas, las que lucharon y las que triunfaron.

Os bendigo, Mis pequeños y tomad de Mí todo lo que necesitéis, para que Mi Gracia, Mi Misericordia y Mi Amor Infinito se derramen sobre todos los hombres.
Que así sea.

Mi Gracia y Mi Misericordia alcanzará a todos aquellos que se han mantenido en Mi Bien, bajo Mis Leyes y Mi Amor. La vida, Mi Vida, la Santidad que trajo Mi Hijo a la Tierra, nuevamente florecerá, habrá luz en las naciones, habrá vida verdadera, crecerá el alma a través de Mi Espíritu, se verán nuevos horizontes, todo florecerá, todo será bello cuando toda ésta maldad sea eliminada de la Tierra.

Mis pequeños, conocéis ahora los planes de satanás, vuestra oración es muy necesaria, vuestra donación a Mi Voluntad es imprescindible, o estáis Conmigo o estáis con satanás y con todos aquellos que os tratan de subyugar.

Luchemos pues, Mis pequeños, luchemos por esta nueva vida que se os dará, satanás está vencido, pero todavía dará batalla y será dolorosa, muy dolorosa si no os acercáis a Mí y unidos en oración podamos juntos destruir todo aquello que todavía os pueda dañar, que os pueda sangrar, que os pueda hacer llorar.

Venid a Mí, Mis pequeños, venid, juntos haremos el cambio ya tan necesario para toda la Tierra, necesitáis de Mí, Mis pequeños para vencer las fuerzas satánicas que estos esbirros de satanás han difundido a través de la Tierra. Venid a Mí, para que Mi Santo Espíritu haga que todo cambie por vuestra oración y por vuestra voluntad para bien de Mi pueblo, que sois todos vosotros, los que Me seguís, aún a pesar de los ataques que tenéis a vuestro alrededor.

Ciertamente, todos vosotros, los que estáis Conmigo, sois atacados fuertemente porque os mantenéis Conmigo a pesar de toda esta maldad que ya os ahoga y que vuestros hermanos que están en ella no se quieren dar cuenta de que os va a matar.

Uníos a los ejércitos del Cielo a Mis bendiciones Celestiales y destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación, ya no dejéis que esta maldad llegue a otra generación más.
Os amo, Mis pequeños, confío en que entendáis todo esto que os digo, porque los principales afectados sois vosotros. No os quiero ver destruidos, muertos a la Gracia, os quiero ver triunfantes, porque para eso fuisteis constituidos, para vivir Conmigo, vuestro Dios y gozando de Mis bienes.

El gran premio se acerca, Mis pequeños, pronto Me tendréis entre vosotros, a través de Mi Hijo, reinando sobre todas las almas buenas, las que lucharon y las que triunfaron.

Os bendigo, Mis pequeños y tomad de Mí todo lo que necesitéis, para que Mi Gracia, Mi Misericordia y Mi Amor Infinito se derramen sobre todos los hombres.
Que así sea.

Mi Hijo os vino a traer la Verdad, la Luz y el camino seguro para llegar a Mí, ellos, estando en la obscuridad, en la maldad, actuando con el enemigo, no quisieron ver ésta Bendición que Yo enviaba, se sintieron ofendidos, se les puso en evidencia, Mi Hijo los llamó “sepulcros blanqueados”, porque estaban muertos en su interior y en su exterior se adornaban con las riquezas que le quitaban a su propio pueblo. Malditos son estos hombres, esta casta que se ha opuesto a Mis Leyes y a Mi Amor, malditos son ahora y serán y de ellos os he de librar. Vendrán tiempos de convulsión, tiempos en los cuales será eliminada esta casta y todos aquellos que le siguen, pero el mal, satanás, queriendo mantener su predominio sobre todas las almas, tratará de luchar, destruyendo mucho de lo que tenéis vosotros, tanto en lo material, como en lo espiritual. Una gran convulsión vendrá para toda la Tierra cuando queden en evidencia ante todas las naciones, se verán desamparados, se verá su pecado, todo el mundo los conocerá, se verán los crímenes que ellos han producido a lo largo de la historia por mantener un predominio satánico y maldito. Se verán los planes de satanás a la luz del día, ya no podrá trabajar para la destrucción del hombre.

Mi Gracia y Mi Misericordia alcanzará a todos aquellos que se han mantenido en Mi Bien, bajo Mis Leyes y Mi Amor. La vida, Mi Vida, la Santidad que trajo Mi Hijo a la Tierra, nuevamente florecerá, habrá luz en las naciones, habrá vida verdadera, crecerá el alma a través de Mi Espíritu, se verán nuevos horizontes, todo florecerá, todo será bello cuando toda ésta maldad sea eliminada de la Tierra.

Mis pequeños, conocéis ahora los planes de satanás, vuestra oración es muy necesaria, vuestra donación a Mi Voluntad es imprescindible, o estáis Conmigo o estáis con satanás y con todos aquellos que os tratan de subyugar.

Luchemos pues, Mis pequeños, luchemos por esta nueva vida que se os dará, satanás está vencido, pero todavía dará batalla y será dolorosa, muy dolorosa si no os acercáis a Mí y unidos en oración podamos juntos destruir todo aquello que todavía os pueda dañar, que os pueda sangrar, que os pueda hacer llorar.

Venid a Mí, Mis pequeños, venid, juntos haremos el cambio ya tan necesario para toda la Tierra, necesitáis de Mí, Mis pequeños para vencer las fuerzas satánicas que estos esbirros de satanás han difundido a través de la Tierra. Venid a Mí, para que Mi Santo Espíritu haga que todo cambie por vuestra oración y por vuestra voluntad para bien de Mi pueblo, que sois todos vosotros, los que Me seguís, aún a pesar de los ataques que tenéis a vuestro alrededor.

Ciertamente, todos vosotros, los que estáis Conmigo, sois atacados fuertemente porque os mantenéis Conmigo a pesar de toda esta maldad que ya os ahoga y que vuestros hermanos que están en ella no se quieren dar cuenta de que os va a matar.

Uníos a los ejércitos del Cielo a Mis bendiciones Celestiales y destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación, ya no dejéis que esta maldad llegue a otra generación más.
Os amo, Mis pequeños, confío en que entendáis todo esto que os digo, porque los principales afectados sois vosotros. No os quiero ver destruidos, muertos a la Gracia, os quiero ver triunfantes, porque para eso fuisteis constituidos, para vivir Conmigo, vuestro Dios y gozando de Mis bienes.

El gran premio se acerca, Mis pequeños, pronto Me tendréis entre vosotros, a través de Mi Hijo, reinando sobre todas las almas buenas, las que lucharon y las que triunfaron.

Os bendigo, Mis pequeños y tomad de Mí todo lo que necesitéis, para que Mi Gracia, Mi Misericordia y Mi Amor Infinito se derramen sobre todos los hombres.
Que así sea.

Mis pequeños, satanás va tomando así todos los poderes, los reinos, las leyes del mundo para que os vayan destruyendo, así está escrito en las Sagradas Escrituras, que llegaría un momento que satanás, a través de sus lacayos, se siguiera aprovechando de todos vosotros y llegaría un momento en que se vería, aparentemente, que satanás hubiera vencido al Bien, al Bien que Yo os he mandado a través de Mi Hijo. Ciertamente no sucederá así, pero lo que veis, por las calles, por los gobiernos, por todos lados, es una gran maldad que ha afectado vuestros principios, vuestra vida, aún vuestra economía, porque ellos manipulan todo esto, para teneros a todos vosotros como esclavos de ellos, de la misma forma como tenían a su propio pueblo, en la época en que llegó Mi Hijo a estar entre vosotros.

Mi Hijo os vino a traer la Verdad, la Luz y el camino seguro para llegar a Mí, ellos, estando en la obscuridad, en la maldad, actuando con el enemigo, no quisieron ver ésta Bendición que Yo enviaba, se sintieron ofendidos, se les puso en evidencia, Mi Hijo los llamó “sepulcros blanqueados”, porque estaban muertos en su interior y en su exterior se adornaban con las riquezas que le quitaban a su propio pueblo. Malditos son estos hombres, esta casta que se ha opuesto a Mis Leyes y a Mi Amor, malditos son ahora y serán y de ellos os he de librar. Vendrán tiempos de convulsión, tiempos en los cuales será eliminada esta casta y todos aquellos que le siguen, pero el mal, satanás, queriendo mantener su predominio sobre todas las almas, tratará de luchar, destruyendo mucho de lo que tenéis vosotros, tanto en lo material, como en lo espiritual. Una gran convulsión vendrá para toda la Tierra cuando queden en evidencia ante todas las naciones, se verán desamparados, se verá su pecado, todo el mundo los conocerá, se verán los crímenes que ellos han producido a lo largo de la historia por mantener un predominio satánico y maldito. Se verán los planes de satanás a la luz del día, ya no podrá trabajar para la destrucción del hombre.

Mi Gracia y Mi Misericordia alcanzará a todos aquellos que se han mantenido en Mi Bien, bajo Mis Leyes y Mi Amor. La vida, Mi Vida, la Santidad que trajo Mi Hijo a la Tierra, nuevamente florecerá, habrá luz en las naciones, habrá vida verdadera, crecerá el alma a través de Mi Espíritu, se verán nuevos horizontes, todo florecerá, todo será bello cuando toda ésta maldad sea eliminada de la Tierra.

Mis pequeños, conocéis ahora los planes de satanás, vuestra oración es muy necesaria, vuestra donación a Mi Voluntad es imprescindible, o estáis Conmigo o estáis con satanás y con todos aquellos que os tratan de subyugar.

Luchemos pues, Mis pequeños, luchemos por esta nueva vida que se os dará, satanás está vencido, pero todavía dará batalla y será dolorosa, muy dolorosa si no os acercáis a Mí y unidos en oración podamos juntos destruir todo aquello que todavía os pueda dañar, que os pueda sangrar, que os pueda hacer llorar.

Venid a Mí, Mis pequeños, venid, juntos haremos el cambio ya tan necesario para toda la Tierra, necesitáis de Mí, Mis pequeños para vencer las fuerzas satánicas que estos esbirros de satanás han difundido a través de la Tierra. Venid a Mí, para que Mi Santo Espíritu haga que todo cambie por vuestra oración y por vuestra voluntad para bien de Mi pueblo, que sois todos vosotros, los que Me seguís, aún a pesar de los ataques que tenéis a vuestro alrededor.

Ciertamente, todos vosotros, los que estáis Conmigo, sois atacados fuertemente porque os mantenéis Conmigo a pesar de toda esta maldad que ya os ahoga y que vuestros hermanos que están en ella no se quieren dar cuenta de que os va a matar.

Uníos a los ejércitos del Cielo a Mis bendiciones Celestiales y destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación, ya no dejéis que esta maldad llegue a otra generación más.
Os amo, Mis pequeños, confío en que entendáis todo esto que os digo, porque los principales afectados sois vosotros. No os quiero ver destruidos, muertos a la Gracia, os quiero ver triunfantes, porque para eso fuisteis constituidos, para vivir Conmigo, vuestro Dios y gozando de Mis bienes.

El gran premio se acerca, Mis pequeños, pronto Me tendréis entre vosotros, a través de Mi Hijo, reinando sobre todas las almas buenas, las que lucharon y las que triunfaron.

Os bendigo, Mis pequeños y tomad de Mí todo lo que necesitéis, para que Mi Gracia, Mi Misericordia y Mi Amor Infinito se derramen sobre todos los hombres.
Que así sea.

Se quieren seguir aprovechando, tanto de lo material, como de lo espiritual. Manipulan, destruyen, afectan las decisiones de los gobernadores, de los presidentes, de los reyes para que todo se mueva según sus satánicos propósitos.

Mis pequeños, satanás va tomando así todos los poderes, los reinos, las leyes del mundo para que os vayan destruyendo, así está escrito en las Sagradas Escrituras, que llegaría un momento que satanás, a través de sus lacayos, se siguiera aprovechando de todos vosotros y llegaría un momento en que se vería, aparentemente, que satanás hubiera vencido al Bien, al Bien que Yo os he mandado a través de Mi Hijo. Ciertamente no sucederá así, pero lo que veis, por las calles, por los gobiernos, por todos lados, es una gran maldad que ha afectado vuestros principios, vuestra vida, aún vuestra economía, porque ellos manipulan todo esto, para teneros a todos vosotros como esclavos de ellos, de la misma forma como tenían a su propio pueblo, en la época en que llegó Mi Hijo a estar entre vosotros.

Mi Hijo os vino a traer la Verdad, la Luz y el camino seguro para llegar a Mí, ellos, estando en la obscuridad, en la maldad, actuando con el enemigo, no quisieron ver ésta Bendición que Yo enviaba, se sintieron ofendidos, se les puso en evidencia, Mi Hijo los llamó “sepulcros blanqueados”, porque estaban muertos en su interior y en su exterior se adornaban con las riquezas que le quitaban a su propio pueblo. Malditos son estos hombres, esta casta que se ha opuesto a Mis Leyes y a Mi Amor, malditos son ahora y serán y de ellos os he de librar. Vendrán tiempos de convulsión, tiempos en los cuales será eliminada esta casta y todos aquellos que le siguen, pero el mal, satanás, queriendo mantener su predominio sobre todas las almas, tratará de luchar, destruyendo mucho de lo que tenéis vosotros, tanto en lo material, como en lo espiritual. Una gran convulsión vendrá para toda la Tierra cuando queden en evidencia ante todas las naciones, se verán desamparados, se verá su pecado, todo el mundo los conocerá, se verán los crímenes que ellos han producido a lo largo de la historia por mantener un predominio satánico y maldito. Se verán los planes de satanás a la luz del día, ya no podrá trabajar para la destrucción del hombre.

Mi Gracia y Mi Misericordia alcanzará a todos aquellos que se han mantenido en Mi Bien, bajo Mis Leyes y Mi Amor. La vida, Mi Vida, la Santidad que trajo Mi Hijo a la Tierra, nuevamente florecerá, habrá luz en las naciones, habrá vida verdadera, crecerá el alma a través de Mi Espíritu, se verán nuevos horizontes, todo florecerá, todo será bello cuando toda ésta maldad sea eliminada de la Tierra.

Mis pequeños, conocéis ahora los planes de satanás, vuestra oración es muy necesaria, vuestra donación a Mi Voluntad es imprescindible, o estáis Conmigo o estáis con satanás y con todos aquellos que os tratan de subyugar.

Luchemos pues, Mis pequeños, luchemos por esta nueva vida que se os dará, satanás está vencido, pero todavía dará batalla y será dolorosa, muy dolorosa si no os acercáis a Mí y unidos en oración podamos juntos destruir todo aquello que todavía os pueda dañar, que os pueda sangrar, que os pueda hacer llorar.

Venid a Mí, Mis pequeños, venid, juntos haremos el cambio ya tan necesario para toda la Tierra, necesitáis de Mí, Mis pequeños para vencer las fuerzas satánicas que estos esbirros de satanás han difundido a través de la Tierra. Venid a Mí, para que Mi Santo Espíritu haga que todo cambie por vuestra oración y por vuestra voluntad para bien de Mi pueblo, que sois todos vosotros, los que Me seguís, aún a pesar de los ataques que tenéis a vuestro alrededor.

Ciertamente, todos vosotros, los que estáis Conmigo, sois atacados fuertemente porque os mantenéis Conmigo a pesar de toda esta maldad que ya os ahoga y que vuestros hermanos que están en ella no se quieren dar cuenta de que os va a matar.

Uníos a los ejércitos del Cielo a Mis bendiciones Celestiales y destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación, ya no dejéis que esta maldad llegue a otra generación más.
Os amo, Mis pequeños, confío en que entendáis todo esto que os digo, porque los principales afectados sois vosotros. No os quiero ver destruidos, muertos a la Gracia, os quiero ver triunfantes, porque para eso fuisteis constituidos, para vivir Conmigo, vuestro Dios y gozando de Mis bienes.

El gran premio se acerca, Mis pequeños, pronto Me tendréis entre vosotros, a través de Mi Hijo, reinando sobre todas las almas buenas, las que lucharon y las que triunfaron.

Os bendigo, Mis pequeños y tomad de Mí todo lo que necesitéis, para que Mi Gracia, Mi Misericordia y Mi Amor Infinito se derramen sobre todos los hombres.
Que así sea.

Ciertamente no todos los que pertenecían a los fariseos o escribas estaban satanizados, pero esa casta satánica y que por culpa de ellos se maldijo al pueblo judío, porque fueron los que movieron al pueblo para que se crucificara y se eliminara a Mi Hijo de la Tierra, a través de ellos, cuando dijeron ellos mismos “que la Sangre de este Justo caiga sobre nosotros y sobre los nuestros”, maldijeron a los de su propia raza. Ahora esta casta maldita y satánica sigue aprovechándose de todos los pueblos de la Tierra, han tomado posesión de los gobiernos de la Tierra, han clavado su ponzoña sobre todos aquellos gobernantes de los reinos de la Tierra, se siguen aprovechando de todos vosotros, que como hermanos deben ser en la Tierra y así como en aquella época, ellos siendo un pueblo, el pueblo judío, que se aprovechaban de ellos utilizando las Escrituras para esclavizar a sus propios hermanos y aprovecharse de ellos, ahora lo están haciendo con la humanidad entera. Como os dije, se han introducido en todos los gobiernos de la Tierra y aún dentro de Mi Propia Iglesia, la Iglesia que Mi Hijo Jesucristo fundó para el bien de toda la humanidad.

Se quieren seguir aprovechando, tanto de lo material, como de lo espiritual. Manipulan, destruyen, afectan las decisiones de los gobernadores, de los presidentes, de los reyes para que todo se mueva según sus satánicos propósitos.

Mis pequeños, satanás va tomando así todos los poderes, los reinos, las leyes del mundo para que os vayan destruyendo, así está escrito en las Sagradas Escrituras, que llegaría un momento que satanás, a través de sus lacayos, se siguiera aprovechando de todos vosotros y llegaría un momento en que se vería, aparentemente, que satanás hubiera vencido al Bien, al Bien que Yo os he mandado a través de Mi Hijo. Ciertamente no sucederá así, pero lo que veis, por las calles, por los gobiernos, por todos lados, es una gran maldad que ha afectado vuestros principios, vuestra vida, aún vuestra economía, porque ellos manipulan todo esto, para teneros a todos vosotros como esclavos de ellos, de la misma forma como tenían a su propio pueblo, en la época en que llegó Mi Hijo a estar entre vosotros.

Mi Hijo os vino a traer la Verdad, la Luz y el camino seguro para llegar a Mí, ellos, estando en la obscuridad, en la maldad, actuando con el enemigo, no quisieron ver ésta Bendición que Yo enviaba, se sintieron ofendidos, se les puso en evidencia, Mi Hijo los llamó “sepulcros blanqueados”, porque estaban muertos en su interior y en su exterior se adornaban con las riquezas que le quitaban a su propio pueblo. Malditos son estos hombres, esta casta que se ha opuesto a Mis Leyes y a Mi Amor, malditos son ahora y serán y de ellos os he de librar. Vendrán tiempos de convulsión, tiempos en los cuales será eliminada esta casta y todos aquellos que le siguen, pero el mal, satanás, queriendo mantener su predominio sobre todas las almas, tratará de luchar, destruyendo mucho de lo que tenéis vosotros, tanto en lo material, como en lo espiritual. Una gran convulsión vendrá para toda la Tierra cuando queden en evidencia ante todas las naciones, se verán desamparados, se verá su pecado, todo el mundo los conocerá, se verán los crímenes que ellos han producido a lo largo de la historia por mantener un predominio satánico y maldito. Se verán los planes de satanás a la luz del día, ya no podrá trabajar para la destrucción del hombre.

Mi Gracia y Mi Misericordia alcanzará a todos aquellos que se han mantenido en Mi Bien, bajo Mis Leyes y Mi Amor. La vida, Mi Vida, la Santidad que trajo Mi Hijo a la Tierra, nuevamente florecerá, habrá luz en las naciones, habrá vida verdadera, crecerá el alma a través de Mi Espíritu, se verán nuevos horizontes, todo florecerá, todo será bello cuando toda ésta maldad sea eliminada de la Tierra.

Mis pequeños, conocéis ahora los planes de satanás, vuestra oración es muy necesaria, vuestra donación a Mi Voluntad es imprescindible, o estáis Conmigo o estáis con satanás y con todos aquellos que os tratan de subyugar.

Luchemos pues, Mis pequeños, luchemos por esta nueva vida que se os dará, satanás está vencido, pero todavía dará batalla y será dolorosa, muy dolorosa si no os acercáis a Mí y unidos en oración podamos juntos destruir todo aquello que todavía os pueda dañar, que os pueda sangrar, que os pueda hacer llorar.

Venid a Mí, Mis pequeños, venid, juntos haremos el cambio ya tan necesario para toda la Tierra, necesitáis de Mí, Mis pequeños para vencer las fuerzas satánicas que estos esbirros de satanás han difundido a través de la Tierra. Venid a Mí, para que Mi Santo Espíritu haga que todo cambie por vuestra oración y por vuestra voluntad para bien de Mi pueblo, que sois todos vosotros, los que Me seguís, aún a pesar de los ataques que tenéis a vuestro alrededor.

Ciertamente, todos vosotros, los que estáis Conmigo, sois atacados fuertemente porque os mantenéis Conmigo a pesar de toda esta maldad que ya os ahoga y que vuestros hermanos que están en ella no se quieren dar cuenta de que os va a matar.

Uníos a los ejércitos del Cielo a Mis bendiciones Celestiales y destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación, ya no dejéis que esta maldad llegue a otra generación más.
Os amo, Mis pequeños, confío en que entendáis todo esto que os digo, porque los principales afectados sois vosotros. No os quiero ver destruidos, muertos a la Gracia, os quiero ver triunfantes, porque para eso fuisteis constituidos, para vivir Conmigo, vuestro Dios y gozando de Mis bienes.

El gran premio se acerca, Mis pequeños, pronto Me tendréis entre vosotros, a través de Mi Hijo, reinando sobre todas las almas buenas, las que lucharon y las que triunfaron.

Os bendigo, Mis pequeños y tomad de Mí todo lo que necesitéis, para que Mi Gracia, Mi Misericordia y Mi Amor Infinito se derramen sobre todos los hombres.
Que así sea.

Habla Dios Padre,
Sobre: Destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación, ya no dejéis que esta maldad llegue a otra generación más.
Hijitos Míos, así como antiguamente, antes de que llegara Mi Hijo y estuviera entre vosotros, con vuestros hermanos, en aquellas épocas, esa casta satánica de los fariseos y escribas que afectaban aún a los de su propio pueblo, que se aprovechaban de ellos, que se aprovechaban de que eran analfabetas y que por medio de la Ley les quitaban lo material y aún su propia libertad, esa casta maldita y satánica se sigue aprovechando de toda la humanidad.

Ciertamente no todos los que pertenecían a los fariseos o escribas estaban satanizados, pero esa casta satánica y que por culpa de ellos se maldijo al pueblo judío, porque fueron los que movieron al pueblo para que se crucificara y se eliminara a Mi Hijo de la Tierra, a través de ellos, cuando dijeron ellos mismos “que la Sangre de este Justo caiga sobre nosotros y sobre los nuestros”, maldijeron a los de su propia raza. Ahora esta casta maldita y satánica sigue aprovechándose de todos los pueblos de la Tierra, han tomado posesión de los gobiernos de la Tierra, han clavado su ponzoña sobre todos aquellos gobernantes de los reinos de la Tierra, se siguen aprovechando de todos vosotros, que como hermanos deben ser en la Tierra y así como en aquella época, ellos siendo un pueblo, el pueblo judío, que se aprovechaban de ellos utilizando las Escrituras para esclavizar a sus propios hermanos y aprovecharse de ellos, ahora lo están haciendo con la humanidad entera. Como os dije, se han introducido en todos los gobiernos de la Tierra y aún dentro de Mi Propia Iglesia, la Iglesia que Mi Hijo Jesucristo fundó para el bien de toda la humanidad.

Se quieren seguir aprovechando, tanto de lo material, como de lo espiritual. Manipulan, destruyen, afectan las decisiones de los gobernadores, de los presidentes, de los reyes para que todo se mueva según sus satánicos propósitos.

Mis pequeños, satanás va tomando así todos los poderes, los reinos, las leyes del mundo para que os vayan destruyendo, así está escrito en las Sagradas Escrituras, que llegaría un momento que satanás, a través de sus lacayos, se siguiera aprovechando de todos vosotros y llegaría un momento en que se vería, aparentemente, que satanás hubiera vencido al Bien, al Bien que Yo os he mandado a través de Mi Hijo. Ciertamente no sucederá así, pero lo que veis, por las calles, por los gobiernos, por todos lados, es una gran maldad que ha afectado vuestros principios, vuestra vida, aún vuestra economía, porque ellos manipulan todo esto, para teneros a todos vosotros como esclavos de ellos, de la misma forma como tenían a su propio pueblo, en la época en que llegó Mi Hijo a estar entre vosotros.

Mi Hijo os vino a traer la Verdad, la Luz y el camino seguro para llegar a Mí, ellos, estando en la obscuridad, en la maldad, actuando con el enemigo, no quisieron ver ésta Bendición que Yo enviaba, se sintieron ofendidos, se les puso en evidencia, Mi Hijo los llamó “sepulcros blanqueados”, porque estaban muertos en su interior y en su exterior se adornaban con las riquezas que le quitaban a su propio pueblo. Malditos son estos hombres, esta casta que se ha opuesto a Mis Leyes y a Mi Amor, malditos son ahora y serán y de ellos os he de librar. Vendrán tiempos de convulsión, tiempos en los cuales será eliminada esta casta y todos aquellos que le siguen, pero el mal, satanás, queriendo mantener su predominio sobre todas las almas, tratará de luchar, destruyendo mucho de lo que tenéis vosotros, tanto en lo material, como en lo espiritual. Una gran convulsión vendrá para toda la Tierra cuando queden en evidencia ante todas las naciones, se verán desamparados, se verá su pecado, todo el mundo los conocerá, se verán los crímenes que ellos han producido a lo largo de la historia por mantener un predominio satánico y maldito. Se verán los planes de satanás a la luz del día, ya no podrá trabajar para la destrucción del hombre.

Mi Gracia y Mi Misericordia alcanzará a todos aquellos que se han mantenido en Mi Bien, bajo Mis Leyes y Mi Amor. La vida, Mi Vida, la Santidad que trajo Mi Hijo a la Tierra, nuevamente florecerá, habrá luz en las naciones, habrá vida verdadera, crecerá el alma a través de Mi Espíritu, se verán nuevos horizontes, todo florecerá, todo será bello cuando toda ésta maldad sea eliminada de la Tierra.

Mis pequeños, conocéis ahora los planes de satanás, vuestra oración es muy necesaria, vuestra donación a Mi Voluntad es imprescindible, o estáis Conmigo o estáis con satanás y con todos aquellos que os tratan de subyugar.

Luchemos pues, Mis pequeños, luchemos por esta nueva vida que se os dará, satanás está vencido, pero todavía dará batalla y será dolorosa, muy dolorosa si no os acercáis a Mí y unidos en oración podamos juntos destruir todo aquello que todavía os pueda dañar, que os pueda sangrar, que os pueda hacer llorar.

Venid a Mí, Mis pequeños, venid, juntos haremos el cambio ya tan necesario para toda la Tierra, necesitáis de Mí, Mis pequeños para vencer las fuerzas satánicas que estos esbirros de satanás han difundido a través de la Tierra. Venid a Mí, para que Mi Santo Espíritu haga que todo cambie por vuestra oración y por vuestra voluntad para bien de Mi pueblo, que sois todos vosotros, los que Me seguís, aún a pesar de los ataques que tenéis a vuestro alrededor.

Ciertamente, todos vosotros, los que estáis Conmigo, sois atacados fuertemente porque os mantenéis Conmigo a pesar de toda esta maldad que ya os ahoga y que vuestros hermanos que están en ella no se quieren dar cuenta de que os va a matar.

Uníos a los ejércitos del Cielo a Mis bendiciones Celestiales y destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación, ya no dejéis que esta maldad llegue a otra generación más.
Os amo, Mis pequeños, confío en que entendáis todo esto que os digo, porque los principales afectados sois vosotros. No os quiero ver destruidos, muertos a la Gracia, os quiero ver triunfantes, porque para eso fuisteis constituidos, para vivir Conmigo, vuestro Dios y gozando de Mis bienes.

El gran premio se acerca, Mis pequeños, pronto Me tendréis entre vosotros, a través de Mi Hijo, reinando sobre todas las almas buenas, las que lucharon y las que triunfaron.

Os bendigo, Mis pequeños y tomad de Mí todo lo que necesitéis, para que Mi Gracia, Mi Misericordia y Mi Amor Infinito se derramen sobre todos los hombres.
Que así sea.

Habla Dios Padre,
Sobre: Destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación, ya no dejéis que esta maldad llegue a otra generación más.
Hijitos Míos, así como antiguamente, antes de que llegara Mi Hijo y estuviera entre vosotros, con vuestros hermanos, en aquellas épocas, esa casta satánica de los fariseos y escribas que afectaban aún a los de su propio pueblo, que se aprovechaban de ellos, que se aprovechaban de que eran analfabetas y que por medio de la Ley les quitaban lo material y aún su propia libertad, esa casta maldita y satánica se sigue aprovechando de toda la humanidad.

Ciertamente no todos los que pertenecían a los fariseos o escribas estaban satanizados, pero esa casta satánica y que por culpa de ellos se maldijo al pueblo judío, porque fueron los que movieron al pueblo para que se crucificara y se eliminara a Mi Hijo de la Tierra, a través de ellos, cuando dijeron ellos mismos “que la Sangre de este Justo caiga sobre nosotros y sobre los nuestros”, maldijeron a los de su propia raza. Ahora esta casta maldita y satánica sigue aprovechándose de todos los pueblos de la Tierra, han tomado posesión de los gobiernos de la Tierra, han clavado su ponzoña sobre todos aquellos gobernantes de los reinos de la Tierra, se siguen aprovechando de todos vosotros, que como hermanos deben ser en la Tierra y así como en aquella época, ellos siendo un pueblo, el pueblo judío, que se aprovechaban de ellos utilizando las Escrituras para esclavizar a sus propios hermanos y aprovecharse de ellos, ahora lo están haciendo con la humanidad entera. Como os dije, se han introducido en todos los gobiernos de la Tierra y aún dentro de Mi Propia Iglesia, la Iglesia que Mi Hijo Jesucristo fundó para el bien de toda la humanidad.

Se quieren seguir aprovechando, tanto de lo material, como de lo espiritual. Manipulan, destruyen, afectan las decisiones de los gobernadores, de los presidentes, de los reyes para que todo se mueva según sus satánicos propósitos.

Mis pequeños, satanás va tomando así todos los poderes, los reinos, las leyes del mundo para que os vayan destruyendo, así está escrito en las Sagradas Escrituras, que llegaría un momento que satanás, a través de sus lacayos, se siguiera aprovechando de todos vosotros y llegaría un momento en que se vería, aparentemente, que satanás hubiera vencido al Bien, al Bien que Yo os he mandado a través de Mi Hijo. Ciertamente no sucederá así, pero lo que veis, por las calles, por los gobiernos, por todos lados, es una gran maldad que ha afectado vuestros principios, vuestra vida, aún vuestra economía, porque ellos manipulan todo esto, para teneros a todos vosotros como esclavos de ellos, de la misma forma como tenían a su propio pueblo, en la época en que llegó Mi Hijo a estar entre vosotros.

Mi Hijo os vino a traer la Verdad, la Luz y el camino seguro para llegar a Mí, ellos, estando en la obscuridad, en la maldad, actuando con el enemigo, no quisieron ver ésta Bendición que Yo enviaba, se sintieron ofendidos, se les puso en evidencia, Mi Hijo los llamó “sepulcros blanqueados”, porque estaban muertos en su interior y en su exterior se adornaban con las riquezas que le quitaban a su propio pueblo. Malditos son estos hombres, esta casta que se ha opuesto a Mis Leyes y a Mi Amor, malditos son ahora y serán y de ellos os he de librar. Vendrán tiempos de convulsión, tiempos en los cuales será eliminada esta casta y todos aquellos que le siguen, pero el mal, satanás, queriendo mantener su predominio sobre todas las almas, tratará de luchar, destruyendo mucho de lo que tenéis vosotros, tanto en lo material, como en lo espiritual. Una gran convulsión vendrá para toda la Tierra cuando queden en evidencia ante todas las naciones, se verán desamparados, se verá su pecado, todo el mundo los conocerá, se verán los crímenes que ellos han producido a lo largo de la historia por mantener un predominio satánico y maldito. Se verán los planes de satanás a la luz del día, ya no podrá trabajar para la destrucción del hombre.

Mi Gracia y Mi Misericordia alcanzará a todos aquellos que se han mantenido en Mi Bien, bajo Mis Leyes y Mi Amor. La vida, Mi Vida, la Santidad que trajo Mi Hijo a la Tierra, nuevamente florecerá, habrá luz en las naciones, habrá vida verdadera, crecerá el alma a través de Mi Espíritu, se verán nuevos horizontes, todo florecerá, todo será bello cuando toda ésta maldad sea eliminada de la Tierra.

Mis pequeños, conocéis ahora los planes de satanás, vuestra oración es muy necesaria, vuestra donación a Mi Voluntad es imprescindible, o estáis Conmigo o estáis con satanás y con todos aquellos que os tratan de subyugar.

Luchemos pues, Mis pequeños, luchemos por esta nueva vida que se os dará, satanás está vencido, pero todavía dará batalla y será dolorosa, muy dolorosa si no os acercáis a Mí y unidos en oración podamos juntos destruir todo aquello que todavía os pueda dañar, que os pueda sangrar, que os pueda hacer llorar.

Venid a Mí, Mis pequeños, venid, juntos haremos el cambio ya tan necesario para toda la Tierra, necesitáis de Mí, Mis pequeños para vencer las fuerzas satánicas que estos esbirros de satanás han difundido a través de la Tierra. Venid a Mí, para que Mi Santo Espíritu haga que todo cambie por vuestra oración y por vuestra voluntad para bien de Mi pueblo, que sois todos vosotros, los que Me seguís, aún a pesar de los ataques que tenéis a vuestro alrededor.

Ciertamente, todos vosotros, los que estáis Conmigo, sois atacados fuertemente porque os mantenéis Conmigo a pesar de toda esta maldad que ya os ahoga y que vuestros hermanos que están en ella no se quieren dar cuenta de que os va a matar.

Uníos a los ejércitos del Cielo a Mis bendiciones Celestiales y destruyamos todo aquello que está afectando vuestra generación, ya no dejéis que esta maldad llegue a otra generación más.
Os amo, Mis pequeños, confío en que entendáis todo esto que os digo, porque los principales afectados sois vosotros. No os quiero ver destruidos, muertos a la Gracia, os quiero ver triunfantes, porque para eso fuisteis constituidos, para vivir Conmigo, vuestro Dios y gozando de Mis bienes.

El gran premio se acerca, Mis pequeños, pronto Me tendréis entre vosotros, a través de Mi Hijo, reinando sobre todas las almas buenas, las que lucharon y las que triunfaron.

Os bendigo, Mis pequeños y tomad de Mí todo lo que necesitéis, para que Mi Gracia, Mi Misericordia y Mi Amor Infinito se derramen sobre todos los hombres.
Que así sea.