Mzo 01_07 Sed el Cielo mismo entre éstas tinieblas que os rodean.

Rosario.

Temas:
• Tenéis una tarea bellísima por delante, apresurad vuestro paso para que todo se os de como Yo quiero.
• El que está Conmigo goza lo que Yo le estoy dando y goza mucho ó quizá aún más por lo que da a sus hermanos.
• Soy vuestra Madre, quiero lo mejor para vosotros y lo mejor es la Vida de Nuestro Dios plenamente en vuestra alma.
• Vivid vida interior para que recibáis más de Nosotros, Nuestro alimento está en vosotros, si lo pedís.
• Venid pues, Mis pequeños, en pos de Mí y traedMe infinidad de almas con vosotros.

Mensajes de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y La Santísima Virgen María a J. V.

Primer Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Tenéis una tarea bellísima por delante, apresurad vuestro paso para que todo se os de como Yo quiero.

Pequeños Míos, ya voy renovando al mundo entero, Yo os voy renovando en lo personal, en lo particular, en lo íntimo, para que así vosotros vayáis también uniéndoos a todos aquellos que han sido renovados por Mi Gracia y por Mi Amor.

Ciertamente voy uniendo ya a Mi pueblo, a Mi rebaño, a aquellos que están siendo renovados en lo interior. Cuando os voy uniendo en grupos, son grupos de vida, son grupos en los cuales vais teniendo ésa renovación con la que deberéis actuar y vivir de acuerdo a Mi Voluntad, a Mi Amor, a Mis Leyes. El amor siempre estará a flor de piel, deberéis ser ésos cristianos en el mundo, ésos nuevos hijos de Dios renovados por el Espíritu Santo, ésa nueva simiente que dará vida a los nuevos seres que tendréis para enseñar en éste nuevo mundo que se os dará… Lenguas…

Sí, Mis pequeños, ciertamente sabéis que el maestro se tiene que preparar para poder enseñar al alumno que no sabe, así os voy comunicando Mis bienes, comunicando Mi Voluntad, comunicando Mi Vida, comunicando Mi conocimiento, para que vosotros, los que ya habéis aprendido a donarse totalmente a Mi Voluntad, podáis emprender ésta nueva misión, bellísima de amor, amor misericordioso, en donde os daréis por vuestros hermanos, que apenas empezarán a vivir el Nuevo Mundo, el mundo del amor, el mundo de la paz, el mundo donde habitaréis, unidos todos en Mi Santo Espíritu de Amor.

Sí, Mis pequeños, estáis en los albores de éste Nuevo Mundo, por eso necesito de vosotros, que os donéis en totalidad. Si todavía tenéis problemas en vuestros grupos, Mis pequeños, no estáis viviendo en el Amor, no os estáis dejando renovar por Mi Santo Espíritu, estáis viendo todavía por vuestra voluntad y no por la Mía, estáis viviendo para el mundo y para vuestras necedades. Si estáis causando problemas en donde se reúnen hermanos vuestros, no estáis todavía renovados en Mi Santo Espíritu, el amor, como os dije, debe estar a flor de piel y el amor abarca infinidad de cualidades, pero entre ellas, la más importante es la humildad, la donación, el servicio por los demás.

Si no tenéis todavía esto, Mis pequeños, debéis pedir la renovación, para que venga Mi Santo Espíritu a quitar todo aquello que no sirva para Mis planes Misericordiosos para ésta humanidad. Os amo a todos, Mis pequeños, quiero ésa renovación, porque fuisteis creados perfectos, fuisteis creados para el amor, fuisteis creados para gozar de Mi Misericordia infinita y, con Mi Misericordia, os quiero dar a entender los regalos infinitos que tengo para con las almas. Todavía, Mis pequeños, no habéis saboreado las mieles de Mi Misericordia y de Mi Amor infinitos.

Dejad que Yo, vuestro Dios, os renueve con la efusión del Espíritu Santo y veréis, veréis, Mis pequeños, lo que vuestro Dios os puede dar cuando el alma se dona perfectamente a Mí. Tenéis una tarea bellísima por delante, apresurad vuestro paso para que todo se os dé como Yo quiero, Mis pequeños. Tratad de entender y de vivir Mis Palabras, acelerad el paso, os lo ruego.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: El que está Conmigo goza lo que Yo le estoy dando y goza mucho ó quizá aún más por lo que da a sus hermanos.

Hijitos Míos, cuando os pido que seáis instrumentos Míos, Yo Me gozo cuando vosotros entendéis esto y os volvéis verdaderos instrumentos del Amor.

Os quiero explicar como Yo entiendo esto y cómo gozo, Mis pequeños, cuando os veo realmente viviendo lo que Yo os pido. Yo Soy el generador de todas las Gracias, de todo el poder, del Amor en sus diferentes facetas. Yo genero vida, todo es, porque Yo lo he querido así. Vosotros sois instrumentos y sois las terminales de éste Amor, de todas Mis Bendiciones y Gracias, de toda Mi Potencia.

Cuando vosotros os soltáis totalmente a Mí, Yo veo cómo actuáis, cómo vivís, veo cómo os comportáis entre hermanos, compartiendo a vuestros hermanos de la infinidad de bendiciones que Yo derramo sobre vosotros. Cada uno de vosotros tiene diferente acción en la Tierra, cada uno de vosotros cubre una faceta diferente del Amor. Cuando Yo veo cómo actuáis vosotros, cómo Mi Amor sale libremente a través de vosotros, cómo lo vivís, cómo lo recibís, Yo Me gozo, Mis pequeños. Me gozo, porque estoy viendo cómo Mi Potencia de Amor se distribuye entre vosotros. Vosotros gozáis con ello y Yo también gozo. Y así es como el pueblo Mío se va desarrollando, vivís de acuerdo a Mi generación de Amor.

Yo, os doy, vosotros recibís y donáis a vuestros hermanos, sois Mis instrumentos, sois lo que da vida a éste Amor generado en Mí, vuestro Dios. Vosotros estáis gozando ésta riqueza que existe en Mí y, al transmitirla, os volvéis también generadores de bendiciones y de Gracias hacia vuestros hermanos. Dais, recibís, Me agradecéis, os doy más, es la vivencia del Amor, Mis pequeños, esto es lo que Yo quiero de cada uno de vosotros, que viváis embebidos en Mi Amor, que seáis depositarios de todas Mis bendiciones, de todas las almas, que gocéis de lo que Yo os doy, porque no serviría de nada que solamente vosotros repartierais de lo que Yo tengo y vosotros no gozarais, realmente, el que está Conmigo goza lo que Yo le estoy dando y goza mucho ó quizá aún más por lo que da a sus hermanos, porque ve la alegría que producen éstos maravillosos dones, éstos maravillosos regalos que Yo he puesto en vuestro ser. Vosotros regaláis de ésta vida, de ésta sabiduría, de ésta alegría tremenda que tenéis en vuestro interior.

Sabéis ó habéis tenido la experiencia, Mis pequeños, de que cuando un alma se abre y recibe Mis dones, llora de alegría, porque se siente eufórica de Mi Amor, se siente explotar en su interior, siente Mi Vida que no puede detenerla, es demasiado lo que Yo os doy y vosotros no podéis retener toda ésa alegría, toda ésa fuerza de Mi Amor. Estáis eufóricos, explotáis, lloráis, reís, gozáis por lo que tenéis en vuestro interior y como no lo podéis detener, lo dais a vuestros hermanos y así vais contagiando a vuestros hermanos de Mi gozo, de Mis Potencias de Amor.

Por eso os pido, nuevamente, Mis pequeños, que dejéis que Yo os haga como Yo quiero y veréis el gozo tan tremendo que tendréis, que éstos momentos que a veces tenéis, de euforia espiritual que Yo os concedo, se vuelvan más continuos, hasta que llegue el momento en que viváis gozosos continuamente de Mi Vida en vosotros, podría decir, borrachos de Mi Amor.

Son Mis regalos, Mis pequeños, son los regalos de un Padre, de un Dios que os ama inmensamente y que quiere repartir a sus hijos a quienes tanto ama, que gocen del Reino, que gocen de Mis bendiciones, que gocen de Mi Gracia y de Mi Amor, porque lo que tengo es vuestro, os pertenece y os lo quiero dar.

Venid a Mí, Mis pequeños, tomad de Mí, tomad de Mi Fuente generadora para que vosotros transmitáis a vuestros hermanos después de haberMe gozado grandemente.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio,
Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: Soy vuestra Madre, quiero lo mejor para vosotros y lo mejor es la Vida de Nuestro Dios plenamente en vuestra alma.

Hijitos Míos, vivís en un mundo adverso al Amor y a la Gracia. Mi Hijo Me ha dejado como Madre vuestra, Madre de todo el género humano y Yo, como Madre del Amor, continuamente velo por Mis hijos, veo vuestro sufrimiento, vuestros dolores, a veces vuestra impotencia, veo también la necedad del hombre de alejarse de Mi Hijo, veo también la traición, el pecado, el ataque hacia la Gracia y hacia el Amor que os dejó Mi Hijo. Veo las guerras, la destrucción fraterna, veo la destrucción de Mi Iglesia, veo la maldad de los corazones, pero Mis pequeños, Mi Hijo también os ha dicho que el Amor se va acrisolando en la lucha, en el dolor, la enfermedad, en todo aquello que os ataca en el mundo.

Por otro lado, entonces veo almas santas, almas buenas, almas que han vencido en la lucha diaria que tenéis todos vosotros, en los ataques continuos que tenéis del mal, almas que no se dejan vencer, almas… (Lenguas…), almas que luchan por el amor, almas que agradecen, almas que tratan de estar en Dios, de vivir para Dios, estar plenamente en Cristo y ser otros cristos. Veo las bendiciones recibidas en el corazón de muchos hombres que se han abierto al Amor, que se han abierto a la pureza y a la santidad, en donde Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, ha podido trabajar fácil y libremente y por eso, los demás hombres reciben las bendiciones que de éstos hombres brotan.

Sí, Mis pequeños, hay un balance entre el Bien y el mal, el Bien ha de vencer al mal, pero es la lucha eterna, la lucha en la cual llegará el momento en que el mal será vencido y triunfará el Bien como está escrito.

Mis pequeños, no os alejéis de Mí, vuestra Madre, os amo, os amo infinitamente, voy rescatando a todas las almas, voy rescatando a aquellas almas atribuladas. Lo único que necesito es que tengáis un momento de humildad, en el cual vosotros entendáis que sin el Amor de vuestro Dios, sin Su ayuda, vosotros no podréis resurgir y os digo resurgir, porque el alma fue creada en el Amor, el hombre se desvía, la mancha, la desperdicia y desperdicia todos los dones, capacidades y capacidades tremendas que un alma puede tener al estar con nuestro Dios. Cuando recibe, en humildad y en arrepentimiento nuevamente la vida del espíritu, ésta alma resurge, renace, se reaviva y vuelve a dar ése potencial tan tremendo que nuestro Dios, nuestro Padre Creador, ha puesto en las almas. Cuando Él ha dicho “fuisteis hechos a Imagen y Semejanza Mía”, con eso os estaba Él dando a entender que Su Potencia de Amor, Sus Potencias Creadoras, Sus Potencias de Vida, Sus Potencias de gozo, tenían que pasar también a vosotros.

El Pecado Original destruyó ésta obra, pero viene Mi Hijo, reconstruye la obra y en ése momento tenéis la oportunidad de resurgir nuevamente a las Potencias del Amor de nuestro Dios.

Venid a Mí, Mis pequeños, para que Yo os lleve hacia ésa Fuente Divina, venid con humildad, venid en arrepentimiento, venid sedientos y hambrientos, para que Nuestro Padre y Nuestro Dios os dé lo que os pertenece y así, seáis una sola cosa con Él, una sola vida.

DejadMe, Mis pequeños, pues que Yo os guíe, dejadMe que Mi gozo, tan grande, pase a vosotros, Sois Mis hijos, Soy vuestra Madre, quiero lo mejor para vosotros y lo mejor es la Vida de Nuestro Dios plenamente en vuestra alma.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio.
Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Vivid vida interior para que recibáis más de Nosotros, Nuestro alimento está en vosotros, si lo pedís.

Hijitos Míos, cuando Yo he venido a la Tierra, ha sido para Ser Maestro de vosotros, para que os dierais cuenta de lo que Mi Padre os ha pedido, de ser instrumentos, de ser ésas terminales de Gracia y de amor, que fuerais los que dierais vida, a la vida que tenéis en vuestro interior.

Mis pequeños, mucho podéis tener en vuestro corazón o en intenciones, una vida espiritual muy bella, podréis tener mucho amor en vuestro corazón, pero eso no se hará patente si no queda en obras. Yo, vuestro Dios, Segunda Persona de la Trinidad, tengo el Amor, pero lo quise hacer vida y os lo quise mostrar a vosotros, Mis pequeños, para que vierais lo que es ésa vida que nuestro Padre ha puesto en vosotros.

Yo vine a caminar entre vosotros, Yo vine a darMe por vosotros, vine a vivir para vosotros, os enseñé lo que se vive en el Cielo, hice patentes las promesas del Antiguo Testamento, hice patente ésa vida Divina que se vive en el Cielo y que Mi Padre Me pidió que os mostrara.

Vosotros debéis hacer patente también todo lo que tenéis en vuestro corazón. Os dais cuenta cuando en un ser vive la bondad o vive la maldad, las obras son las que muestran qué hay dentro en el corazón del hombre. Si actuáis en el Amor, vivís en el ejemplo bueno y santo, habláis de cosas santas, buenas, constructivas, Mi Reino está en vosotros. Pero cuando actuáis en la maldad, en el error, en la mentira, en la destrucción, Mi Reino todavía no está en vuestro corazón, satanás se ha posesionado de lo que no le pertenece, que es el alma y el alma es creación Divina.

Cuando veáis esto, Mis pequeños, ayudad a vuestro hermanos, arrebatadle a satanás lo que no le pertenece, lo que le pertenece a Dios y que tiene ése potencial Divino para hacer grandes cosas por Nuestro Reino.

Mucho, mucho tenéis que aprender, pero mucho más os queda por hacer, Mis pequeños. En el hacer está la vida real del cristiano, de Mi seguidor, del que vive el Amor. Que vuestras intenciones no se queden nada más en eso, en el pensamiento, que vayan hacia la acción, transformen almas, que den vida al alma de vuestros hermanos, pero porque vean que vosotros actuáis lo que tenéis en vuestro interior.

Vivid vida interior para que recibáis más de Nosotros. Nuestro alimento está en vosotros, si lo pedís, debéis tener vida interior para entrar en ése contacto íntimo, en ésa oración íntima con vuestro Dios, así recibiréis el Conocimiento, la Sabiduría eterna, la Sabiduría Divina, que después pondréis en obras, para que se vea que Mi Reino está en vuestro interior.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio.
Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Venid pues, Mis pequeños, en pos de Mí y traedMe infinidad de almas con vosotros.

Hijitos Míos, toda alma que dice creer en algo, pero vive en forma diferente, solamente causa escándalo y no aprovecha de lo bueno que podría tener y de lo bueno que debe de buscar. Así tenéis a vuestros hermanos, ya sean ministros de Mi Iglesia, ya sean hermanos vuestros laicos, que dicen vivir dentro de Mi Religión, de la Iglesia que Yo os he dado, de Mis Enseñanzas, del Amor que debéis tener en vuestro corazón, dicen y decís vivir de acuerdo a las Leyes que os dio Mi Padre, a las Enseñanzas que Yo Mismo os di. Dicen y decís tener todo esto en vuestro corazón, pero vuestros actos son muy diferentes, vivís en una realidad malvada, negativa y eso hace que muchas almas, al ver vuestro ejemplo y el ejemplo de ésas almas ministeriales, sacerdotales, en donde es muy diferente su actuar a su interior, que éso causa malestar en las almas buenas, en las almas que quieren vivir Conmigo, que quieren vivir bajo Mis Leyes y bajo Mi Amor.

¡Oh!, Mis pequeños, ¡cuánto mal causáis cuando no vivís de acuerdo a lo que decís tener en vuestro corazón!, si actuáis mal, es porque realmente no tenéis en vuestro corazón toda ésa vida buena y santa que debierais tener. Habláis con grosería, habláis con mentira, habláis con falsedad y decís tener la verdad en vuestro interior, porque la Verdad Soy Yo y si realmente viviera Yo plenamente en vuestro corazón, no saldría toda ésta maldad de vuestros labios. Vuestra vida es falsa, vuestro pensamiento es falso, vuestro actuar es falso, entonces ¿por qué sois hipócritas y decís que Me tenéis en vuestro corazón?

Sed calientes o sed fríos, no engañéis, Mis pequeños, sois como los fariseos y los escribas, os revestís solamente con una vestimenta cara, buena, limpia, bella, pero vuestro interior es sucio, es malvado, es falso, es traicionero. No actuéis como ellos, que os llevan por caminos de error y de pecado, haciendo creer que vuestras palabras son buenas y que vuestras acciones tienen buena intención, solo desviáis a las almas que pudieran dar mucho bien y las desviáis hacia el mal ó hacéis que se aparten de Mí, porque hacéis creer que así actúo Yo, vuestro Dios.

Vuestra falsedad, vuestra forma de ser, aparta de Mí muchas almas, no sois congruentes con lo que decís tener en vuestro corazón. Os pido seáis verdaderos, seáis de una sola pieza. DejadMe que Yo reine en vuestro corazón, para que produzcáis mucho bien en vuestras obras. No destruyáis más almas con vuestras malas acciones, con vuestro mal actuar, que ellos se enamoren de Mí, cuando os vean a vosotros actuar.

DejadMe, Mis pequeños, que Yo derrame todo Mi Bien en vosotros y así vuestros hermanos vengan a Mí cuando os vean a vosotros, que vean todo ése potencial de Amor, todas ésas virtudes y bendiciones que el alma recibe, cuando está Conmigo en plenitud. Mostradles a vuestros hermanos el tesoro tan grande con el que Yo regalo a las almas buenas y santas, a aquellas que luchan por el Bien y defienden Mi Amor. Sed verdaderos emisarios de vida y de Amor, ejemplos del Cielo aquí en la Tierra. Sed verdaderos apóstoles de éstos Tiempos. Sed Mi Vida nuevamente en la Tierra. Sed pregoneros de Mi Amor. Sed el Cielo mismo entre éstas tinieblas que os rodean y toda la falsedad que se ha introducido en los corazones. Que Mi Luz brille a través de vosotros, que abráis nuevos caminos y nuevas posibilidades de salvación para vuestros hermanos, que todos regresen a Mí, cuando os vean a vosotros, que os vean como verdaderos hermanos mayores que entendieron Mi caminar y que al hacerlo, recibieron lo que tenéis y lo estáis mostrando a vuestros hermanos.

Sed verdaderos hermanos Míos, de vuestro Cristo Jesús. Que seréis atacados, eso es indiscutible, que seréis blasfemados en Mi Nombre, así será, que quizá seáis asesinados porque Me amáis, también lo tendréis, pero que en el Reino de los Cielos, sus Puertas se abrirán de par en par para vuestra entrada, os lo prometo. Venid pues, Mis pequeños, en pos de Mí y traedMe infinidad de almas con vosotros, almas que se hayan enamorado de Mi Amor, por el Amor que vosotros hayáis mostrado a vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.