Feb 19_07 Un nuevo renacer se acerca para todos vosotros.

Rosario.

Temas:

  • Un nuevo renacer se acerca para todos vosotros, pero para aquellos que no Me han seguido, que Me han atacado, no habrá ése renacer.
  • Os pido que vuestra donación sea en total libertad y con amor, que no toméis Mis Palabras como algo que os obligue a actuar.

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Primer Misterio,
Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Un nuevo renacer se acerca para todos vosotros, pero para aquellos que no Me han seguido, que Me han atacado, no habrá ése renacer.

Ciertamente, Mis pequeños, un nuevo renacer se acerca para todos vosotros, pero para aquellos que no Me han seguido, que Me han atacado, no habrá ése renacer. El renacer será como premio para todos aquellos que, en sacrificio y en amor, donación y en vida espiritual, han luchado contra las fuerzas del mal. Va a ser el triunfo, el triunfo de Mi Corazón Sacratísimo, porque Él se dio por la salvación de todos vosotros y el triunfo va a ser que vosotros mismos, llevándolo en vuestro corazón, alcancéis el triunfo de vuestra propia vida contra todas ésas fuerzas del mal.

Yo os enseñé a cómo luchar contra todas ellas, porque Yo Mismo padecí el ataque de satanás y vosotros, como seguidores Míos, estáis también sufriendo ése ataque, pero unidos vuestros corazones con el Mío, estamos en la lucha, la lucha final que ya estáis viviendo y que se ha de desatar fuertemente en breve.
Mis pequeños, Yo padecí fuertemente por todos vosotros, Mi dolor se fue al extremo, sufrí para poder dar vida a cada uno de vosotros. Ahora vosotros tenéis que seguir el camino del Maestro, que ya os he trazado, para la salvación de vuestros hermanos.
No es nuevo lo que os digo, ya os lo he repetido, pero es vuestra donación, libre y voluntaria, la que vale, Mis pequeños. Os repito todo esto, porque veo poca voluntad, escucháis las Palabras, pero vuestra voluntad no se mueve y sin actos, no se puede lograr la redención del género humano.
Mis pequeños, en la lucha se tiene que actuar, los soldados tienen que sufrir, tienen que correr contra el enemigo, tienen que padecer, salen heridos y algunos, heridos de muerte. Se tiene que actuar para poder lograr lo que se necesita, el puro deseo no es tan bueno, ciertamente el deseo puede ayudar a la acción, pero muchas veces os quedáis nada más en el deseo y en la conmiseración, pero, Mis pequeños, está bien que sufráis con aquél que sufre, pero Mis pequeños, ¡actuad!, ¡actuad! como Yo Mismo actué. Yo sabía cómo satanás iba a actuar en contra Mía, del dolor que Yo iba a tener, a sufrir y a padecer por todos vosotros y aún así lo acepté, porque iba a ser para el bien de cada uno de vosotros. Yo pensaba en cada uno de vosotros, por vuestras necesidades particulares, porque Yo, como Dios, os tengo presentes a cada uno de vosotros y vuestras necesidades particulares.
Es ahora vuestro turno, para que os deis por vuestros hermanos, no os exijo, os pido, os ruego, para que deis lo que podáis por su salvación y, sobre todo, por el deseo del cambio, que ése lo lograréis vosotros, ayudados por Mí, vuestro Dios, el Cristo Jesús, que os vino a enseñar cómo se debe actuar para recibir las bendiciones del Cielo.
Mis pequeños, todavía falta mucho en la actuación de vuestro corazón, la donación es difícil, porque os debéis desprender de vuestra propia voluntad y eso es lo difícil en el hombre, olvidarse de sí mismos, estáis acostumbrados a ser consentidos, pedís que se os ayude en tantas cosas, que no os falten otras, Yo os he dicho que debéis pasar ya de la espiritualidad infantil a la madura, a la de donación, en donde vuestra posición es dar, no solamente recibir y es la de ver por el hermano necesitado y ya no verse a sí mismos y vuestras propias necesidades.
Esto es lo difícil en el hombre, ser maduro, darse, porque siempre estáis en la búsqueda de tener más, y cuando se os pide el desprendimiento, eso es difícil para el hombre, porque no queréis sufrir, porque no queréis padecer, porque no queréis pasar necesidades. Dad, Mis pequeños, dad lo que tengáis y dadlo con amor y veréis que no os faltará nada. Yo estaré con vosotros, Yo os apoyaré, daré a los vuestros, daréis lo poco que tenéis y recibiréis infinitamente, porque Yo Soy vuestro Dios, porque Yo nunca os abandono y siempre os daré todo lo necesario para poder servirMe y poder luchar contra las fuerzas del mal.
Yo no abandono a aquellos que han abandonado todo por tomarse a Mí. Así como Yo Me di, Yo también Me doy nuevamente, para que no os falte nada, siempre y cuando estéis buscando los bienes del Cielo y no buscando el llenar vuestros bolsillos en exceso.
Cuidad pues, vuestra espiritualidad, Mis pequeños, buscad solamente el bien para vuestros hermanos, luchad por la justicia y el bienestar de los pueblos, dadMe, dadMe el amor que tantos Me niegan. Venid a Mí cuando necesitéis y veréis que saldréis reconfortados. Animaos los unos a los otros, Yo estaré con vosotros a través de vuestros hermanos. Juntos, juntos hemos de lograr éste cambio, Mis pequeños, porque aquél que lucha por algo, goza más el triunfo, que si se os diera en forma gratuita y sin luchar por aquello que buscáis.
Luchad pues, Mis pequeños, que os lo agradeceré infinitamente, luchad por Mí Reino, porque también es vuestro Reino, luchad por la vida, destruyendo la muerte que os rodea, atacad al mal, con el bien que Yo os he enseñado.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Os pido que vuestra donación sea en total libertad y con amor, que no toméis Mis Palabras como algo que os obligue a actuar.

Hijitos Míos, os pido que vuestra donación sea en total libertad y con amor, que no toméis Mis Palabras como algo que os obligue a actuar.
Mis pequeños, el amor no se obliga, el amor, ó nace de lo profundo de vuestro corazón para darlo ó no lo deis, porque el amor que no nace de lo profundo del corazón, no sirve. Cuando sentís que algo es obligado, no lo hacéis con gusto, no lo dais en totalidad, es más, hasta pedís que sea redituable. El amor es de donación, en el amor veis el bien hacia los demás, el bien que haréis para que vuestros hermanos gocen lo que podréis dar. En el amor hay alegría, hay libertad, hay gusto, hay crecimiento. Cuando dais por obligación, no hay alegría, dais a disgusto, no dais completamente, no os dais en totalidad.
Yo lo que quiero en vosotros, Mis pequeños, es que deis en totalidad, pero deseando hacer el bien. Eso es el amor, Mis pequeños, es donación total, es bienestar, tanto para vosotros como para aquellos a los que dais. Gozáis en el bien que estáis haciendo, en la palabra buena, en la acción reconfortante, en la limosna que ayudará. Todo aquello que hacéis en el bien, vosotros mismos lo gozáis, porque internamente, Mi Santo Espíritu de Amor, os estará diciendo que lo estáis haciendo bien y que además lo estáis haciendo con gusto.
Con la acción buena, con la acción santa, con la acción que sale de Mi Corazón, a través de vuestro corazón, vosotros gozáis, vuestros hermanos lo perciben así y salen reconfortados y crecen, eso es vivir en el amor, eso es vivir unidos a Mí, vuestro Dios. Juntos vamos caminando, juntos vamos logrando el cambio, juntos damos vida y crecimiento a vuestros hermanos, el vivir unidos así para el Cielo, va haciendo que vosotros mismos vayáis haciendo crecer y cambiando vuestro alrededor para los bienes que vosotros mismos debéis tener en vuestro corazón y debéis dar a vuestros hermanos. Son bienes celestiales que Yo pongo en el alma de todos aquellos que se han donado a Mí, vuestro Dios.
No os imagináis la riqueza que tenéis en vuestro interior cuando estáis Conmigo, es tanto, tanto lo que se puede dar cuando vosotros os dais a Mí, que Yo puedo actuar a través de vosotros y podemos dar muchísimo a vuestros hermanos.
DejadMe, Mis pequeños, que Yo tome vuestra voluntad, dejadMe que Yo tenga libre acceso a vuestro ser y veréis cuántas maravillas, cuántos milagros, cuántas potencias de Mi Amor se pueden dar a través de vosotros para vuestros hermanos y para vuestro propio bien.
De todo lo bueno que dais, también vosotros recibís, porque nadie puede ser instrumento sin que reciba también el cuidado de vuestro Dios, es más, para poder ser instrumento Mío, debéis haber recibido ya Mi Gracia y, precisamente, por recibir Mi Gracia, por haber sentido ése cambio, por haber vivido ya experiencias bellas, Divinas y santas, es porque queréis compartir con vuestros hermanos. El amor se da, el amor se transmite, porque es algo dinámico, os he dicho, no podéis detener el amor, porque es inmenso, es inconmensurable, todas ésas potencias que se pueden transmitir a través vuestro, vosotros las gozáis y además, al trabajar para Mí, recibís vuestra paga. El amor purifica todo, el amor santifica todo, el amor os vivifica, os sana, os hace mejores, no desperdiciéis Mi Obra, que puede ser transmitida a través de vosotros.
Para poder ser transmisores, vosotros debéis ser purificados primero y, al ser purificados, vosotros gozaréis algo que nunca antes habíais tenido. Cuando vosotros queréis poner en un recipiente un perfume finísimo, limpiáis perfectamente ése recipiente para que no se contamine con lo que hay adentro. Vosotros sois los recipientes que recibiréis Mi Gracia Infinita, por eso os tengo que purificar, para que podáis ser depositarios de Mi Gracia y al ser purificados, vosotros gozaréis infinitamente y luego gozaréis con lo que daréis de ésa Gracia que tendréis en vuestro interior.
DejadMe, pues que Yo os purifique, que Yo os santifique, para que podáis ser verdaderos depósitos de Mi Gracia y de Mi Amor y Mis Bendiciones brotarán de vosotros hacia vuestros hermanos y así gozaremos juntos el bien que se tiene que dar para toda la humanidad.
Gracias, Mis pequeños.