Dic 17_09 Cuando os separáis de Mí, vosotros os estáis poniendo en manos de satanás.

Rosario vespertino

Temas:

  • Os amo mucho, Mis pequeños, y cuando os he pedido que seáis otros Cristos, os estoy dando una categoría inmensa que el hombre, en sí, no se merece.
  • Venid a Mí, Mis pequeños, regresad al Bien, Mis pequeños, el tiempo se terminó, Soy vuestra Madre.
  • Ninguno de vosotros puede mandar sobre sus hermanos, porque ninguno de vosotros es perfecto a tal grado que no necesite de los demás.
  • Amáis, porque hay una fuerza grande en vuestro ser que proviene de Mí y que os une a Mí, el Amor une todo lo Creado.
  • Mi Reino vive en vosotros pero es vuestra obligación sacarlo de vuestro interior, vivirlo y transmitirlo a vuestros hermanos.

 

Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Os amo mucho, Mis pequeños, y cuando os he pedido que seáis otros Cristos, os estoy dando una categoría inmensa que el hombre, en sí, no se merece.
(Lenguas…) Hijitos Míos, actuad siempre en humildad de corazón y, de ésta forma, de Mí siempre obtendréis todo lo que necesitéis, para vuestro crecimiento espiritual y lo que Me pidáis para vuestros hermanos. Aunque para Mí cada uno de vosotros sois muy importantes, vosotros deberéis desaparecer para vosotros mismos, sois pequeños, insignificantes, pero Yo os he elevado a la condición de hijos y a la condición de hermanos por Mi Hijo Jesucristo, valéis mucho, pero a la vez sois nada, Mis pequeños. Os lo digo así para que en vosotros no crezca la soberbia, para que vosotros os mantengáis siempre en estado de humildad y siempre necesitados de Mí.

Os amo mucho, Mis pequeños, y cuando os he pedido que seáis otros Cristos, os estoy dando una categoría inmensa que el hombre, en sí, no se merece por el pecado que tenéis y que muchas veces, ni siquiera queréis luchar contra él. Pero os doy ésta dignidad de ser otros Cristos para que trabajéis por Mi Reino en la Tierra, mucho bien habéis recibido y poco bien recibo de vosotros. Daos cuenta de esto, Mis pequeños, porque seréis juzgados por el bien recibido y por lo que habéis dado.

Desperdiciáis Mi Amor, Mis pequeños. Yo Me derramo constantemente sobre cada uno de vosotros, quiero vuestra perfección, quiero vuestra vida totalmente donada a Mí, vuestro Dios, Yo no quiero que os reservéis algo para vosotros, sois una nada y por Mí valéis mucho, pero cuando os apartáis de Mí, vuestra nada es una realidad.
Meditad esto Mis pequeños, porque sois muy dados a creer que valéis mucho porque os llenáis de las cosas del mundo, cuando éstas, en la gran mayoría de los casos, os vacían completamente de Mí.

¿Qué buscáis?, ¿qué queréis ser?, buscáis mundo, queréis ser algo entre los hombres, alguien importante, que os sintáis adorados, que os sintáis importantes ante vuestros hermanos para que os alaben, y es basura lo que vosotros buscáis y de lo que os llenáis. 

Me tenéis a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios y de Mí recibís grandes bendiciones que os llevan a ser almas importantes en el Reino de los Cielos pero, como vuestra Fe es tan débil, no buscáis lo que realmente vale, que son los bienes del Cielo en vuestra alma y, así, vais desperdiciando todos los bienes que os regalo, ni los utilizáis vosotros ni los repartís a vuestros hermanos y así vuestra vida se torna enteramente inútil y Yo os pregunto y os preguntaré al final de vuestra existencia, ¿a qué vinisteis? No Me ayudasteis en nada, desperdiciasteis el tiempo, la vida que Yo os di, no Me entregaréis nada al final de vuestros días. Vosotros sabréis la respuesta, a dónde iréis, qué ganasteis por no haber usado los talentos que Yo os concedí, los escondisteis, no los utilizasteis, los desperdiciasteis, porque Me tuvisteis miedo.

Muchos, muchos de vosotros estáis en ésta condición, Me apena tanto ver almas inservibles, almas que Me pidieron el don de la vida, que os lo concedí para servirMe a Mí,  su Dios y desperdiciaron tantas, tantas Bendiciones y las capacidades que les di a estas almas, las utilizaron para llenarse de los bienes del mundo. Desperdicio por todos lados. Os llenáis también de las cosas del mundo y ni siquiera las gozáis. Os las arrebatan cuando ya ni fuerzas tenéis, cuando va disminuyendo vuestra vida, cuando los años os van acabando. Invertisteis mucho tiempo, Mi tiempo, en llenaros de las cosas del mundo, no las gozasteis y os las arrebatan aquellos que os rodean, ellos os traicionan, os hacen a un lado, porque ya sois inservibles y vosotros, ante Mí, al ser juzgados, lloraréis, porque entonces sabréis todo el tiempo desperdiciado, veréis vuestra vida, veréis que no hicisteis nada para Mi Reino ni para la salvación de las almas de vuestros hermanos y además vuestras posesiones fueron arrebatadas por aquellos que vosotros creíais que amabais.

Vuestra penitencia será el dolor de vuestro error, porque no utilizasteis bien el tiempo y porque creísteis haber sido amados por los bienes materiales que teníais y que cuando vuestras fuerzas menguaron, os quitaron todo y os hicieron a un lado.

Mis pequeños, Soy vuestro Padre y vuestro Dios, os doy lo que tenéis, no por merecimiento propio, sino porque sois Mis hijos y os amo, pero os repito, poco apreciáis lo que Yo os he dado, ojalá reaccionéis a tiempo y volváis a Mí y recuperéis algo del tiempo perdido y que podáis hacer todavía algo para el bien de vuestros hermanos y para crecimiento de Mi Reino en la Tierra. Os Bendigo, Mis pequeños, os bendigo con Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: Venid a Mí, Mis pequeños, regresad al Bien, Mis pequeños, el tiempo se terminó, Soy vuestra Madre.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre Santísima, la Siempre Virgen María, estoy con vosotros, Mis pequeños. (Lenguas…), recibid Mis bendiciones, Mis pequeños, recibid todo Mi Amor, Yo, la Sierva del Señor.

Mis pequeños, por una Gracia Divina, Yo le di vida al Salvador. Por una Gracia Divina, Soy Madre de todos vosotros. Por una Gracia Divina, he de anunciar el Regreso de Mi Hijo a la Tierra.

Mis pequeños, sois Mis hijos, os amo, Mis pequeños, con el Amor de Mi Hijo, con el Amor Misericordioso, con el Amor que todo perdona, con el Amor que quiere vuestro crecimiento y vuestra perfección.

¡Oh!, Mis pequeños, cuánto os habéis olvidado de los méritos de Mi Hijo, Él, en obediencia al Padre, bajó para servir a todas las generaciones, presentes, pasadas y futuras. Él se dio por completo a todos vosotros, se sigue dando por completo por todos vosotros, en cada Misa, en la Sagrada Eucaristía, en los Sacramentos, en Su Amor, en Su Donación. Cuando vosotros con Fe pedís, Él está ahí para cubrir vuestras necesidades, es Su Promesa, pero sobre todo es Su Amor que vela por cada uno de vosotros.

Mis pequeños, no hay Amor más grande en el universo entero que el Amor de Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad.

¡Oh!, Mis pequeños, ¡cómo desperdiciáis el Amor de Nuestro Dios!, os podéis imaginar, cierta y vagamente, cómo os ama Nuestro Dios, pero aún aquello que vosotros os podáis imaginar, de cómo os ama Nuestro Dios, todavía queda corto, porque no tenéis las capacidades para entender las bellezas y Bendiciones con las que Nuestro Dios os adorna a cada uno de vosotros.

Mis pequeños, Mi Hijo, Dios, Jesucristo, en humildad total, se dejó guiar por Mí, Su Madre, Pequeñita, la Sierva y Yo os pido, Mis pequeños, que permitáis de Mí, que aún a pesar de que fui grandemente regalada por Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, por Gracia Divina, Me mantengo pequeñita y sirviendo a Nuestro Dios. Así os quiero también, Mis pequeños, que aprendáis de Mí, vuestra Madre, que busquéis vuestra perfección en la pequeñez, en la humildad de vuestros pensamientos y de vuestros actos.

¡Cuántos errores comete el ser humano!, ¡cuánta maldad cometéis que os aparta de Sus Bendiciones y de Su Amor! Ya no le dais a Nuestro Dios el valor que debe tener en vuestra vida, os sentís seguros con las capacidades que tenéis y ésas capacidades que se os dieron, para la salvación de almas, vosotros las utilizáis solamente para un bien efímero y a veces malvado, que os afecta y afecta a vuestros hermanos. No queréis crecer, no queréis perfección en vuestra vida, buscáis la maldad y la encontraréis.

Pero aún así, Mis pequeños, cuando desesperados estéis, porque preferisteis el mal en vuestra vida en lugar de buscar el Bien que os santificaría, venid a Mí, Mis pequeños, regresad al Bien, Mis pequeños. El tiempo se terminó, Soy vuestra Madre, Soy vuestra protectora, he sido puesta por Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, para alejaros de la mentira y de la maldad de satanás, pero vosotros persistís en vuestro error y no quiero que llegue el final de vuestra existencia y que vosotros os mantengáis en ésa idea errónea de vivir como vosotros pensáis.

Venid a Mí, Mis pequeños cuando agobiados estéis con la carga de la vida o los problemas cotidianos que cada vez se van agravando más. Cuando la maldad engrandecerá vuestros problemas y vuestras preocupaciones, que os sentiréis ahogados por ellas y que satanás os llevará a que perdáis la paz en vuestra vida y hasta que os desesperéis por aquello que no podéis resolver con vuestras capacidades humanas. Venid a Mí cuando agobiados estéis por todas éstas preocupaciones de la vida.

Confiad, Mis pequeños en Mi guía amorosa, os quiero llevar a la santidad, pero os debéis olvidar de vosotros mismos y eso os cuesta mucho. No desperdiciéis más vuestro tiempo, todavía tenéis forma de reparar aquello que no habéis hecho para Nuestro Dios. Pido a Mi Esposo, el Santo  Espíritu de Amor, se derrame sobre cada uno de vosotros para que vosotros podáis entender el Plan Divino que cada uno de vosotros deberéis completar con vuestra vida, con la existencia que se os ha concedido. No desperdiciéis el tiempo de Nuestro Dios, entregaos plenamente a la Voluntad Divina, sed pequeñitos como Yo lo Soy, vuestra Madre, ante la Omnipotencia Infinita de Nuestro Dios y veréis cómo vuestra vida y vuestros actos agrandan, cuando en humildad estéis, Mis pequeños, ante Nuestro Dios. Actuando en humildad, entenderéis muchas cosas.

Yo os Bendigo, Mis pequeños y os pido nuevamente que os toméis de Mi Mano, que no os apartéis de Mí, porque satanás, quien os está acechando continuamente, ha incrementado su fuerza porque os habéis apartado de la oración y de los Sacramentos. Este es el tiempo en que Yo, vuestra Madre, he de proteger a Mis hijos, por eso estoy ante vosotros y os anuncio todo esto, para que os dejéis mover por Mí, no dudéis, Mis pequeños, venid con toda confianza, Soy vuestra Madre y quiero lo mejor para vosotros, pero venid en humildad y así obtendréis grandes Bendiciones de Nuestro Dios y Señor, en Su Santísima Trinidad.

Dejaos, Mis pequeños, dejaos llenar de la Gracia de Nuestro Dios, sois grandes ante los ojos de Nuestro Dios, pero siempre y cuando os deis a Él, os consagráis a Él, cuando os queráis llenar con la Vida de Él, os llevo en Mi Corazón y quiero lo mejor para cada uno de vosotros, porque una Madre siempre quiere lo mejor para cada uno de sus hijos.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Ninguno de vosotros puede mandar sobre sus hermanos, porque ninguno de vosotros es perfecto a tal grado que no necesite de los demás.
Hijitos Míos, os he dicho que cada uno de vosotros seréis juzgados de acuerdo a los dones recibidos y cómo los utilizasteis, tanto para vuestro propio bien, como para el de vuestros hermanos. No tenéis idea, Mis pequeños, y en algún tiempo lo sabréis, de la riqueza que son Mis dones en cada uno de vosotros.

Es como si recibierais grandes ollas o recipientes llenos de monedas de oro, porque ésas monedas, que es lo material que tenéis, lo podéis tocar y lo apreciáis, es por lo que os dejáis llevar por las cosas del mundo. Os falta Fe para realmente apreciar Mis riquezas espirituales que caen sobre cada uno de vosotros, con las que os regalo, con las que crecéis, o más bien, con las que debierais crecer pero que, una gran mayoría de vosotros, las hacéis a un lado de vuestra vida y, aunque  creéis crecer, porque tenéis muchos años del mundo, realmente vuestra alma no ha crecido, se ha quedado débil, porque no le disteis el alimento que debiera haber tenido para crecer y, ésa es vuestra vida espiritual, tanto propia, como la de donación a vuestros hermanos. ¿Qué no os habéis dado cuenta, Mis pequeños, que vivís rodeados de otros seres semejantes a vosotros?, hermanos vuestros que necesitan de lo que Yo os di para que compartierais, y vuestros hermanos, al recibir de lo vuestro, ellos también os compartieran y así debierais crecer en el Amor, sin egoísmos, siempre deseando lo mejor al hermano, ése es el crecimiento que debéis tener a todo estado de vida que tengáis, Mis pequeños, siempre viendo por el bien del hermano, porque vosotros tenéis lo que el otro no tiene y vosotros no tenéis lo que el hermano vuestro tiene. Os debéis compartir en humildad y debéis recibir también en humildad. Ninguno de vosotros es perfecto, ninguno de vosotros tiene todos los dones necesarios, todos necesitáis de vuestros hermanos para que os podáis completar y complementar.

Pero si vosotros os apartáis de vuestros hermanos, si no queréis tratarlos, si no queréis recibir de ellos, si no queréis dar de lo que tenéis, realmente creceréis faltos de muchas cosas, realmente no estaréis completos ni nunca lo estaréis si os mantenéis apartados de aquellos que os pueden complementar.

Cuando os unís, primeramente en familia, en matrimonio, en grupo y lo hacéis de corazón, es cuando podéis empezar a crecer y a perfeccionaros. Cuando conocéis a vuestros hermanos, os vais dando cuenta que tienen dones y capacidades que vosotros no tenéis pero, a su vez, ellos también se dan cuenta de que vosotros tenéis de lo que ellos no tienen y, así, en Sabiduría y en humildad, debéis pedir y debéis dar. Y esto lo he hecho así, Mis pequeños, con la idea de que os mantengáis siempre humildes y buscando el bien de vuestros hermanos, para que ellos os compartan de lo que vosotros no tenéis.

Eso es lo mismo que hacéis, Mis pequeños, cuando cultiváis plantas que os ayudan a alimentaros o cuando tenéis animalitos que os ayudarán a alimentaros. Vosotros, si así lo veis, sois servidores de ésas plantas y de ésos animalitos, realmente los estáis sirviendo para que ellos crezcan, los cuidáis y, así, cuando la planta crece, o el animalito está maduro, vosotros tomáis de sus bienes para alimentaros, pero les servisteis, fuisteis servidores de ellos, os creísteis amos pero realmente fuisteis sus servidores, les cuidasteis de las enfermedades, les disteis el alimento necesario para que crecieran, para que posteriormente ellos os dieran de sus bienes alimenticios para vuestro crecimiento. ¿Veis cómo os volvéis servidores y, en el servicio, obtenéis los bienes de los demás? Quiero que os mantengáis siempre en esta idea, que ninguno de vosotros puede mandar sobre sus hermanos, porque ninguno de vosotros es perfecto a tal grado que no necesite de los demás.

Sed pequeños, manteneos humildes y mostrad a vuestros hermanos ésta sencillez de vida para que todos unidos, completéis el Cuerpo Místico de Mi Hijo. Os he dicho que sois celulitas y así os vais ayudando los unos a los otros. Y el Cuerpo Místico, que es el Amor que os vino a enseñar Mi Hijo, es el que se va difundiendo por toda la Tierra y de ésta forma, el Bien va venciendo al mal.

Así pues, Mis pequeños, creced continuamente en el Bien, daos, para que vuestros hermanos también aprendan a darse.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Amáis, porque hay una fuerza grande en vuestro ser que proviene de Mí y que os une a Mí, el Amor une todo lo Creado.
Hijitos Míos, sabéis que el príncipe de éste mundo es satanás, que su maldad os rodea, que su maldad os quiere destruir, pero Yo, vuestro Dios, que Soy infinitamente más poderoso que satanás, os voy cuidando, os voy protegiendo, voy cuidando vuestros pasos, voy cuidando vuestra vida.

Ciertamente estáis en la Tierra para servirMe y que Yo Me valga de vosotros para que Mi Amor se difunda sobre la Tierra y que Mi Amor vaya destruyendo la maldad de satanás con la que ha destruido a muchas almas, con la que os quiere destruir a todos vosotros, con la que quiere destruir a toda la Creación.

Mis pequeños, cuando os separáis de Mí, voluntariamente y en soberbia, vosotros os estáis poniendo en manos de satanás, estáis exponiendo vuestra vida, ¿por qué queréis caminar libremente sobre la Tierra, cuando vosotros no lo podéis hacer ni lo debéis hacer?, ¿acaso vosotros, los que sois padres, dejáis que vuestros hijos pequeños se adentren a una selva peligrosa, sabiendo que muchos males y peligros pueden destruir la vida de vuestros hijos? Ciertamente vuestro corazón muy malo debe ser como para permitir esto, si algunos de vosotros lo hacéis, pero la mayoría de vosotros no lo permitiríais, vosotros cuidáis a vuestros hijos, porque los amáis, porque los habéis visto crecer desde el vientre materno. Amáis, porque hay una fuerza grande en vuestro ser que proviene de Mí y que os une a Mí, el Amor une todo lo Creado. Vosotros dependéis de Mí, dependéis del Amor, es Mi Vida sobre vosotros y si no tenéis Amor, vuestra alma muere.

Mis pequeños, os he dicho que aún las almas malas saben amar, siempre y cuando éstas no se hayan satanizado, pero aún así, todavía quedan resquicios de Amor. Vosotros no sois satanás, quien es completamente malo, vosotros sois almas que escogisteis el error en un momento de tontería de vuestra vida, os apartasteis de Mí, que Soy el Amor y creísteis que con hacer vuestra propia vida y escoger el mal, podríais ser mejores, porque quisisteis crecer ante vuestros hermanos con el poder de satanás que, como os repito, es infinitamente menor que Mi Poder Divino. Os falta inteligencia y Sabiduría cuando así escogéis.

Mi Hijo varias veces os muestra en las Escrituras cómo fácilmente vence a satanás. Él es Mi Hijo, es Dios también ante vosotros y fácilmente veis cómo satanás se rinde ante Él. Estáis ciegos vosotros, los que aún pensáis que satanás os puede dar todo y que de él podéis obtener capacidades y poderes superiores a Mi Divinidad. ¡Qué ciegos estáis!, ¡qué tontos sois! Yo lo creé a él, él no Me creó a Mí, pero si persistís en vuestra tontería, viviréis con él eternamente.

Pedid Mi Sabiduría Santa, para que podáis entender esto que muchos de vosotros parece que no entendéis, porque estáis apartados de Mi Gracia. Os pido que lo hagáis porque os amo, que aún a pesar de vuestra tontería, os amo y os quiero regresar a Mí pero, si por vuestra soberbia no os queréis acercar a Mí, tristemente y con dolor, tendré que dejar que vuestra alma se pierda eternamente. Si os ponéis en contra de Mí, vuestro Dios, Yo no puedo hacer nada por vuestra salvación.

Almas buenas, almas santas, almas que buscan su perfección, venid a Mí, Mis pequeñas, venid a Mí, para que alcancéis la perfección en vosotras, almas buenas. Hay deseo de crecimiento, hay deseo de perfección, hay deseo de superación, esto es lo que Yo quiero que haya en las almas, que nunca se queden estáticas, el Amor es dinámico y eternamente deberéis estar en ése dinamismo, buscando Sabiduría, Sabiduría Santa, que solamente puede venir de Mí, y mientras más vayáis buscando, iréis encontrando bellezas inigualables, bellezas que gozaréis inmensamente, porque las almas buenas gozan inmensamente cuando encuentran lo que de Mí procede.

Gozad pues, Mis pequeños, el estar Conmigo y estad seguros que Yo siempre os llenaré de ése deseo de superación y Me dejaré encontrar por vosotros, almas buenas, almas sabias.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Mi Reino vive en vosotros pero es vuestra obligación sacarlo de vuestro interior, vivirlo y transmitirlo a vuestros hermanos.
Hijitos Míos, ¿con qué rostros os mostráis ante vuestros hermanos?, es un rostro que os conviene, pero que es mentira o ¿realmente os estáis mostrando a vuestros hermanos como vuestro corazón es?, ¿estáis viviendo lo que internamente os da vida o estáis viviendo una falsedad que no os está llevando a nada bueno?

Muchos de vosotros sois así, Mis pequeños, mostráis vuestro rostro como máscara, en la que aparentáis ser lo que realmente no sois. Vivís vidas de falsedad, vivís vidas de error, pero realmente no estáis viviendo lo que Yo os he pedido a cada uno de vosotros, que viváis según las virtudes y el Amor que Mi Hijo os enseñó.

Ciertamente el hombre cae muchas veces a lo largo de su vida, pero éstas caídas os deben llevar a la madurez espiritual, vuestro error queda en el pasado, vuestro futuro es vida, porque Yo os devuelvo la vida cuando vosotros, arrepentidos, a Mí venís, pidiendo el perdón de vuestros pecados a Mis ministros, los sacerdotes.

El hombre cae continuamente, porque no tenéis una fuerza espiritual que debierais tener si la buscarais continuamente. Os he dicho en las Escrituras, a través del ejemplo en Pablo, “Mi Gracia te basta” y así os lo repito a vosotros, “Mi Gracia os basta”, pero vuestra Fe es demasiado pequeña y queréis grandes cosas tangibles, porque no queréis confiar en lo intangible que se os da a través de la Fe.

Mis pequeños, debéis acrecentar la Fe que se os dio en el Bautismo, os debéis soltar totalmente a Mí, vuestro Dios y ya dejar el plano material para vivir el plano espiritual que tenéis en vuestro interior. Mi Reino vive en vosotros pero es vuestra obligación sacarlo de vuestro interior, vivirlo y transmitirlo a vuestros hermanos, mostrarles a vuestros hermanos vuestra realidad interna y no vivir con una máscara, con una cara que no corresponde a vuestra realidad. Os da vergüenza vivir en el Amor, vivir en la Virtud, estáis siempre pensando en el “qué dirán” y por ése qué dirán se va retrasando el Amor sobre la Tierra. Creéis que vivir en el Amor y en las Virtudes os hacen débiles ante los hombres, porque la maldad se muestra grande, imperiosa, dominante y buscáis pues así la maldad para estar sobre vuestros hermanos, creéis que al vivir así se os respetará más que si vivierais en el Amor y en la Virtud y estáis en un error, Mis pequeños. Ved cómo en Mi Hijo, viviendo así, no hubo ningún oponente, a todos aquellos que quisieron luchar de alguna forma contra Él, los venció, ya fuera en mirada, en Palabras o en obras, no hubo quien pudiera estar sobre Él.

Y así debéis vivir vosotros, Mis pequeños, viviendo el Amor que está en vosotros, que Yo os he puesto, pero que vosotros no queréis cultivar.

Ésa es la perfección del hombre, sacar de vuestro interior ése tesoro grande que tenéis, que es Mi Reino, para que se dé en el exterior a través de vuestras obras. Mi Reino debe vivir entre vosotros, pero por vosotros, por vuestra actuación. Mis hijos deben ser valientes, Mis hijos, Mis verdaderos hijos, los que muestran el verdadero rostro que vive en vuestro interior, son los que cambiarán la faz de la Tierra y serán los verdaderos ciudadanos del Reino aquí en la Tierra, porque fueron valientes, porque lucharon contra la maldad, porque a través de ellos, el Amor y la Virtud vencerá al mal que os rodea.

Venid pues, vosotros, los que sois verdaderos hijos Míos, los que no teméis al qué dirán los que estáis mostrando y viviendo Mi Reino en vuestro interior y dándolo al exterior. Vosotros sois los que cambiaréis a éste mundo y Yo viviré entre vosotros y gozaréis Mi Presencia Divina entre todos los hombres.
Gracias, Mis pequeños.