Dic 14_01 En nombre del amor se cometen muchas injusticias.

Mensaje.

 

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

 

Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Hijitos Míos, en nombre del “amor”, se cometen muchas injusticias. En nombre del “amor”, se cometen muchas atrocidades. En nombre del “amor”, se defienden falsos ideales. En nombre del “amor”, se vive en la impureza y en la podredumbre.

Hijitos Míos, ¿de qué os ha servido que Yo, vuestro Dios, haya venido a traeros las Leyes del Cielo? ¿De qué os ha servido el que Yo mismo os enseñara lo que es bueno para vuestra alma? ¿De qué os han servido tantos años de predicación de Mi Iglesia?

Vosotros decís:”Es de humanos errar”, pero Yo os digo que es de hijos de Dios enmendar el camino y el de conducirse fieles a Mi Palabra y a Mis Enseñanzas.

Tomáis ejemplo de hombres y sabéis que el hombre es imperfecto y aún así noqueréis tomar ejemplo de lo que Yo os dejé, sabiendo que Soy Dios, Perfecto en Mis Enseñanzas. Os conformáis con la imperfección y no tratáis de buscar lo que os pueda igualar a vuestro Hermano Cristo Jesus.

Os di tanto. Luché tanto contra la mentalidad caída del hombre. Os he dado todos los medios para vuestra salvación y ¿qué habéis hecho con ellos?

La soberbia os corrompe. Lucháis los unos contra los otros. Tratáis de destruir al que sobresale porque lleva y vive Mis Verdades y no os gusta verlas ni que os las recuerden porque “coartan vuestra libertad”. Vivís en el pecado y en la falsedad como si estuvierais viviendo en la gran verdad. Defendéis a capa y espada vuestros errores y los propagáis con el ejemplo y con la palabra. Insistís en el vivir en el error y hasta que no véis a vuestro hermano caído y enlodado al igual vuestro, os sentís satisfechos de vuestra obra. Vuestra mente y vuestro corazón, por vivir enlodados en el pecado, ya no aceptan ver ni estar con almas que se mantienen fieles a su Dios.

El deseo de superación espiritual ya no entra en vuestros intereses humanos. Vivís por vivir el día y os movéis en el Mundo como muertos en vida. Sí, muerta esta vuestra alma y nada bueno puede ya salir de ella.

¿En dónde habéis dejado Mi Amor, Mis pequeños? Queréis que cambie todo a vuestro alrededor y no os dais cuenta de que vosotros mismos sois partícipes del mal que os aqueja.

Yo os digo que un muerto no puede ayudar a vivir a un ser o, ¿acaso puede un muerto ser ejemplo de Vida?

Yo Soy la Vida, Mis Palabras dan Vida, Mis Enseñanzas son de Vida y Mi Cuerpo y Mi Sangre os dan Vida y os mantienen en ella. El que no está Conmigo no puede vivir.

Yo Soy la Luz y las tinieblas nunca van a poderMe impedir que alumbre.
Yo siempre podré daros Mi Luz. Luz de entendimiento, Luz de pureza, Luz de verdadero Amor, Luz de esperanza, Luz de salvación, solamente pedídMela de corazón y Yo os levantaré hacia las verdades de vuestro Dios.
Os pido, Mis pequeños, que ya no os dejéis embaucar con el error del maligno, quién os ofrece “las delicias del amor”, las que, en lugar de ser dulce miel para vuestra alma, se vuelven amargo dolor y callejón sin salida para muchos de vosotros.

El verdadero Amor siempre os va a dejar paz, seguridad y libertad de actuación y siempre con un deseo fuerte de compartir lo bello que adquiristeis de Mi Corazón con vuestros hermanos, porque el verdadero Amor lleva a la persona a buscar la realización total en sus hermanos.

Mi Amor es dinámico y os lleva a buscar vuestra propia perfección, para que al alcanzarla, llevéis a muchos otros a encontrarla también.

Hijitos Míos, el lodo del pecado cubre ya casi toda la Tierra, no permitáis que éste os vaya a ahogar. Luchad para que Mi Luz y Mis Verdades vuelvan a resplandecer y así Yo os pueda levantar a la dignidad en la que fuisteis creados, ¡SOIS HIJOS DE DIOS!

Yo os bendigo en Nombre de Mi Padre, en Mi Santo Nombre y en el del Amor de Mi Santo Espíritu.