Mayo 12_08 Si vosotros os dierais cuenta del valor Divino de vuestra misión.

Rosario.

Temas:

  • Sí, ciertamente podréis regresar al Reino de los Cielos con el arrepentimiento de vuestros últimos segundos de vuestra vida terrena.
  • Yo debo de ser lo primero en vuestra vida, luchad por ello, Mis pequeños y lo demás os aseguro que vendrá por añadidura.
  • Mensajes de Dios Padre a J. V.

    Primer Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: Sí, ciertamente podréis regresar al Reino de los Cielos con el arrepentimiento de vuestros últimos segundos de vuestra vida terrena.

    Hijitos Míos, ¡cuántas almas buenas necesito en éste mundo!, voy tocando corazones alrededor del mundo, para que éstas almas, al sentir Mi Amor, quisiera Yo decir, se vean obligadas a remitirMe su amor también, como Yo os lo doy, pero os pasa como en un campo de cultivo, que el agricultor va a depositar ahí la semilla buena, la semilla sana, va creciendo, pero la cizaña y las hierbas crecen y van acabando con la semilla buena. Ahora está el mundo así, muchos de vosotros sois semilla buena, pero la cizaña, la maldad que os rodea, os va acabando, os va contaminando, os hace creer que vosotros sois los que estáis mal, porque ahora es la maldad la que está reinando y vuestros hermanos, que se han contaminado y que están junto a vosotros, os hacen creer que vosotros sois los que estáis mal, cuando en la realidad, vosotros sois los que podréis dar fruto abundante, pero por no quedar mal con vuestros hermanos, os empezáis a contaminar como ellos y lo que pudisteis haber dado, no lo dais. Y así el mundo se va quedando sin la semilla buena, sin la predicación santa que debéis dar todos vosotros, los que os habéis dejado enamorar por Mi Amor, porque muchos habéis caído por quedar bien con vuestros hermanos y no Conmigo, con vuestro Dios.

    Esta es una grave realidad, Mis pequeños, queréis quedar bien con los que os rodean, cuando realmente estáis trabajando para Mí, vuestro Dios. Vinisteis a servirMe a la Tierra, vuestra misión es un compromiso Conmigo, con vuestro Dios, pero os contamináis y la hacéis a un lado, olvidáis vuestra misión ó no queréis saber de ella para no tener compromisos. Al final, ¿qué es lo que queda, Mis pequeños?, un alma contaminada, un alma más de éste mundo y no un alma Mía, que debiera haber dado fruto, para la salvación de sus hermanos, y no lo dio.

    Tenéis que luchar, hijos Míos contra las fuerzas del mal, contra toda ésa maldad que os rodea, debéis pedirMe Sabiduría, Fortaleza, Inteligencia y mucho amor, a Mi Amor, para que os deis realmente cuenta qué lo que estáis haciendo aquí en la Tierra y lo que es verdaderamente vuestra misión, es la de irradiar Mi Amor sobre todos vuestros hermanos y pedir por su salvación eterna.

    Satanás obviamente conociendo vuestra misión, os atacará continuamente, para que vosotros no os deis como os debéis dar, pero deberéis luchar, aún a pesar de esa ola tremenda de maldad que continuamente os está tratando de ahogar. Sí, Mis pequeños, así es satanás, no querrá que vosotros deis lo que viene de Mí, lo que es Mío y que os pertenece a todos vosotros.

    Pero cuando os contamináis, ya no le dais a lo Mío el valor que realmente tiene. Si vosotros os dierais cuenta del valor Divino de vuestra misión, la protegeríais aún a costa de vuestra propia vida, pero os habéis vuelto débiles, habéis dejado a un lado, con menosprecio, la misión que os encomendé. Os vais por los caminos fáciles y pecaminosos, pero ya cercanos a vuestro regreso, a darMe cuentas de vuestra misión, es cuando, en vuestro corazón conocéis realmente la realidad de vuestra vida, el Espíritu Santo os hace conocer el tiempo desperdiciado, vuestro pecado ó aún hasta la maldad de vuestro corazón y es cuando os desesperáis y no sabéis qué hacer.

    Recordad que Yo siempre os perdonaré, perdonaré aún hasta el más grave de vuestros pecados. Sí, ciertamente podréis regresar al Reino de los Cielos con el arrepentimiento de vuestros últimos segundos de vuestra vida terrena, pero aquí lo importante que debéis meditar, es que toda una vida que pasasteis en la Tierra para servirMe, fue desperdiciada, no sirvió para nada.

    Meditad esto, Mis pequeños, porque el tiempo es corto en la vida del hombre, mucho es lo que debéis dar para ayudarMe en la salvación de vuestros hermanos, misión grande y bella, salvar almas, como Mi Hijo Jesucristo lo hizo. Se os da la oportunidad de tener una misión Divina y vosotros, cuando os contamináis con el mundo, desperdiciáis el tiempo, Mi tiempo.

    Mis pequeños, ¿cuándo entenderéis ésta realidad? Venir por una misión grandísima y desperdiciar toda una vida y no hacer nada por vuestro Dios, meditad esto, Mis pequeños porque después de que seáis juzgados, sentiréis un dolor muy grande, el haber desperdiciado tanto tiempo y no haber hecho nada por Mí, vuestro Dios, en la salvación de vuestros hermanos y en la propagación de Mi Reino sobre la Tierra.
    Gracias, Mis pequeños.

    Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: Yo debo de ser lo primero en vuestra vida, luchad por ello, Mis pequeños y lo demás os aseguro que vendrá por añadidura.

    Hijitos Míos, ¿por qué tanto afán por pedir por todo aquello que es material, la añadidura?, lo que os acompaña a vosotros en vuestra alma. Ciertamente es Mi Promesa de que Yo cubriré todo lo material, todo lo que vuestro cuerpo necesita para estar en bien, en salud y sobre todo, vuestras preocupaciones vanas, cuando realmente, vuestra preocupación debieran ser Mis preocupaciones, Mis necesidades, el crecimiento espiritual de vuestros hermanos a través del ejemplo vuestro y dando lo que habéis recibido de Mí, vuestro Dios.

    Ciertamente el hombre necesita de ésa añadidura, pero es Mi compromiso con vosotros y Yo, como Dios Omnipotente y conociendo vuestras necesidades, nunca os voy a abandonar, no os dejaré a un lado, porque sois Mis hijos. Si vosotros cumplís Conmigo y cumplís con vuestras obligaciones, Yo os doy lo que necesitáis. Si le doy aún a aquellos que se están comportando mal Conmigo, ¿cómo creéis, Mis pequeños que no os voy a dar a vosotros, los que Me buscáis y que estáis Conmigo, verdaderamente, por amor? Si en cierta forma hay una necesidad ó pasáis necesidades fuertes, es porque estáis en la prueba, se os está acrisolando, debéis entenderlo así Mis pequeños. A veces ése acrisolamiento duele, dudáis de que si realmente Yo estoy con vosotros, pero debéis ser Míos, aún a pesar de las faltas fuertes en lo material y aún a veces, Me aparto también, para que sintáis ése aislamiento espiritual.

    Sí, Mis pequeños, todo esto lo hago porque os amo, porque Yo quiero tener junto a Mí, tener Conmigo, almas en las cuales Yo pueda confiar plenamente, almas que realmente Me estén buscando a Mí y no el interés por lo Mío, no por el interés, de que acudiendo a Mí, Yo pueda cubrir solo vuestras necesidades materiales y hacéis después a un lado lo espiritual cuando ya tenéis suficiente de lo material. Si estáis Conmigo, debéis estar plenamente Conmigo, en los momentos difíciles y en los regalados. Solamente, muchos de vosotros, acudís a Mí y os acordáis de Mí, vuestro Dios, cuando estáis sufriendo necesidades materiales, pero cuando tenéis todo, muchos de vosotros ni siquiera os acordáis de Mí para agradecerMe que estéis viviendo momentos de paz, porque no necesitáis de lo económico.

    Mis pequeños, buscad primero lo más grande que debéis tener en vuestro corazón, Mi Vida, Mis Enseñanzas, Mi Reino, Mi Amor, lo demás os llegará solo por Mi Providencia Divina. Tened confianza en esto, Mis pequeños, el premio se le da a aquellos que realmente han luchado por obtenerlo, que han sufrido por obtenerlo, que conocen el valor de ése premio. Exige mucho esfuerzo el ganar un premio y éste premio, que es lo Mío, también exige mucho trabajo, mucha dedicación, mucho olvido de vosotros mismos y, al buscarMe con ahínco, pero con mucho amor, con ésa necesidad que deben tener las almas que tienen hambre y sed de Mí, cuando Me encuentran realmente, lo que ahorita tenéis como primordial y primario, toma su lugar como debe ser, secundario. Necesitáis lo del mundo, ciertamente, pero al tenerMe a Mí como lo primero, ya lo material, lo tendréis, lo gozaréis, pero ya no estará constantemente en vuestro pensamiento ni en vuestro corazón. Yo debo de ser lo primero en vuestra vida, luchad por ello, Mis pequeños y lo demás os aseguro que vendrá por añadidura.
    Gracias, Mis pequeños.