Mayo 24_04 Para que estemos unidos en la oración, uníos a la oración de la Comunidad de los Santos.

Rosario.

Mensajes de la Virgen María a J.V. (Comunión de los Santos)

Temas:

  • Para que estemos unidos en la oración, uníos a la oración de la Comunidad de los Santos.
  • El Cielo escucha todas vuestras peticiones, especialmente cuando salen de ésa sencillez de corazón.
  • La oración unida a la Comunidad de los Santos.
  • Os pido ahora que pidáis por vuestra propia alma y por la de vuestros hermanos.
  • Voy reuniendo estas almas donadas como vosotros alrededor del Mundo, para que su poder –de Satanás- quede disminuido.
  • Debéis olvidar vuestro “yo” y llenaros de vuestro Dios.
  • En cada regalo que os da vuestro Dios, hay también un compromiso.
Después del ofrecimiento del Rosario, antes del Credo… (Lenguas)…

Habla La Virgen María,
Sobre: Para que estemos unidos en la oración, uníos a la oración de la Comunidad de los Santos

Hijitos Míos, una cascada no se forma de un solo afluente, son pequeños afluentes los que van produciendo esa grandeza, esa fuerza en esa cascada, en esa catarata, todos vosotros, Mis pequeños, sois ésos pequeños afluentes que se van uniendo para producir ésa gran fuerza que se da al caer y que todos la escuchan.

Así será ahora, será escuchada ésa Voz Interior, que todos vosotros estáis propiciando para vuestro Dios, estáis produciendo esa pequeña y gran catarata, pequeña en un principio y grande al final, y estamos llegando ya a esos momentos del final en el que se oirá todo lo que tenéis dentro de vuestro corazón; que Mi Esposo el Santo Espíritu de Amor os ha inculcado, os ha enseñado, ha puesto para que aprendáis, para que podáis dar a vuestros hermanos.

Sois ahora parte de ésa Catarata Divina que se va a dar.

Gracias, Mis pequeños por haber escuchado la Voz de vuestro Dios y porque la habéis puesto en práctica con obediencia, con docilidad, con amor.

Habla La Virgen María,
Sobre: El Cielo escucha todas vuestras peticiones, especialmente cuando salen de ésa sencillez de corazón.

Mis pequeños, el Cielo escucha todas vuestras peticiones, especialmente cuando salen de ésa sencillez de corazón, sobre todo, cuando estéis viendo por los intereses de vuestros hermanos y no por los vuestros.

Que vuestra oración sea así continuamente, Mis pequeños, ir buscando las necesidades que vuestro Dios tiene en vosotros, en el Mundo entero.
Os he dicho que estáis en la Tierra sirviendo a vuestro Dios y vuestras peticiones deberán ser aquellas que veis y que en vuestro corazón sabéis que necesitan vuestros hermanos.

Estad atentos a los acontecimientos de vuestro alrededor y del Mundo entero; para que inmediatamente se los pongáis en el Corazón de Mi Hijo a través de Mi Corazón Inmaculado, que pidáis constantemente por las necesidades de vuestros hermanos.

Os quisiera decir esto, pero Sé que la pequeñez del Hombre es tan voluble, pero vuestra oración deberá ser continuada, día y noche.
 
Pero al menos tened ése deseo, para que estemos unidos en la oración, uníos a la oración de la Comunidad de los Santos, de la Comunión de los Santos, a la cual pertenecéis; no os sintáis pequeños, porque estáis dentro de la Comunidad Divina, estáis actuado dentro de ésta Comunidad y así unidos, en un solo Pensar, el Pensar de vuestro Dios, estáis actuando en grande.

Sois poquitos pero vuestra oración es grande al estar unidos con Nosotros. Gracias, Mis pequeños.

(JV explica que tiene la visión de muchas almas unidas, todas postradas y con un gran respeto y devoción): Están dentro de un círculo muy grande, como dentro de un huevo por dentro, son muchísimas y hasta adelante en grande La Santísima Virgen, todos escuchando con gran respeto nuestra oración, en la que ellos participan con gran devoción.

Sigue explicando JV que es un gran honor que nos hayan incluido en éste grupo tan bello que es la Comunidad de los Santos, y Ella le responde:

Habla La Virgen María,
Sobre: La oración unida a la Comunidad de los Santos.

Hijitos Míos, os habéis ganado éste lugar por vuestra perseverancia en el amor, en la oración, en la constancia en la vida íntima con vuestro Dios.

Hijitos Míos, tratad de no perder éste lugar, lugar escogido para las almas orantes, las almas que se han soltado a la Voluntad de su Dios.

Estáis presentes porque vuestra vida está presente ante vuestro Dios, estáis actuando para los bienes de vuestro Padre, vuestra oración vale mucho como lo veis ahora.

Unidos, unidos, en sólo Amor, con un respeto total hacia vuestro Dios.

Yo como Madre e Intercesora recibo todas éstas oraciones que toda la Comunidad está haciendo y las presento ante Mi Hijo, ante Mi Dios, Mi Esposo, ante Nuestro Padre.

Aguardad, Mis pequeños el Gran Momento que pronto se avecina, que os regalará vuestro Dios y que entenderéis con más profundidad éste regalo que os ha dado vuestro Dios.
Entended Mis pequeños, que ésta Gracia Especial que se os ha dado, no se les da a todos, no perdáis vuestro lugar y tratad de perfeccionaros más en la oración y en la donación en vuestro Dios.

Gracias por estar con Nosotros, Mis pequeños, gracias porque ya tenéis un lugar especial en el Cielo.

Habla La Virgen María,
Sobre: Os pido ahora que pidáis por vuestra propia alma y por la de vuestros hermanos.

Mis pequeños, os pido ahora que pidáis por vuestra propia alma y por la de vuestros hermanos, para que puedan eliminar el “yo” egoísta y que dejéis que el Yo Divino pueda habitar en vosotros libremente.

Ese Yo Divino es vuestro Dios que se encarna en vosotros y en vuestros hermanos.

Pedid, pedid constantemente por vuestros hermanos, por ésa vida íntima, muchos, muchos de vuestros hermanos que no os imagináis que puedan tener ésa vida íntima, la tienen y la obtendrán a través de vuestra oración.

Contáis ahora, Mis pequeños, con una gran Fuerza de Oración, porque como os dije, al pertenecer a la Comunidad de los Santos, a la Comunidad de Oración, tenéis toda ésta Fuerza tremenda para mover almas a la conversión, para mover almas al arrepentimiento, para mover almas a la perfección, para mover almas a la humildad, para mover almas hacia la Caridad.

Pensad solamente en el bienestar que podéis dar a vuestros hermanos a través de la oración.

Buscad el Bien hacia vuestros hermanos, que vuestra tarea sea ahora esto: ¿Qué tanto Bien puedo dar yo a mis hermanos a través de mi intercesión, a través de ésta unión con la Unidad de Oración de la Comunidad de los Santos?

Utilizad Mis pequeños, ésta Fuerza Poderosa que se os ha dado.

Podéis hacer grandes cosas por vuestro Dios. No escatiméis, no escatiméis en pedir que todo se obtendrá, porque la Fuerza de Nuestro Dios está con Nosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Habla La Virgen María,
Sobre: Voy reuniendo estas almas donadas como vosotros alrededor del Mundo, para que su poder –de Satanás- quede disminuido.

Satanás, glorioso se sienta en su trono, pensando que todo éste caos que está causando alrededor del Mundo, le va a dar la gloria, se va a ganar mucho poder y muchas almas para la perdición.

Pero no es así, Mis pequeños, y vosotros lo sabéis.

Por eso Voy reuniendo estas almas donadas como vosotros alrededor del Mundo, para que su poder quede disminuido.

Para que podamos al fin y al cabo destruir ésta obra satánica que se ha desatado alrededor del Mundo por falta de Oración y de donación de las almas.

Todas las almas que han bajado a la Tierra, debieran darse en docilidad en obediencia a su Dios; y al no hacerlo así han quedado a merced del otro como ya os he dicho.

Su poder va a ser efímero, su poder sobre la Tierra va a ser vencido; y aunque él lo sabe, ahora se sienta orgulloso al ver su obra de destrucción en todo el Mundo.

El goza ésta destrucción y se burla de Nuestro Dios.

Mis pequeños, por eso os pido que no os separéis en ningún momento de la oración, porque él no se separa en ningún momento de su maldad.
Él sigue corrompiendo al Mundo en todo momento, en toda ocasión aún a aquellos buenos, los hace sentir que ya han dado mucho, que ya no es necesario que den más.

No os sintáis así, Mis pequeños, que vuestros actos, que vuestras oraciones, sean continuas, que se pueda destruir ésa maldad con ésa continuidad como él la provoca.

Que vuestro amor sea como el Amor de Mi Hijo; recibid a todos aquellos que se os acerquen, recibid todas las peticiones de intercesión y de oración, éstas almas os lo van pidiendo porque vosotros estáis pidiendo por ellas.
 
No os canséis de escuchar a vuestros hermanos, daos por ellos, orad por ellos para que crezca su espiritualidad; y así puedan ellos también ser salvados.

Vuestra obligación es intercesión para la Salvación.
Dad, Mis pequeños, dad todo lo que podáis.
Gracias Mis pequeños.

Habla La Virgen María,
Sobre: Debéis olvidar vuestro “yo” y llenaros de vuestro Dios.

Mis pequeños, ya se os ha dicho que no es fácil ser un verdadero Cristiano, un verdadero hijo de Dios; porque para lograr esto debéis negaros a vosotros mismos, debéis olvidar vuestro “yo” y llenaros de vuestro Dios.

Cuando vosotros os consagráis a ésta Obra, a la Obra de vuestro Dios, de vivir en Su Santísima Voluntad, la negación que hacéis es grande, es bellísima, es loable al Cielo.

El ser humano por el pecado, al ser afectado tiende a vivir para su “yo”, para su beneficio, goza de los beneficios del Mundo.

El vivir para vuestro Dios es negar todos esos beneficios; sí seguir tomando del Mundo aquello que necesite para subsistir, para que vuestro cuerpo esté sano, para que pueda seguir aquí en la Tierra sirviendo al alma.

Pero la negación consiste en no llenarse de oropeles, de cosas inservibles y no servirle a ese consumismo innato del hombre que vive para él, para el Mundo.

Esa negación, Mis pequeños, tiene grandes méritos a los Ojos de Vuestro Dios, y al negar al Mundo, al negar vuestro “yo” en ese momento se hace patente en vosotros fuertemente la vida espiritual.

Y así aprendéis a ver lo que vuestro Dios necesita y para lo que vinisteis a hacer a la Tierra.

Os cambia totalmente vuestro horizonte, visualizáis diferentes situaciones que antes no veíais. Veis la realidad de vuestra vida, el Mundo ya queda a un lado y veis los Horizontes Divinos en vuestra vida y tendéis hacia ellos; porque sabéis que así hacéis grandes cosas para vuestro Dios y satisfacéis vuestras necesidades espirituales al hacer bien vuestra tarea.

No os separéis Mis pequeños, de ésta visualización espiritual que se os ha dado y que se abrirá más fuertemente al recorrer de los días.

Iréis viendo la realidad espiritual para la que vinisteis; manteneos en ésta bella tarea que ahora se os ha dado ya más fuertemente porque la habéis aceptado.

Fue vuestra tarea desde el principio, pero no os habías vencido a vosotros mismos, ahora, gracias al Poder de Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, ahora estáis viendo vuestra realidad y estáis empezando una nueva vida espiritual.

Así se están abriendo corazones alrededor del Mundo.

Son los Nuevos Cielos, las Nuevas Tierras que están viendo ahora los hombres que se han donado a su Dios, viven ahora para traer éste Cielo y éstas Nuevas Tierras a donde estáis.

Seguiréis viviendo en el Mundo por un tiempo, pero ya no lo veréis igual, ahora el Mundo ha cambiado para vosotros.

Veréis la profundidad de la vida del Mundo, la realidad espiritual del Mundo que viven vuestros hermanos y la que se debe de vivir, la que vivís vosotros y que debéis transmitir.
Gracias Mis pequeños.

Habla La Virgen María,
Sobre: En cada regalo que os da vuestro Dios, hay también un compromiso.

Mis pequeños, sabéis que en cada regalo que os da vuestro Dios, hay también un compromiso.

Vuestro compromiso ante éste regalo que se os ha dado es de ser testigos, testigos de ésa vida interior que lleváis, tratad de detener… (termina la cinta).

-A partir de éste punto recordamos de memoria-
…tratar de detener cualquier sentimiento de orgullo o soberbia; esto es un regalo de Dios que se nos da por Su Misericordia.

-Debemos actuar siempre con humildad, aceptando que cualquier bien que se logre no es por nuestro mérito, somos únicamente instrumentos, la Gracia de Dios es la que actúa, y junto con nosotros intercede toda la Comunión de los Santos.

-No debemos actuar solos, de ahora en adelante en cualquier problema ó situación que se nos presente, debemos siempre acudir a la Santísima Trinidad, a Nuestra Madre y  nuestra Familia del Cielo.

-Debemos siempre dar ejemplo, no debemos dejarnos llevar por el mundo.

-No perder éste lugar que se nos ha dado.

-Vamos a ser más atacados por el mal, que quiere que perdamos la paz interior.

-Nos volvió a recordar al final del Rosario que siempre nos unamos a nuestra Familia del Cielo, estar con mucho respeto y devoción intercediendo día y noche, aunque sea de intención por nuestros hermanos.

Que debemos seguir creciendo en espiritualidad y no cayéramos en conformismo o satisfacción sintiéndonos que ya teníamos suficiente con el regalo recibido, que no lo perdiéramos.