Oct 03_2022 Os pido, que en estos tiempos que se acercan de gran tribulación, lo que suceda en vosotros, ofrecedlo.

Rosario – Mensaje ÚNICO

.

==============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

==============================

.

Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, es ahora vuestro turno, os dije que padeceríais lo mismo que Yo padecí por vuestra salvación. Tendréis la pasión dolorosa entre vosotros y en cada uno de vosotros, preparaos y ofreced todo lo que sufráis por Mí y por vuestros  hermanos.

Yo tomé todos los pecados de todos vosotros, presentes, pasados y futuros, ahora os toca a vosotros ser otros Cristos. El dolor, cuando es un dolor sin méritos, ciertamente, es muy molesto, pero vuestro dolor lleva un propósito, y en vuestro caso, un propósito salvífico, amoroso, porque estaréis pensando en Mí, en los dolores que Yo tuve por el bien de vosotros, y ahora, sufriréis porque estaréis pensando también, por la salvación de vuestros hermanos, y muchos de ellos, con pocas ganas de salvación y de conversión, y eso es doloroso.

Ciertamente, sufrí por todos vosotros, en cada momento iba Yo pensando en cada uno de vosotros, porque os conozco desde antes que fuerais concebidos. Para vosotros eso suena a un imposible, Yo Soy vuestro Dios y os conozco desde antes que empezarais vuestra vida sobre la Tierra, en vuestra concepción, acompañada estaba vuestra alma de Mí, vuestro Dios.

Padeceréis, pero que vuestro padecimiento sea de alegría; si pensáis en Mí y el bien en que estaréis haciendo y que le estaréis haciendo a muchas almas, veréis que vuestro dolor se volverá alegría, porque cuando lleguéis al Reino de los Cielos, comprobaréis lo que os estoy diciendo, se acercarán a vosotros infinidad de almas que vosotros ayudasteis en su salvación eterna.

Lo más doloroso, Mis pequeños, y os tocará comprobarlo ahora, que como a Mí Me pasó, fue el darMe por muchas almas, que, en ningún momento se quisieron arrepentir, que en ningún momento quisieron agradecer lo que vosotros hicisteis por ellas, que en ningún momento vendrán a vosotros, para agradecer, de corazón, lo que sufristeis por ellas, y eso os causará mucho dolor, porque también, ese dolor Me lo causaron a Mí primero infinidad de almas, y Me siguen causando ese dolor.

Darse por alguien que responda con amor a vuestra donación, es agradable y os dan ganas de seguir adelante, pero tratar de salvar a alguien, poniendo vosotros, de vuestra parte, con gran dolor, todo vuestro ser por su salvación, y aún a pesar de ello, que no se salven, duele, y duele muchísimo, Mis pequeños; y la gran  mayoría de vosotros, los que oran, los que quieren seguir Mis Pasos, lo sufriréis. Un dolor desperdiciado, un acto de amor desperdiciado de parte vuestra hacia vuestros hermanos, duele mucho.

Pero seguid adelante, Mis pequeños, hay muchas almas que salvar, hay mucho amor que donar; todo eso se os regresará a vosotros al ciento por uno y tendréis un premio grande en el Reino de los Cielos.

Como dicen las Escrituras: Yo Me abrazaba a la Cruz, quería ya estar ahí, crucificado, porque con ello, os daría una Vida eterna a vosotros. Por eso os pido, que en estos tiempos que se acercan de gran tribulación, lo que suceda en vosotros, ofrecedlo, no necesariamente seréis crucificados, pero el dolor que llegue a vosotros, en lugar de que lo despreciéis, en lugar de que blasfeméis por ese dolor, agradecedlo y unidlo a Mis dolores, y así juntos, salvareMos muchas almas. Estos son tiempos, os he dicho, de grandes milagros, poned de vuestra parte y Yo haré el resto, pero quiero ver acción, acción santa de parte vuestra.

Orad por todos, interceded por todos, no hagáis distinciones, todos vosotros sois Mis hijos, buenos, malos, grandes, pequeños, el color de piel no importa, lo que importa es el corazón, es el amor que estéis guardando en vuestro corazón y que lo estéis dando a vuestros hermanos, eso es lo que importa, el amor.

Tratad, pues, con vuestros méritos, engrandecer el amor en vuestro corazón y eso es lo que daréis a vuestros hermanos y por ese amor que vosotros deis, llegaréis al Cielo y será pesado ese corazón misericordioso, ese corazón vuestro tendrá un gran premio, mientras más hayáis amado, mientras más se parezca vuestro corazón al Mío, vuestro premio será mayor y seréis alabados en los Cielos por vuestra donación, porque es vuestra tarea, Mis pequeños, salvar almas, como os lo pedí en la Cruz.

DadMe almas, tengo sed de almas, quitadMe, pues esa sed y Yo os recompensaré infinitamente.

Gracias, Mis pequeños.