Abr 13_2021 Tened esto siempre presente, Mis pequeños, si sois escogidos para la lucha tremenda, que ya estáis viviendo y se vivirá más fuertemente: La humildad debe prevalecer y, por eso, la obediencia a Mi Voluntad.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO.

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Mensaje de Dios Padre a J. V.

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Quinto Misterio. Habla Dios Padre.

Hijitos Míos, se os ha dicho en las Sagradas Escrituras que vosotros estáis obligados a reproducir la imagen de Mi Hijo en vosotros, pero cuando digo “obligados”, vosotros lo tomáis como algo con lo que se os presiona, cuando debiera ser el mayor gusto que podría tener vuestra alma porque os estoy pidiendo que seáis perfectos, porque Mi Hijo es Perfecto como Yo Soy Perfecto, y eso debiera llenaros de gran alegría, o ¿qué os parecería si Yo os dijera que reprodujerais en vosotros la presencia del más malo de los hombres, del peor asesino o de alguien verdaderamente malo?, vosotros os molestaríais por ello, porque obviamente no quisierais ser señalados como un personaje indeseable o como se le haya tomado en la historia de la humanidad.

Entonces, cuando os digo que seáis perfectos, que seáis la Presencia viva de Mi Hijo en estos momentos sobre la Tierra, es porque necesito almas en vías de perfección para mover a almas que dudan, almas que no están todavía llenas plenamente de Mi Amor, almas que se han apartado de Mis Verdades, almas que tienen un buen potencial para llegar a la perfección, pero han sido mal guiadas.

Mis pequeños, estos son momentos de gran batalla espiritual, y os he dicho que las potencias de satanás son tremendas. Mi Hija, la siempre Virgen María, está reuniendo a Su ejército que luchará contra las huestes de satanás; estas almas tienen que ser perfectas y la perfección debe consistir en ser sabias, deben estar donadas totalmente a Mi Voluntad, deben dejarse mover plenamente por Mí, vuestro Dios, y por los deseos de Mi Hija, la siempre Virgen María.

Esto no lo debéis tomar como un juego o algo sin importancia, Mis pequeños, muchas, muchas almas van a depender de vuestra actuación en estos tiempos que estáis viviendo, y aun vuestra propia alma, igual, puede perderse si no tenéis la Sabiduría debida para poder enfrentar y vencer a las insidias de satanás.

El ejército de Mi Hija, la siempre Virgen María, debe ser un ejército en donde la humildad debe prevalecer, en donde no estaréis buscando un triunfo personal sino un servicio para Mí, vuestro Dios, que redundará precisamente en el triunfo, en Mi triunfo, de Mi Voluntad sobre la maldad de satanás y para el bien de las almas que quedarán para la futura generación, pero también muchas almas, que no quedarán escogidas, su futuro eterno dependerá de vuestro actuar santo, y os lo digo así, vuestro actuar santo, porque éste es tiempo de Virtudes, de grandes Virtudes, no es tiempo de duda, no es tiempo de querer sobresalir, como humanamente pensáis, es tiempo de servicio, como Mi Hijo os lo mostró con Su venida a la Tierra. Vino a serviros, pero para que vosotros, al tomar las Enseñanzas, tanto Mías como las de Mi Hijo, pudierais vencer toda la maldad de satanás que se ha diseminado por toda la humanidad.

¿Por qué Mi Hija fue escogida para ser la Madre de Mi Hijo, vuestro Salvador? Primeramente, por Su humildad. Mi Hijo, siendo Dios, en humildad aceptó la tarea que Yo Le conferí. Los Apóstoles, después de pelear contra su propio “yo”, cambiaron y entraron en humildad porque Mi Santo Espíritu no podía derramar todos Sus Dones, Carismas, Bendiciones, sobre almas soberbias; fueron preparados para servir, y un servicio perfecto no se logra en la soberbia, sino en la humildad.

Tened esto siempre presente, Mis pequeños, si sois escogidos para la lucha tremenda, que ya estáis viviendo y se vivirá más fuertemente: La humildad debe prevalecer y, por eso, la obediencia a Mi Voluntad.

Vosotros sois, en estos momentos, como peones de un ajedrez, sois movidos por una Mano Sabia, y así os debéis considerar. Seréis movidos por Mí, vuestro Dios, para vencer la maldad de satanás que prevalece, no solamente en la Tierra sino en el Universo entero, porque el hombre se alejó de Mí, vuestro Dios, se alejó de Mis Leyes, de Mis Preceptos, se alejó de las Virtudes, se alejó del Amor, se alejó de la humildad, de la sencillez, del servicio entre vosotros y, sobre todo, del Amor, del Amor limpio, puro, Santo, casto, o sea, de la perfección a la que estáis llamados.

Mi Santo Espíritu descenderá sobre los escogidos, Él os indicará qué haréis y, desde ese momento, actuad en sencillez, en humildad y, sobre todo, en oración profunda, y sed como Mi Hija, la siempre Virgen María: callada, sencilla, humilde, pero valiente. Sed como os dije, callados, no vociferando a los cuatro vientos que sois personajes especiales ante Mi Presencia, porque en ese momento entraréis en soberbia y echaréis todo a perder.

Dejad, pues, que Mi Santo Espíritu os guíe y obedeced las instrucciones de Mi Hija, la siempre Virgen María, para vencer a satanás y a todos los que están con él.

Os bendigo, Mis pequeños, y esperad el momento en que Mi Santo Espíritu os tome, los que seréis escogidos, para enfrentar al ejército de satanás.

Gracias, Mis pequeños.