Jul 29_2020 La maldad que hay a vuestro alrededor la debéis de erradicar con el Bien que debéis dejar reinar en vuestro corazón, que es Mi Amor, y con todas las Virtudes que debéis vosotros hacer crecer en vuestra alma.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO.

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Visión: Veo a Dios Nuestro Señor vestido con ropajes color salmón y azul claro. Está sentado y veo a dos o tres niños alrededor de Él. Le está dando a uno algo con Su mano izquierda y se acercan los niños contentos.

Mis pequeños, os he dicho, os he pedido, que seáis como los niños en su inocencia, pero también en su percepción. Los niños son muy perceptivos, se podría decir que hasta ellos pueden leer la mente de las personas desde que son pequeñitos, porque sienten, sienten el pensar de las demás personas que se acercan a ellos; sienten cuando hay bondad en aquellos que se acercan, y lloran y hasta se espantan de otros que se acercan a ellos, porque sienten la maldad que traen en su interior.

Ellos están cerca todavía de Mí, ellos son perceptivos y no se dejan llevar aún por lo que dicen o lo que digan los demás. Ellos sienten y vosotros debierais manteneros así, estar pendientes del interior de las personas. Hay almas como las de los niños, pero son ya personas adolescentes o adultas que saben discernir los espíritus, que saben discernir el alma de las personas. Son dones del Espíritu Santo y con éstos conocen si un alma es buena o si es un alma mala. Hay muchos dones que os da el Espíritu Santo, precisamente para que podáis vosotros discernir la maldad que hay a vuestro alrededor.

Mis pequeños, la raíz del mal es satanás. Esa raíz la han aceptado muchos hermanos vuestros y se dejan llevar por las seducciones de satanás. La maldad existe y vosotros la estáis viviendo, la estáis sintiendo a vuestro alrededor; esa maldad es la que os manipula, es la que os lleva hacia el mal que estáis viviendo. Desgraciadamente, esa raíz del mal ya la traéis muchos de vosotros en vuestro interior, no os dejáis llevar por el bien que debiera habitar en vosotros, que es Mi Amor.

La maldad, os digo, la vivís a vuestro alrededor, y la única forma de luchar contra esa maldad es luchar contra vosotros mismos. No podéis erradicar la maldad con vuestro mal actuar, que es la maldad misma también de satanás; la maldad que hay a vuestro alrededor la debéis de erradicar con el Bien que debéis dejar reinar en vuestro corazón, que es Mi Amor, y con todas las Virtudes que debéis vosotros hacer crecer en vuestra alma.

Mucha maldad hay a vuestro alrededor y, desgraciadamente, hay muy poca bondad que pueda luchar contra ella. Ya no oráis lo suficiente, ya no tratáis de manteneros en estado de Gracia para que Mi Gracia, Mis Bendiciones, caigan abundantemente sobre vosotros y, de esta forma, podáis ir venciendo a la maldad a vuestro alrededor.

Os quejáis ante Mí de todo el mal que os está presionando, que os está causando problemas sociales, económicos, anímicos, pero no lucháis contra vosotros mismos; no os queréis dar cuenta que vosotros mismos estáis aumentando esa maldad a vuestro alrededor. Habláis mal refiriéndoos a gente que os está atacando y, en lugar de bendecirlos los maldecís, ¿acaso eso es ser cristiano? ¿Acaso eso es lo que Yo os enseñé, Mis pequeños? ¡No! Vosotros debéis tratar de destruir la maldad que existe en vuestro interior y a vuestro alrededor, dejando que Yo viva plenamente en vosotros.

Debéis acudir más a la oración, a los Sacramentos, a una vida íntima conMigo, para que podáis vivir de acuerdo a lo que Yo os enseñé cuando estuve caminando entre vosotros, esa es la sencillez de los niños. El niño ama, ¿por qué ama? Porque le sale del corazón, no se pregunta si debe o no amar, él simplemente se da, como también rechaza a aquellas personas de las cuales siente que en su corazón no habito Yo.

Os vuelvo a repetir: Ellos son muy perceptivos y vosotros habéis perdido esa Virtud, y digo “Virtud” porque es el vivir en el Bien, y vosotros la habéis perdido. Buscáis solamente lo que os conviene, atacáis con la maldad que traéis en vuestro corazón y no alcanzáis a bendecir ni a agradecer a aquellos que os hacen el bien, pero también bendecir a aquellos que os hacen el mal, para que Mi Bendición caiga sobre ellos y pueda Yo tocar su alma para que haya un verdadero cambio hacia el Amor.

Procurad pues, Mis pequeños, vivir como los niños, siendo sencillos, amantes del Amor, y dejad que Yo viva en vuestro corazón para que vuestro entorno cambie, empezando con vuestro cambio interior.

Gracias, Mis pequeños.