Jun 15_2020 En las Escrituras podéis leer: “A un corazón contrito, Señor, Tú no lo desprecias”. Os explico, Mis pequeños, esta frase muy importante, porque el hombre se sigue manteniendo en su soberbia y no Me deja actuar libremente.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO.

======================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

======================

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

(Lenguas…)

Visión: Veo a Nuestro Señor Jesucristo que está de perfil, es inmenso, y está volteando hacia la Tierra, que se ve pequeñita.

(Lenguas…)Hijitos Míos, en las Escrituras podéis leer: “A un corazón contrito, Señor, Tú no lo desprecias”. Os explico, Mis pequeños, esta frase muy importante, porque el hombre se sigue manteniendo en su soberbia y no Me deja actuar libremente.

Hay dos fuerzas grandes y siempre en lucha: Todo lo bueno, todo lo que viene de Mí – que en Mi Santísima Trinidad teneMos todo el Poder, toda la Gloria, todo el Honor – y, por el otro lado, satanás con su maldad. Dos fuerzas siempre en lucha, pero podríaMos decir que hay otra fuerza y no buena, la de vosotros, Mis pequeños, que es la soberbia, y voy a explicaros qué tiene que ver esta frase con vosotros.

En vuestra soberbia suceden cosas, quizá en vuestra familia, quizá en la sociedad, quizá en el mundo entero, y que vosotros las queréis arreglar de alguna forma. Os reunís, pensáis en la fuerza pública, pensáis en la unión que os da una fuerza como sociedad; ciertamente no estáis actuando en el mal, estáis buscando un bien, pero se podría decir que se trata de un bien egoísta, un bien para no sufrir, un bien para mantener vuestros valores y vuestra economía estables, pero no acudís a Mí.

Hacéis todo con vuestras capacidades, lucháis, tratáis de defender lo que os conviene para que sigáis manteniendo la estabilidad social, económica, no lo lográis y os sigue yendo peor y peor. A veces esto sucede en vuestra propia familia, a veces sucede en vuestra problemática personal, a veces sucede en vuestro trabajo. Lucháis por mantener esa estabilidad, pero lo hacéis con vuestras propias fuerzas y capacidades.

Ciertamente hay hermanos vuestros que buscan ayuda en la maldad, en la brujería, y resulta peor. Satanás posiblemente os dé una ayuda y con esto os gana, gana vuestro corazón, porque así es el hombre, es convenenciero, y con esta supuesta ayuda de satanás se van alejando de Mí, y digo “supuesta” porque satanás siempre traiciona, ayuda en un principio y luego os va peor. Cuando os va peor, seguís tratando con vuestras propias fuerzas de salir adelante y os seguís hundiendo y hundiendo, porque os seguís amparando en aquel que quiere vuestra destrucción. Además, por vuestra soberbia, caéis, caéis como el hijo pródigo que, de haber tenido todo, lo va perdiendo todo hasta que llega un momento en que entra en esa realidad en la que os dais cuenta de que ya no podéis hacer nada por vosotros mismos, y es cuando volteáis a Mí.

Por un lado, es una desgracia que lo hagáis así porque lo hacéis como última opción, Me buscáis a Mí como última opción, cuando debí haber sido la primera opción y hubierais obtenido más ayuda y todo os hubiera salido mejor si Me hubierais tomado en cuenta a Mí, vuestro Dios, como lo primero en vuestras necesidades. Ciertamente, llega el momento en que os dais cuenta de que cometisteis un grave error, primeramente por confiar en vuestra soberbia, en seguida porque fuisteis con el enemigo, tontamente, para pedir ayuda, entonces entra la contrición y pedís perdón, pero ya que habéis caído, ya que no encontráis ninguna salida, ya cuando no hay otro remedio.

No entendéis, Mis pequeños, no entendéis que Yo Soy vuestro Dios, que Yo Soy el Único que os puede ayudar verdaderamente, porque Yo actúo en el Amor, y lo único que quiero de vosotros es lealtad en el Amor, que viváis unidos a Mí y que no haya nada ni nadie que Nos separe de ese amor filial.

Vuestra soberbia es vuestro propio enemigo. Ciertamente, en vuestra soberbia no estáis buscando la ayuda del enemigo, pero tampoco Mi ayuda; os estáis viendo a vosotros mismos que, ciertamente, es malo porque Me estáis haciendo a un lado, pero Yo os dejo actuar para que os deis cuenta de que, si no estáis conMigo, nada podréis tener ni obtener ni realizar.

Mis pequeños, no quiero ser la última opción. Soy vuestro Dios, Yo tengo el Poder total y hasta que no os arrodilléis, como os he dicho, hasta que no Me toméis en cuenta como primera opción, hasta que vuestro corazón no esté contrito y arrepentido, entonces es cuando obtendréis lo que necesitáis para resolver vuestra problemática particular, social y mundial.

Entended esto, Mis pequeños, para que, de ahora en adelante, solamente seaMos Yo y vosotros, y en vosotros que haya una rendición total a Mi Voluntad para que Yo os pueda ayudar y llevaros a la perfección que vosotros, en lo particular, necesitáis y que el mundo entero necesita, para que haya un verdadero cambio hacia la perfección en el Amor.

Gracias, Mis pequeños.