Dic 16_04 Los hombres que tienen vida, la vida del espíritu, pueden leer entre líneas Mis Verdades.

Rosario.

 

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J.V.

 

Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, la historia de la humanidad está plasmada en las Palabras de la Sagrada Biblia, todo lo que ha sucedido, está sucediendo y sucederá, está ahí.

Las Verdades de vuestro Dios han sido reveladas. Los hombres que tienen vida, la vida del espíritu, pueden leer entre líneas Mis Verdades. Sólo aquellos, los que son pequeños, los que se han dejado conducir por Mi Sabiduría, pueden encontrar la Sabiduría en la Sagrada Biblia. Yo no escondo nada a Mis hijos, Yo no escondo nada a los que Me siguen, la Luz está frente a vosotros, está en vosotros y os rodea.

Debéis ser pequeños para entender la grandeza de vuestro Dios.

En las Sagradas Escrituras encontraréis lo que Mi Corazón anhela del hombre. Aquellos que han cerrado su mente, su corazón, sus oídos, sus ojos, creen que podrán leer Mis designios, creen que podrán profetizar en Mi Nombre y eso es mentira, por eso se os anunció que vendrían falsos profetas al final de los tiempos y son ellos. No los que transmiten Mi Palabra, sino los que le dan al hombre lo que el hombre quiere, cosas del mundo, preocupaciones del mundo, alegrías del mundo.

Lo Mío está a la vista de los pequeños, de los inocentes, de los sencillos y por eso los falsos del mundo, esos falsos profetas no los pueden tocar, porque la soberbia y la mentira está en sus labios y los que son Míos viven en la humildad y en la sencillez; manteneos así Mis pequeños, sencillos, humildes abandonados a Mi Sabiduría Divina, a la Sabiduría de vuestro Dios, de vuestro Padre y no os preocupéis de las cosas que sucedan a vuestro alrededor, porque los que no son Míos, producirán temor, quitarán la paz en los corazones, os causarán desasosiego en vuestra alma, no los sigáis, no escuchéis, se os profetizó eso también, que habrían guerras y tribulaciones a vuestro alrededor, pero los Míos estarían protegidos.

Mantened esa paz, esa serenidad que solamente puede ser dada de corazón a corazón, de Mi Corazón al vuestro, mantened esa paz, para que deis el ejemplo en éstos tiempos de tribulación, para que vean vuestros hermanos que Yo todavía Existo entre los hombres y que vosotros sois Mis emisarios, emisarios de paz y de amor en un mundo de tribulación.

Os Amo, Mis pequeños, cuidad Mi Amor en vuestro corazón.
La Paz quede con vosotros.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, las necesidades de Mi Iglesia son muchas. Es vuestra Iglesia, Yo la formé para vosotros, está creada para vuestro bien y así como os pedí que fuerais bendiciendo todo aquello que estuviera a vuestro alrededor, en vuestra mente y en vuestro corazón, también deberéis estar pendientes de las necesidades de Mi Iglesia y de sus miembros.

Es una Joya que debéis cuidar, que debéis proteger, que debéis limpiar para que brille cada vez más. Vuestras intenciones salidas de vuestro corazón limpio, ofrecido a Mí, debe estar pendiente de las necesidades de Mi Iglesia, en el cual Yo he trabajado, -como es vuestro corazón-, aprende a ver Mis necesidades, las necesidades de vuestros hermanos.

La mentalidad del hombre es tan variada y eso no exenta a Mis ministros. Es tan variada y así la necesito, pero sí es necesario purificar también esa mentalidad cuando se está desviando y ahí es donde deben entrar los Míos, los que están Conmigo, para evitar la crítica y servirse de la Caridad.

Vivid pues, buscando entre vuestros hermanos, Mis ministros ó entre vuestros hermanos fieles, sus necesidades espirituales y aún las materiales. Todos vosotros sois hermanos, pertenecéis a Mi Iglesia y obtendréis de Ella todas las Bendiciones que necesitéis, mientras más os deis por Ella.

Cuidad, cuidad de corazón a Mi Iglesia, la he formado para vosotros, os he dejado Mis Enseñanzas en Ella, os he dejado Mis Sacramentos, os he dejado Mi Vida, Mi Vida a través de la Santa Eucaristía, cuidad de éste Tesoro que tenéis en la Tierra y protegedla de todos aquellos que la atacan y la quieren destruir.

Orad continuamente por todos sus miembros, es la Santidad lo que le da fortaleza a Mi Iglesia. La Santidad son los cimientos de Mi Iglesia, porque fue fundada en la Santidad, fue fundada en Mi Divinidad y por eso las fuerzas del mal nunca podrán contra Ella, la harán tambalear pero nunca la destruirán, porque el Cimiento Soy Yo y la Santidad, que Yo puse en los hombres que la siguen, que la aman, que la protegen, le siguen dando esa fuerza contra las embestidas del mal.

No os preocupéis Mis pequeños, no os preocupéis tanto por los pecados que se cometen dentro de Ella, pero sí debéis preocuparos por los que los cometen, son hombres igual que vosotros, cometen errores, igual que vosotros, pero Mi Gracia también está sobre ellos y también Mi Perdón está sobre ellos.

Mis primeros Apóstoles, cuando Yo los tomé, no eran santos y cometieron errores y aún después, también cometieron errores, pero puse sobre ellos Mi Fuerza y se ganaron la Santidad, y esa Santidad le dio fuerza a Mi Iglesia y a través de los siglos le sigue dando fuerza porque Yo estoy en todos aquellos que se han mantenido santos, que se han mantenido en la vida de la Iglesia.
Gracias, Mis pequeños.
 
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, en las Escrituras os dije “atacad al pecado y no al pecador”, el pecador es vuestro hermano, es Mi hijo, es Mi hermano, su alma Me pertenece, es parte de Mí.

Cuando el alma todavía no crece con la caridad suficiente, con el amor suficiente, con la virtud suficiente, ve más al pecador que al pecado y es cuando se crean los rencores, las envidias, el ataque personal. Debéis tener claro que el pecado no pertenece a Mi obra, Mi obra es el alma, es el hombre, es la persona constituida por Mí.

El alma igual se puede llenar de bondad que de maldad y ahí es donde entra vuestra caridad y el discernimiento os indicará como debéis aliviar a esas almas que prefirieron llenarse de maldad.

Os he dicho que con Mi Gracia, con Mi Poder podéis vaciar esa maldad de los corazones, la oración, la donación, vuestro ofrecimiento lleva a vuestros hermanos hacia el bien. Por eso, Mis pequeños, debéis usar todas vuestras fuerzas espirituales, todo vuestro amor, toda vuestra donación en vaciar esas almas de esa maldad que las ha invadido.

Respetad al pecador, amadlo, como Yo os enseñé a amar y tan pronto les quitéis todo aquello que afecta sus actos, su vida y sus enseñanzas, entonces encontraréis esa belleza que cada uno de vosotros lleváis internamente: la belleza del alma que se ha llenado de su Dios. Por eso, Yo agradezco y premio grandemente lo que hacéis por vuestros hermanos, cuando os dais por alguno de ellos, cuando oráis fuertemente por ellos, cuando os sacrificáis fuertemente por ellos, para hacer que su alma recupere esa belleza virginal, esa belleza en la cual fueron constituidos y que Mi Amor todavía reinaba en ella.

Vuestra tarea en la Tierra es esa, devolverles a las almas esa belleza y primeramente deberéis luchar para que esa belleza esté en vosotros y así ya no veáis al pecador, no ataquéis al pecador, sino al pecado. Quitad de vosotros todo aquello que os separe de esa virtud, del Amar. Venced el odio y las envidias porque no vienen de Mí. Llenaos de amor y de virtud para que la podáis transmitir, el alma no puede dar lo que no tiene ¿Cómo podréis exigir a los demás lo que vosotros mismos no tenéis?
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, en vuestra sabiduría humana, el hombre siempre tiende a buscar su propio bien. Si los mismos ricos, empresarios ó aún la gente sencilla buscan acrecentar sus bienes, están buscando cómo llenarse de bienes, son materiales, sí, pero están buscando siempre su bien, no buscan la pobreza, no buscan la ruina; por naturaleza humana siempre van a buscar las comodidades, el bienestar general, ponen todas sus capacidades para buscar ese bienestar que los haga aparecer bien ante sus hermanos, y aunque no solo sea así, tendéis a acrecentar esos bienes para vuestra vida actual y futura.

Si en lo material, Mis pequeños, buscáis eso, lo mismo debéis hacer en lo espiritual que os llevará a una superioridad mayor ante Mis Ojos, no ante los de los hombres.

El hombre debe buscar el vivir esa superioridad para un mejor servicio de vuestro Dios y de vuestros hermanos.

El hombre no busca su ruina, no busca la pobreza, ahí es donde el mal ataca. El mal no os va a atacar cuando os llenáis de las cosas del mundo, porque él sabe que os puede distraer fácilmente con ello, pero sí os va a atacar cuando busquéis el engrandecimiento de vuestra alma.

Vuestra naturaleza debiera llevaros a eso, buscar, buscar vuestra perfección, porque Yo así os lo dije, que debierais ser perfectos como el Padre lo quiere, y como es Él.

Yo os vine a enseñar el camino para encontrar la perfección, pero la perfección de vuestra alma, que es la que os va a llevar a la sublimidad, a la belleza. No busquéis nunca la derrota, no busquéis vuestra ruina, buscad el bienestar de vuestra alma con mayor fuerza de como buscáis los bienes de la Tierra.

A nadie le gusta vivir en la pobreza, en la ruina, en el desprecio de la Tierra, porque vuestros hermanos al veros, os sentirán acabados, fallos, que no distéis vuestro máximo y la vergüenza os hará apartaros de ellos. Actuáis así porque veis solamente el éxito humano, lo que se puede ver, lo que se puede palpar, la ruina espiritual, muchas veces no la podéis ver.

Aquellos que viven el éxito espiritual, sí se pueden dar cuenta de la ruina espiritual de sus hermanos, por su forma de actuar y de vivir, porque no se busca a Dios, Yo no pertenezco a su vida. Se busca solo lo material.

Ayudad a vuestros hermanos a encontrar esa perfección espiritual, a vivirla y a transmitirla.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Nuestro Señor Jesucristo.
Mis pequeños, Mis hermanos, cuando Yo Me di por vosotros, Me di en totalidad. Mi Sangre Preciosa se dio para todas las almas y para todos los tiempos, sin distinción de raza, ni de color, ni de país –se os dio para vuestra salvación.

Vuestras almas son parte de Mi Ser, Mi Ser no tiene coloraciones, Mi Ser es una Unidad Perfecta en la Trinidad, vuestras almas pertenecen a la Trinidad Perfecta, pertenecéis a la Unidad de vuestro Dios y deberéis volver a esa Unidad.

Por eso os pido nuevamente que no miréis el exterior de vuestros hermanos, sino que os aboquéis a ver el interior, a la Unidad a la que pertenecéis también vosotros. Como os he dicho: sois celulitas del Cuerpo Místico Divino. Todos vosotros tenéis una función en el Cuerpo Místico de vuestro Dios, a todos vosotros os necesito, todos vosotros estáis llamados a regresar a Mí.

Tratad de quitar de vuestros ojos, de vuestra mente y de vuestro corazón el exterior de vuestros hermanos, mirad el interior, que es el que Me pertenece enteramente y ese interior es el que deberéis cuidar, es el que deberéis educar, es el que deberéis salvar, tanto vuestro interior como el de vuestros hermanos. Esa es vuestra tarea en la Tierra, regresar todas las celulitas al Cuerpo Místico de vuestro Dios para que tengan Vida, para que puedan tomar de Mí esa Sangre Divina que les de Vida, y Vida Eterna.
Gracias, Mis pequeños.