Rosario – Mensaje ÚNICO
.
==============================
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
==============================
.
Habla Nuestro Señor Jesucristo.
J.V. empieza a hablar en Lenguas…, después dice:
Pequeños Míos, abrid vuestros corazones y dejad que Mi Amor se manifieste a través vuestro.
Estáis viendo cómo los acontecimientos se van dando, como os lo he profetizado. Ciertamente, ya no los podréis detener, pero sí aminorar, como ya también se os ha avisado, pero, para esto, primeramente, debéis doblar rodilla y pedirMe de corazón que, Mi Misericordia, aminore los acontecimientos de la purificación que estáis teniendo, y que todavía no terminará, hasta que una gran cantidad de seres humanos sean eliminados de la Tierra.
Todo esto se os ha venido anunciando desde mucho tiempo atrás, pero no queréis entender, Mis pequeños, os sigo avisando de que satanás, hace que volteéis hacia otro lado y no Me veáis a Mí. ¿Por qué no Me veis a Mí, de rodillas, a Mí, crucificado, sufriendo por todos vosotros?, si así lo hicierais, y dolidos de corazón, viendo vuestro arrepentimiento, los acontecimientos se aminorarían, pero satanás sigue trabajando contra vosotros, contra cada uno de vosotros. Estáis ensimismados en la destrucción del Mundo, de los bienes terrenos, y ¿por qué no volteáis hacia vuestro interior, que está destrozado espiritualmente? Se os ha repetido esto múltiples veces, y no queréis entender, que la verdadera causa de todos vuestros males, está en vuestro interior, está en vuestro corazón.
Ciertamente, satanás os ataca, y hace que vosotros miréis hacia otro lado, para que os llenéis de temores, para que no entendáis lo que es Mi Amor sobre vosotros, pero os he dicho, Mis pequeños, que si realmente entendierais, lo que os he dicho, de que en vuestro interior está vuestro problema, pero que también está la solución, cambiaríais. El temor os hace olvidar que Mi Amor puede cambiar todo, puede disminuir los acontecimientos de la Purificación que estáis viviendo y que se han de venir, todavía peores.
Empezáis este año con desastres muy fuertes, os he dicho que éstos van a ir acrecentándose, pero no entendéis, satanás se aprovecha de vosotros y os sigue asustando, os sigue haciendo creer que grandes cosas se han de venir, como enfermedades imparables, desastres, que, ciertamente, él va manipulando para vuestra destrucción, pero que bien podrían detenerse o evaporarse con la oración.
Sí, os dije evaporarse, porque todo eso que vosotros veis, mucho de eso, son espejismos del mal, que éstos, pueden quedar destruidos con la oración, con vuestra donación, con vuestra vida unidos a Mi Vida.
Imaginaos la Misión, que Mi Padre, vuestro Padre, Me pidió y que, sabiendo lo que iba a sucederMe, tratara Yo de detenerla. Imaginad que Yo le hubiera hecho caso a satanás, cuando en el desierto Me quiso tentar, y no pudo. Imaginen tantos problemas que tuve con los escribas, con los fariseos, y que por no querer tener esos problemas con ellos, hubiera abortado Mi Misión, viéndoMe a Mí y no a vosotros.
Quiero que entendáis, Mis pequeños, que la donación, hecha con amor, para el bien de vuestros hermanos y por obediencia hacia Mí, vuestro Dios, es lo que puede hacer un cambio radical en los acontecimientos que se están sucediendo, y que los peores están aún por venir.
No queréis entender, y tenéis, vosotros, en vuestras manos el remedio, para que se aminoren estos castigos que ha de padecer esta humanidad y que vosotros mismos los causasteis al darMe la espalda, al no tenerMe en vuestro corazón, al dejar que Mi Nombre y el de Mi Hija, La Siempre Virgen María sean blasfemados por tantos y tantos pecadores alrededor del Mundo y aún dentro de la misma Iglesia.
¡Cuánto Me duele todo esto, Mis pequeños!, que os habéis vuelto apáticos, que no queréis saber nada de lo Mío, que no queréis saber de lo que Yo os puedo dar para ayudaros y que no padezcáis lo que estáis padeciendo y por lo que ha de venir.
¡Cuánto error en vuestra vida, en vuestro quehacer diario! Buscáis solamente vuestro bien, no obedecéis lo que Yo os pido, vivís para vosotros mismos y para el Mundo, Mundo corrupto y destructivo de las Leyes a las cuales vosotros deberéis rendir cuentas al final de vuestra existencia.
¡Cuánto error, Mis pequeños, de lo que hacéis con vuestra vida espiritual! Que no le dais el primer lugar que se merece, ya que, va a ser vuestra alma la que va a trascender eternamente y los bienes materiales y aún vuestro mismo cuerpo, quedarán aquí.
¡Cuánto error, Mis pequeños de no querer vivir de acuerdo a las Enseñanzas que os dejé y que tanto dolor Me costaron!
Pero podéis ver, también, en aquellos hermanos vuestros, que siguiendo Mis Enseñanzas, se santificaron, porque a eso estáis todos invitados, para que podáis entrar fácilmente al Reino de los Cielos y podáis gozar Conmigo eternamente. Pero satanás os sigue poniendo espejismos a vuestro alrededor, y vosotros, os dejáis llevar por ellos, cuidando vuestro cuerpo, vuestros bienes y viendo con ello, también, la irresponsabilidad del trato hacia vuestros hermanos, que, con vuestro ejemplo, nada bueno enseñáis.
Debierais ser maestros de vida, debierais ser maestros de redención, también, porque vosotros, con Mis Enseñanzas, puestas en vuestro corazón y viviéndolas, podríais también, mover almas hacia la conversión y a su salvación eterna.
¡Me debéis tanto! ¡Me debéis tanto, Mis pequeños! Yo Me di en totalidad por vosotros, y vosotros, ¿cuánto habéis hecho para Mí, para cumplir la misión que Mi Padre os pidió realizar? ¡Cuánto sufriréis en vuestro Juicio Particular! ¡Cuánto sufriréis en vuestro tiempo de purificación!, si es que lográis, al menos eso, para vuestro bien eterno.
Satanás os sigue engañando, desviando vuestra atención, insisto, hacia los bienes pasajeros, y el mayor bien, que debéis proteger, que está en vuestro interior, vuestra alma, vuestro ser, no le hacéis ningún caso o el mínimo caso; pedidMe para que os arrepintáis, la gran mayoría de vosotros, por no haberle dado ese tiempo de vida espiritual que vuestra alma necesitaba para su salvación eterna.
Soy vuestro Dios, vosotros necesitáis de Mí, para vuestra salvación, Yo necesito de vosotros para que llevéis a cabo, en vuestra misión, levantar este mundo de maldad, a un mundo como se vive en el Cielo. Tenéis Mi Amor en vuestro corazón, pero lo habéis desperdiciado. Vuestro Juicio para la gran mayoría de vosotros, será muy doloroso, pero, aun así, no importa el dolor, lo que importa es que os salvéis. Sigo insistiéndoos, por vuestra salvación, os sigo insistiendo que volteéis hacia arriba y entréis a vuestro corazón, no veáis lo de abajo, lo del mundo, lo de satanás.
Vuestra vida está arriba, vuestro mundo, vuestro mundo real, es la vida Conmigo, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.