Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de La Santísima Virgen María a J. V.
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Habla La Santísima Virgen María.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, La Siempre Virgen María. Veo vuestra aflicción, sobre todo de aquellos que buscan el Amor de Mi Hijo, el Amor de Su Santísima Trinidad, Mi Amor de Madre, el Amor del Cielo.
¡Cuánta aflicción Me causáis, vosotros, los que no buscáis el Amor Verdadero, el Amor Verdadero de Mi Hijo, del que os salvó, de que os ha levantado de la Muerte, del Pecado a donde os llevó satanás, que os sigue llevando a todos vosotros, los que no habéis abierto vuestro corazón hacia el arrepentimiento y hacia el Verdadero Amor.
Mis pequeños, así como esperé la llegada primera de Mi Hijo a la Tierra, en Mi Vientre Maternal, ahora, también espero la llegada de Mi Hijo, que, ciertamente, va a ser muy difícil para la gran mayoría de vosotros, porque ya vendrá de otra forma: si antes fue Salvador, ahora es Juez.
Sí, Mis pequeños, muchos sufriréis, porque el Amor no está en vuestros corazones, en cambio, otros os alegraréis y aunque sufriréis, también, como os dijo Mi Hijo, que aún, siendo escogidos, tendréis que pasar por una pequeña purificación para luego entrar a las Nuevas Tierras, pero, el gozo en vuestro corazón Me da alegría, Mis pequeños, porque habéis aprendido a amar a Aquél que os ama, desde siempre, desde antes de que fuerais cada uno de vosotros. El Amor de Mi Hijo, es un Verdadero Amor que todos quisierais tener, pero que muchos habéis desperdiciado y que habéis sustituido ese Amor Verdadero por amoríos, que solamente os llevan a la perdición.
Estáis viviendo momentos trágicos para vuestra alma, satanás se va posesionando, cada vez más de todo lo creado, aunque, ciertamente, no saldrá victorioso de este robo que le está haciendo al Cielo, llevándose a infinidad de almas. Sí, os causará mucho dolor, mucho dolor, mucho dolor, muchas lágrimas, mucha sangre.
Alegraos pues, los que os habéis comprometido a seguir a Mi Hijo, a seguirMe a Mí, vuestra Madre Santísima, gozo con vuestro amor hacia Mi Hijo y hacia Mí y os protejo, os guío y os defiendo de todo ataque de satanás.
Ciertamente, ya estáis siendo probados los que estáis con Mi Hijo y los que estáis Conmigo. Vosotros, los que estáis Conmigo, estáis viendo cómo satanás se lleva a tantas almas y no reaccionáis. Eso es lo peor de todo, vuestra alma está muerta, ya no reaccionáis a la necesidad primaria de vuestra alma, que es vivir en el Amor. Fuisteis creados en el Amor, se os dio vida en el Amor, pero vosotros mismos os vendisteis al mal, y ya no quedan sentimientos de amor en vuestra alma. Almas secas, almas muertas, almas traidoras al verdadero Amor.
Estáis viendo ya, alrededor del Mundo, cómo el mal avanza, avanza, y se vuelve un monstruo imparable, pero, ciertamente, el Amor lo detendrá y defenderá a los que estáis Con Mi Hijo, el Verdadero Amor.
¡Cuánta maldad! ¡Cuánto terror por todos lados!, pero por otro lado, alegraos, Mis pequeños, porque profetizado está, que cuando os vierais en esa situación en donde creyeras que satanás tiene ya todo el poder, toda la Creación en sus manos, ese es el momento clave que vosotros deberéis esperar y gozar, porque es cuando vendrá su debacle, en ese momento, Yo, vuestra Madre, vuestra Reina, venceré a satanás y será arrojado y detenido en el Infierno.
Mis pequeños, el momento se acerca, alegraos a pesar de todo lo que veáis a vuestro alrededor, toda esta destrucción, física y espiritual que veis a vuestro alrededor está indicando ya, la destrucción de satanás. Por eso os repito, alegraos, alegraos, Mis pequeños, porque mientras más se vea destrucción y maldad, en el mundo, le queda poco tiempo al que tanto os ha castigado por causa de vuestros mismos pecados.
Mi Señor y Mi Dios, en Su Santísima Trinidad, ya, ya le tiene puesto su fin destructivo a satanás.
Gozad, pues, Mis pequeños y agradeced a Mi Hijo que os está cuidando, que os va a proteger, y a pesar de que vayáis a tener pruebas fuertes, Él estará junto a vosotros animándoos a seguir adelante, animándoos a vislumbrar, ya, las bellezas de esta nueva generación que se acerca rápidamente, para rescatar a los fieles del Amor, a los verdaderos amantes del Amor Divino.
Pedid, pedid por vuestros hermanos que todavía pueden salvarse, os lo heMos pedido siempre y quereMos que os pongáis en su lugar.Ciertamente, hay amor en vuestros corazones, pero, por diferentes circunstancias, hay hermanos vuestros que no han tenido ese amor tan grande como el que vosotros tenéis, por eso no se merecen la perdición eterna.
Mi Dios y Señor os agradecerá infinitamente lo que hagáis por todos aquellos que todavía se pueden salvar.
Esperad, pues, esos momentos bellos, esos momentos de verdadero cambio que se han de dar, no escatiméis tiempos, dolores, sacrificios, penitencias, que podáis hacer para la salvación de vuestros hermanos, tanto para los que están en niveles altos de amor pero que son muy atacados, o por aquellos que en un nivel menor, aun así, siguen necesitando esa vida de amor, que alguien los guíe, que alguien los empuje y lo digo así, porque hay muchos que al no conocer mucho de lo que Mi Hijo os dio, necesitan que alguien los guíe, los proteja y los vea firmes en la vida de Amor a la que estáis todos llamados.
Acudid pues, a Mí, a vuestra Madre, para que Yo os lleve a Mi Hijo, para que Yo, como Madre os enseñe a amar cada vez más, a Mi Hijo, que se dio en totalidad por la salvación y redención de cada uno de vosotros. ¡Le debéis tanto! Y si sois verdaderos amantes del Amor, ¿qué más Amor que el que ha dado Mi Hijo por vosotros? Os ha perdonado, os ha levantado, pero no habéis dado el ancho todavía, y aun así, habéis sido escogidos, pero seréis purificados.
Pedid ya, Mis pequeños, esta vida nueva en la que estáis todos invitados a seguir. Cosas bellísimas se acercan, pero vosotros mismos, con vuestro actuar en el Amor, atraeréis más rápidamente lo que Nuestro Señor y Dios quiere para cada uno de vosotros. AgradecedLe a Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, tanto Amor que os tiene, que ha derramado para que tengáis todos una Vida de Cielo y algunos, la tienen ya desde la Tierra.
Os amo, Mis pequeños, y os doy Mi Corazón de Madre, para que tengáis la confianza plena de acercaros a Mí y que os guíe por el camino perfecto del Amor.
Gracias Mis pequeños.