Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, Yo vine del Cielo a traeros Sabiduría Divina, a traeros un camino seguro para llegar a él, os vine a enseñar el Verdadero Amor que se vive en el Cielo.
Vosotros, los que Me seguís, los que queréis estar Conmigo, eternamente, en el Reino de los Cielos, debéis seguir todo lo que Yo os dejé. También, tenéis en las Sagradas Escrituras, que os dije que aquél que Me siguiera podría hacer todo lo que Me visteis hacer en Milagros, en Predicación, en Palabras, (Lenguas…) y los podríais hacer, todavía, más grande.
Mi Poder es Infinito, y vosotros, al estar Conmigo, heredáis, espiritualmente, todo lo que Yo os he dejado, pero es obligación de aquellos que Me están representando en la Tierra, que mantengan la veracidad de Mis Palabras, su exactitud, pero aquellos que quieran cambiar lo que Yo os di, que con ellas se ganan el Reino de los Cielos, sean anatemas. Y os digo así: sean anatemas, porque si estáis cambiando lo que Yo, vuestro Dios, os he dado, que tomando Mis Palabras y cambiándolas mañosamente, para llevar a las almas hacia la perdición, a vosotros más os valiera no haber nacido, porque llevaréis a tantas almas a la perdición, que ellas mismas pedirán por vuestra condenación eterna y sufriréis muchísimo más que estas almas a las que llevasteis al error eterno.
Mis pequeños, Yo Soy vuestro Dios, Yo os he dado el Alimento Divino, os he dejado Mi Cuerpo, os he dejado Mi Sangre y con ellos, os he dejado Mi Compañía, por eso no estáis desamparados.
La gente de aquél tiempo que Me vio, Me tocó, aprendió de Mí, gozaron de Mi Presencia y ahora, vosotros estáis en la misma forma como aquellos que estuvieron Conmigo, porque Yo sigo con vosotros. Os he dejado el Alimento Divino, si aquellos comieron panes y peces, Yo os estoy dando Mi Cuerpo y Mi Sangre; si aquellos escucharon Mi Palabra, y muchos de ellos la dejaron pasar y no la tomaron como medio de vida espiritual, vosotros la tenéis escrita en los Santos Evangelios. Los Milagros que Me vieron aquellos hacer, ahora, en este tiempo, los estáis viendo también, y con esto, os quiero asegurar que estoy viviendo con vosotros, no estoy alejado de vosotros, estoy tomando a las almas que Me aman, que quieren estar Conmigo y las estoy protegiendo.
Mis pequeños, Soy vuestro Dios, Soy vuestro Hermano y no Me aparto de vosotros. Ciertamente, los ataques de satanás se irán recrudeciendo cada vez más, pero Yo Soy más Poderoso que el poder de satanás, y como os he dicho, las almas escogidas ya están marcadas y satanás no las podrá tocar.
Debéis tener confianza plena, Mis pequeños, preparaos, porque así como los Apóstoles tuvieron el Pentecostés que les dio la Bendición de ser fuertes en la Fe, en el Amor y en el trabajo apostólico, vosotros, los que Me seguís, lo tendréis también.
Seréis Mi nuevo pueblo, Yo Seré vuestro Dios y gozaréis inmensamente esos momentos, esa nueva vida que se dará, porque además, luchasteis por ella, padecisteis por ella, y ahora os ganaréis ese premio que tanto anhelasteis.
Estoy con vosotros, manteneos amándoMe, buscándoMe, llevándoMe a aquellos que desamparados están, como lo hacía Yo, con vuestros hermanos de aquél tiempo.
Gracias, Mis pequeños.