Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, grandes pruebas se os avecinan, pero éstas, como os he dicho, no las podréis pasar si vivís en el temor, porque también os he dicho que en el Amor no hay temor. Nada sucede por casualidad, todo sucede por un fin benéfico para todos vosotros, los que creéis en Mí, y también, para un fin de salvación para toda la humanidad, siempre y cuando, también, confíen en Mí, vuestro Dios.
El mal os rodea, el mal os lleva al temor; y acabáis de tener una prueba, en la que, millones de personas fueron confundidas por el temor, y ese temor los ha llevado al error, que muchos pagarán con su vida.
Mis pequeños, (Lenguas…) cuando vosotros confías en Mí, en ese momento, vuestras capacidades espirituales se abren y hay una comunicación directa, entre Mi Corazón y el vuestro, y Yo os aconsejo y os llevo por el mejor camino.
¡Tantas veces os he dicho y os he repetido que os amo infinitamente, Mis pequeños, sois Mi Creación, Soy vuestro Dios! Mi Padre Me mandó a serviros en la Tierra para llevaros al Conocimiento del Bien al cual debéis seguir, Mis pequeños. ¡Pero son tan pocos, tan pocos vosotros, los que habéis entendido lo que es el Verdadero Bien!, porque, el bien al que seguís, es un error, porque ese bien al que seguís, es mentira de satanás.
Vosotros os habéis dejado embaucar por las mentiras de satanás, y vivís en el error, vivís en la mentira, vivís en el temor y cuando hay temor en vosotros, no pensáis correctamente, no os movéis por lugares seguros, no lleváis una vida de acuerdo a los Evangelios. Tenéis los Evangelios, ¿en algún momento mostré temor aún, en aquellos momentos graves, donde los mismos fariseos y escribas Me atacaban? ¿O cuando Me llevaban ante los verdugos ante esos romanos que casi Me destrozan y muero por los latigazos, con ese derramamiento de Sangre tan fuerte que tuve? ¿O acaso Me visteis atemorizado al cargar la Cruz, y a pesar de cómo Me trataba el pueblo, Me visteis atemorizado o dudoso de la Misión que estaba Yo llevando? Y aún en la Crucifixión, ¿acaso traté de huir para que no Me crucificaran? No, Mis pequeños, Yo estaba cumpliendo una Misión que Mi Padre Me pidió para el Bien de vosotros, no había ningún tipo de temor en Mí, porque todo lo que estaba Yo haciendo, era por Amor, Amor a Mi Padre y Amor hacia vosotros, para levantaros hacia vuestra redención.
De todo lo que veáis que va a suceder, tomadlo como viene, aceptadlo, porque es Mi Padre El que lo permite para vuestro bien, ofrecedlo con amor, como Yo lo hice por vosotros, pero que nunca haya ni duda ni temor en cómo reaccionaréis, porque de esa forma, daríais un mal ejemplo y no estaríais viviendo lo que Yo os enseñé.
Ya os he dicho que cuando venga la prueba, Yo tomaré el dolor, pero necesito que vosotros os presentéis con valor ante aquellos que os persiguen y el Espíritu Santo os tomará y os guiará, para que digáis y hagáis lo que se os pide.
Sois ejemplo de vida, sois otros Cristos, recordadlo, no podréis dar un mal ejemplo de vida y más, en estos últimos momentos, de la historia.
Nuevos momentos vendrán, nueva vida vendrá. Os he dicho que pongáis vuestro interés y vuestros deseos de llegar a esos momentos en que se vivirá el Verdadero Amor, la Verdadera Vida, como la que Yo os traje, para que la viváis y os preparéis para vivir un tiempo bello, que también, os llevará a la Santidad de Vida y, luego a una nueva prueba, para terminar con el fin del Mundo y el Juicio Final.
Ciertamente, será un tiempo largo, pero debéis dejar ejemplo para las generaciones futuras que vendrán después de vosotros. Sed cimiento de esas nuevas generaciones, sed ejemplo para que de ese ejemplo vivan las nuevas generaciones. Dejad Vida, Vida espiritual, Vida de Amor, para que de ahí nazcan nuevos Cristos.
Debéis ser ejemplo, ejemplo de Amor entre los hombres y eso os dará una entrada rápida al Reino de los Cielos.
El Amor lo es todo, Mis pequeños, os lo he dicho tantas veces, es la llave que abre la Puerta del Paraíso, no echéis en un saco roto Mis Palabras, dejad que vuestro ser se impregne, plenamente, con la Vida Crística que debéis llevar, sed ejemplo ante los hombres, como Yo lo he sido para todos vosotros.
Gracias, Mis pequeños.