Ene 12_2023 Debéis aprender de Nosotros, como Familia Excelsa, a aceptar la Voluntad de Nuestro Padre Dios, porque todo redundará en un bien inmenso.

Rosario – Mensaje ÚNICO

.

================================

Mensaje de La Santísima Virgen María a J. V.

================================

.

Habla La Santísima Virgen María.

Hijitos Míos, en la Sagrada Familia, Nosotros aceptaMos la Guía Perfecta de Nuestro Padre Dios. Fuimos probados fuertemente.

Primeramente, Yo, la Hija del Padre, la Esposa del Espíritu, la Madre del Salvador. Desde Pequeñita probada (Lenguas…) y aceptó Mi Padre Mi Donación y Me premió con la Maternidad Divina.

San José, Mi esposo, probado también, aceptando Mi estado, ya avanzado, de maternidad, creyó plenamente, en lo que el Ángel le decía para que Me aceptara, porque Mi Maternidad era algo muy especial y él, en su sencillez y también, con una gran Fe, aceptó lo que se le decía y lo que seguiría de todo ello.

Mi Jesús, Mi Señor, Mi Dios, aceptando, también del Padre, Sus Órdenes Divinas y manteniéndose Pequeño, Humilde y siendo Ejemplo por esa sencillez y trabajando como José, Mi esposo, sabiéndose Dios, Rey Divino y no mostrando con toda esa Humildad Divina, Su ser.

En sí, las Virtudes en la Sagrada Familia, las vivíaMos en un grado Perfecto, altísimo, porque no había soberbia, porque se aceptaba la Voluntad del Padre en totalidad, y sobre todo, porque era el Amor, el Amor el que Nos envolvía a los tres, el Amor Divino del Padre y así, vivíaMos el Cielo en la Tierra, pero manteniendo ese Secreto Divino, sin presumir en ningún momento el haber sido escogidos para tan grande Obra. Una Obra excelsa, Divina: la salvación de toda la humanidad y de todos los tiempos.

Ciertamente, fuiMos escogidos, pero teníamos el libre albedrío, para poder decir en cualquier momento, el dejar lo que se Nos mandaba y, así pasó con José, que al verMe embarazada, tuvo esa intención, tuvo el libre albedrío, pero, Nuestro Padre Dios, le hizo ver la grandiosidad de la Obra que estaba haciendo en Nosotros, y él, sin titubear, la aceptó. Aceptó en totalidad la Voluntad del Padre sin dudar, sin dudar, Mis pequeños.

Cada uno de vosotros tenéis también una misión, Mis pequeños, estáis siendo guiados por la Luz del Espíritu Santo que habita en cada uno de vosotros, y debéis aprender de Nosotros, como Familia Excelsa, a aceptar la Voluntad de Nuestro Padre Dios, porque todo redundará en un bien inmenso.

A veces, vosotros no alcanzáis ni siquiera a vislumbrar, cuán poderosa puede ser vuestra actuación, vuestro ejemplo en el Mundo. Aquellos que os ven pueden aprender mucho de vosotros, de una palabra, de un gesto, de un detalle que puede hacer cambiar el actuar de una persona que vive en el mal, a un bien, al ser tocados por un pequeño gesto o una palabra, que viene de Nuestro Padre Dios. Amo ver corazones dispuestos para cambiarlos al bien, para regresarlos a la Santidad a la que estáis llamados.

Cada uno de vosotros, por donde pasáis, lo que hacéis, lo que habláis, sois escuchados por otras personas, por eso, debéis cuidar vuestras palabras, vuestros gestos, vuestro ejemplo, porque al ser otros Cristos en estos tiempos, muchos necesitan ver que Mi Hijo todavía vive entre vosotros. ¡Vosotros podéis hacer tanto, como Nosotros, en Nuestra Familia hacíamos!

Yo, como Madre de familia, ayudando a los pobres, aconsejando hasta a los mismos Apóstoles y discípulos, aconsejando a las mujeres, como a veces, también lo hacéis vosotros. A veces no os dais cuenta de lo tan protegidos que estáis y cómo la Sabiduría Divina se muestra en vosotros, cuando dais una palabra de aliento, cuando dais una limosna, cuando dais lo que podéis para ayudar a aquellos desamparados, y no solamente desamparados de alimento, de vestido, sino de una palabra, un apoyo espiritual que los regrese al buen camino.

Mi esposo, José, hombre prudente, casto, callado, pero siempre dispuesto a ayudar y llevar su trabajo a la perfección, pero dando buen ejemplo en el Templo, conociendo las Palabras de la Sabiduría Divina y viviéndolas. Ejemplo de hombre entre los hombres, no pidiendo por su trabajo, que a pesar que era lo más perfecto posible, más allá de lo que pudieran tener o pagar los que le pedían ese trabajo, siempre Justo, siempre Santo.

Y Mi Hijo, ayudándoNos a crecer a José y a Mí, con Su Sabiduría Divina. ¡No os imagináis, Mis pequeños! ¡Tener a Nuestro Dios entre Nosotros! Era un gozo tremendo, un gozo Divino escucharLe. ¡Cuánto Amor! ¡Cuánto Conocimiento! ¡Cuántas Alabanzas al Padre!, era una escuela estar con Él, gozarLo, vivirLo, tener el Cielo con Nosotros, en Nuestro hogar. ¡Cuánto gozo Nos permitió Nuestro Padre Dios a José y a Mí y rodeados de Ángeles, escuchando al Divino Niño, a Nuestro Hijo, al Amor Perfecto!

Todos esos años que lo tuviMos para Nosotros, hasta que José murió; y luego seguí Yo sola, viviendo con Mi Dios, con Mi Hijo, con el Salvador. ¡Ay!, Mis pequeños, ¡ay, Mis pequeños, cuanto gozo, de esos regalos del Cielo!

¡Cómo quisiera, Mis pequeños, que compartierais Conmigo, de esos momentos!, que os pusierais en Mi lugar, para que gozarais esa Sabiduría, ese Amor, esa Pureza, esa Santidad de Mi Hijo viviendo entre Nosotros.

¡Gracias, Padre! ¡Gracias Padre por haberNos escogido a José y a Mí, para cuidar a Tu Hijo, Nuestro Dios, aquí en la Tierra! ¡Bendito y alabado seas, Padre! ¡Bendito seas!, ¡Gracias, gracias Padre por Tu Amor! ¡Gracias, Mi Hijo, por tus Enseñanzas, por tus cuidados, por tanto Amor que Nos diste a José y a Mí!

Mis pequeños, haced de vuestros hogares, una Sagrada Familia, poned siempre a Mi Hijo como el centro de vuestro hogar y os acompañareMos, también, José y Yo y gozareMos siempre unidos con vosotros, la Presencia Divina de Nuestro Dios y Señor. Amén.

Petición de J.V. al finalizar el Rosario: Señor, te ofrecemos, en lo que resta del Santo Rosario, que Tú tomes posesión de nuestros hogares, que transformes a aquellos que no quieren estar Contigo, aquellos que te rechazan, a aquellos que no quieren soltarse totalmente a Tu Amor. Dales Señor Jesús, ese apoyo Divino, dales lo que  necesitan para que se enamoren de Ti y que con ello, gocemos Tu Presencia en nuestros propios hogares, cada uno de nosotros.Transforma nuestros hogares y los que estamos en ellos, para que podamos  nosotros vivir el Cielo en la Tierra y podamos transmitirlo en obras, en palabras, en ejemplos a todos aquellos con los que entremos en contacto. Gracias, por vuestro Amor.