Rosario – Mensaje ÚNICO.
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Mensaje La Santísima Virgen María a J. V.
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Habla La Santísima Virgen María.
Hijitos Míos, vosotros sois el ejército que luchará contra las fuerzas de satanás, sois Mi Calcañal, y estáis destinados desde el Principio y se habla de vosotros en el Génesis. Sí, Mis pequeños, sois muy importantes para Nuestro Dios y Señor.
Mi Calcañal, Mis pequeños, Mis escogidos, para emprender la gran lucha contra la serpiente; serpiente que provocó que vuestros Primeros Padres fueran corridos del Edén.
Un momento muy doloroso, primeramente, para Nuestro Dios, que tanto los amaba en ese estado de Pureza y Santidad. Muy doloroso para vuestros Primeros Padres, de haber sido exiliados por causa de haberse apartado, por un momentito, del Amor y la Obediencia a Nuestro Padre, Nuestro Señor, Nuestro Creador.
Y así sucede, Mis pequeños. A lo largo de la historia, satanás, la serpiente antigua, sigue tratando de evitar que la descendencia de Adán y de Eva, no regrese al Reino de los Cielos, él perdió esa oportunidad y vosotros, que sois parte de esa descendencia, debéis tener también muchísimo cuidado y, quiero subrayar que vuestros Primeros Padres, estaban en un altísimo grado de Santidad y así cayeron, a pesar de ello.
Ciertamente, vosotros, no estáis en ese grado de Santidad y si dejáis la oración, por algún momento y os dejáis engañar por satanás, podéis perder lo que Ellos perdieron, el Reino de los Cielos. Ciertamente, después, en el Juicio, regresarán, ya que por su mala acción, al haberse puesto en contra de los Designios de Nuestro Dios y Creador, muchos, muchos de sus descendientes se han condenado.
Esto os lo digo, Mis pequeños, y lo quiero enfatizar, de que no dejéis, en ningún momento, la oración, que es lo que continuamente os está protegiendo. El Santo Rosario es un escudo contra las fuerzas de satanás, porque al estar orando el Santo Rosario, Yo estoy junto con vosotros y satanás no Me soporta, no quiere ni siquiera escuchar Mi Santo Nombre, por eso, estando Conmigo, Mis pequeños, estáis asegurando vuestra protección y vuestra entrada al Reino de los Cielos.
Estos son Mis Tiempos, ya se os ha dicho, son los Tiempos de la Gran Batalla, en donde Yo, que seré la Capitana, junto con San Miguel Arcángel, vencereMos a satanás y a las huestes angelicales que se opusieron a la Gracia y al Servicio a Nuestro Dios y Creador.
Usará satanás, en este tiempo, todas sus armas, sus engaños; él es muy sutil y solamente estando en la oración, viviendo en los Sacramentos, estando unidos de Corazón a corazón con Nosotros, podréis vislumbrar, fácilmente, cuándo satanás os pueda estar engañando. Él es muy vengativo, porque él ya no puede regresar al Reino de los Cielos y vosotros sí, Mis pequeños.
Os protegeré, porque sois Mi Calcañal, porque no os habéis apartado de Mí, porque Me amáis y porque Yo os he llevado a amar a quien os ha dado todo, que es Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad.
Así pues, Mis pequeños, preparaos en amor y en obediencia, aceptando todo lo que Nuestro Dios y Señor os pida hacer en estos tiempos de gran lucha, vuestros Primeros Padres decidieron no obedecer a Nuestro Dios y Creador, que, esa fue, también, la caída de satanás, no querer ya, obedecer a quien lo creó.
En ningún momento, Mis pequeños, dudéis, siquiera, el no querer obedecer a vuestro Dios y Creador, a vuestro Dios Redentor, a vuestro Dios Guía y Santidad en vosotros. Manteneos fieles a Sus Designios, a Sus Palabras, a Sus Deseos y mantened siempre Su Amor en vuestro corazón.
Satanás no soporta el Amor, llenaos pues, de ese Amor, que primeramente perdió satanás y que, vuestros Primeros Padres, no supieron mantener en ellos. Sois sus descendientes, reparad el daño de vuestros Primeros Padres, para que sean plenamente perdonados y puedan gozar eternamente, el Cielo.
Gracias, Mis pequeños.