Sep 26_2022 El Rapto, nuevamente os lo digo, se dará, pero ¿seréis vosotros o sois vosotros como estas almas de donación total?

Rosario – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Habla Nuestro Señor Jesucristo

Hijitos Míos, mucho se habla sobre el Rapto. El Rapto, ciertamente, existe y está anunciado en las Sagradas Escrituras, y Yo Mismo se los hice saber, cuando dije: dos mujeres estarán juntas en la molienda, una será tomada y otra dejada; dos estarán en el lecho, uno será tomado, el otro dejado; dos estarán arando, uno será tomado y el otro dejado.

Hijitos Míos, el Rapto, es un regalo a las almas que durante su vida se dieron a Mí, son almas sufrientes, silenciosas, calladas, donadas, que la gran mayoría de las veces, ni siquiera la gente que estaba junto a ellos se daban cuenta de su donación a Mí. Es un regalo a su donación, a su amor por Mí. El conocer el sufrimiento que Yo padecía por vuestra salvación, con su padecimiento Me quitaban muchos dolores, penas, angustias, se mantenían unidos a Mí, en Mi Vida y en Mi Vida pública.

Estas almas viven desde que estuve Yo en la Tierra y ha seguido manteniéndose a lo largo de la historia, muchas de ellas, ya han sido tomadas y están Conmigo, están gozando por su donación.

Recordad, lo que también dicen las Escrituras: no todo aquel que Me diga Señor, Señor, se salvará. Las almas de los que serán tomados, son almas que, realmente, se merecen que Yo las escuche, se merecen ya, ese momento de descanso. Algunas serán tomadas y llevadas a un lugar bello que gozarán y que estarán ahí, protegidas hasta cuando pase la Purificación y serán regresadas hacia los Nuevos Cielos, Nuevas Tierras, hacia la Nueva Vida, hacia el Nuevo Mundo que se os dará como regalo.

Son almas buenas, son almas en las que he escrito Mi Nombre en su corazón, las amo, las amo infinitamente, porque Me conocen y he dejado que Me conozcan, ya que por su amor  hacia Mí, se lo merecen. Estas almas, como os dije, son almas que viven en el silencio, que viven para Mí, que viven unidas íntimamente a Mí, puedo confiar en ellas, les pido lo que Yo quiera y Me lo conceden. Ciertamente, la gran mayoría, son almas sufrientes, porque Yo, vuestro Salvador, sufrí mucho por vuestra salvación, ellas, oran por vosotros, viven para la salvación de infinidad de almas. Me dan momentos de descanso y de alegría, porque puedo confiar en ellas.

Los regalos del Cielo, son para todos, pero no todas las almas tienen la valentía de ser como estas almas, de una donación total, soportando todo, sin decir una palabra, sin quejarse, y, menos, anunciarse a los demás. Son Mías, el coloquio Divino es entre ellas y Yo.

¡Cómo quisiera que hubiera más de éstas almas y podría salvar al Mundo entero!, pero son tan pocas, y ciertamente, Me ayudan a salvar muchas almas, pero ¡son tan pocas!

Hijitos Míos, aprended de esta lección, el Rapto, nuevamente os lo digo, se dará, pero ¿seréis vosotros o sois vosotros como estas almas, de donación total? almas que solamente hablan Conmigo, viven para Mí, sufren Conmigo y no se dejan conocer por los demás.

Os bendigo, Mis pequeños, y, os pido, dadMe lo que podáis para salvar a muchos de vuestros hermanos.

Gracias, Mis pequeños.