Dic 13_2021 La obediencia a Nuestro Dios, fue total, ni siquiera preguntar el “por qué y el cómo”, simplemente, aceptar lo que venga de Nuestro Dios.

Rosario – Mensaje ÚNICO

.

================================

Mensaje de La Santísima Virgen María a J. V.

================================

.

Primer Misterio. Habla La Santísima Virgen María.

Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, La Siempre Virgen María, y os quiero recordar y hacer hincapié, lo que significa la obediencia.

Quiero que recordéis el pasaje de cuando el Ángel le ordena a Mi esposo José, que salgaMos huyendo con el Niño a Egipto. Ciertamente, iba a ser un camino difícil y doloroso, dejábaMos Nuestra casa, dejábaMos nuestros bienes, éramos perseguidos, en cierta forma, por Nuestro Bebé, el Salvador y Redentor del Mundo, pero la obediencia a Nuestro Dios, fue total, ni siquiera preguntar el “por qué y el cómo”, simplemente, aceptar lo que venga de Nuestro Dios, y así quiero que actuéis vosotros, también, Mis pequeños.

Todo lo que venga de Nuestro Dios, aunque lo veáis vosotros, en vuestra manera de pensar humana, que sea feo, doloroso, difícil, haced lo que Nuestro Dios os mande.

Repasad y meditad lo que fue la Huida a Egipto, momentos difíciles, como os dije, pero aceptando Su Voluntad, se van abriendo puertas, y esto lo digo también para todos vosotros. Nuestro Dios siempre verá por el Bien de cada uno de vosotros, si actuáis en total obediencia. Nunca Le preguntéis ni el “por qué ni el para qué”, simplemente, haced lo que Él os mande.

¡Es tan Bello el Amor de Nuestro Dios! ¡Es tan fuerte Su Mandato, pero a la vez, con un respeto total, también, hacia Nosotros!

Él quiere lo mejor para todos Sus hijos, Él sabe qué es lo que necesitamos para madurar en la Fe, y Sus Órdenes Benditas, van a servir para que nosotros volvamos a Él, o crezcamos en Virtudes o crezcamos en Fe y en Amor.

Muchas veces, al estar vosotros, Mis pequeños, viviendo para el Mundo, gozando de las cosas del Mundo, os olvidáis de Mi Hijo, de lo que sufrió por vosotros. Uníos en Sus sufrimientos, y sufrimientos de Amor, para acrisolaros, para llevaros a la Perfección, a la que estáis llamados.

Éstos son tiempos en que vosotros, muchos de vosotros, tendréis que dejar las cosas del Mundo, y no debéis preocuparos, vuestro Dios, Mi Señor y Mi Dios, estará viendo por cada uno de vosotros, y esto lo debéis asimilar perfectamente bien. Como os dije, debéis aceptar todo con una Fe absoluta, en un Amor absoluto, porque deberéis también estar seguros de que será para un Bien lo que vosotros hagáis para Él, siguiendo Sus Órdenes de Amor.

Se os ha dicho que debéis ser perfectos, como Él es Perfecto, y muchas veces, vosotros os enojáis con Mi Señor y Mi Dios por las cosas que Él hace en vosotros. Estáis acostumbrados a las comodidades del Mundo, y seréis probados por ahí. Y esto os lo digo para que recordéis ésa salida de Egipto: salida en la noche, en silencio, huyendo de la maldad de satanás, arraigada en Herodes.

Mucho mal os estará rodeando también a vosotros, especialmente, si estáis vosotros, compartiendo la Palabra de Dios a vuestros hermanos, pero no os preocupéis, los que estáis aceptando la Voluntad de Nuestro Dios, fácilmente, os daréis cuenta que viene de Él, todo lo que pasa en vuestra existencia, y debéis confiar plenamente en Él para que no tengáis que caer en esa tentación mala, del “por qué y el para qué”, os están sucediendo los acontecimientos en vuestra existencia. Simplemente sed humildes, aceptando Su Voluntad y el Amor, Su Amor, caerá sobre vosotros y os hará entender muchas cosas, que para muchos, muchos de Mis hijos, están escondidas, y no porque no se las quiera dar Mi Señor y Mi Dios, sino porque no hay Fe en vosotros para apreciar las Bondades de Mi Señor, a pesar de que se vea feo lo que se os está mandando.

Uníos, pues, a Nuestra Sagrada Familia, a los sufrimientos de Nosotros, pero especialmente de Mi Hijo, vuestro Dios, que desde Pequeñito estuvo perseguido y pasó malos momentos y terminó Su Vida de Redención en la Cruz por vosotros; y aun sus mismos Apóstoles veían ahí el fin, pero cuando tuvieron el Pentecostés que los unió a la Sabiduría Divina, se dieron cuenta que todo lo que había sucedido, tenía que pasar para Bien Nuestro.

No os apartéis de esa Fe, que debéis tener profundamente en vosotros, muy arraigada, porque con ella, vosotros obtendréis respuesta a todas vuestras dudas, y la respuesta va a estar, simplemente, en el Amor.

Gracias, Mis pequeños.