Rosario matutino – Mensaje ÚNICO.
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, os hablo nuevamente de que nunca perdáis la Esperanza. Ciertamente, la tribulación ya se está dando y, como os dije hace dos meses, ya permití que se diera con toda su fuerza, porque os habéis apartado mucho de la oración.
Os di la oportunidad de regresar a Mí y Me negasteis, preferisteis seguir caminando al lado del enemigo, a pesar de sus traiciones, a pesar de los dolores que os causa, lo preferís a él más que a Mí. Preferís el mundo y no queréis estar Conmigo, que Soy vuestro Dios, vuestro Creador, vuestro Salvador, el que provee todo para vosotros.
Como os dije, ciertamente, hay acontecimientos que están profetizados que pueden suceder. Cuando Yo aviso algo, estos avisos pueden ser disminuidos o cancelados, dependiendo de vuestra oración, sacrificios, penitencias, ayunos. El poder de la oración, de la donación y del deseo de estar Conmigo y servirMe, pueden hacer grandes cosas para vuestro bien, porque Yo Me congratulo con las almas a las que veo arrepentidas, a las que Me piden de corazón por un bien, por un bien profundo para evitar dolores y para producir muchas conversiones.
Ciertamente, estáis viendo ya, alrededor del mundo, lo que os dije. Que los acontecimientos de la purificación se darán ya con toda su fuerza, ahora depende de vosotros que podáis disminuirlos, si realmente, queréis, y ya os he dado la forma de lograrlo, que es a través de vuestra donación.
Mi Hijo Se donó por vosotros, sufrió por vosotros, para que al tomar todos vuestros pecados, pudierais vosotros disminuir la carga de dolor que Me causáis y sobre todo, para disminuir vuestro dolor en el Purgatorio, en el mejor de los casos, o para salvar a muchas almas que siguen renuentes a venir a Mí.
Soy vuestro Dios, ya os dije, os amo infinitamente, sois Mi Creación, pero en vuestro libre albedrío, vosotros escogéis seguirMe o apartaros de Mí. ¡Me duele tanto, que hagáis esto, Mis pequeños!, porque el apartarse de Mí, denota de vosotros muy poco amor hacia Mí. Yo que he dado todo Mi Amor en vuestra Creación, os he dado todo Mi Amor a través de Mi Hijo Jesucristo, os he dado todo Mi Amor a través del Espíritu Santo que os ilumina continuamente, pero vosotros cerráis vuestra mente y vuestro corazón, no deseáis vivir en el Bien.
Satanás ha causado tanto mal en vuestras conciencias, ha causado tanto mal en vuestra forma de vivir, os ha apartado de Mí, que ese es el peor mal que tenéis, pues como dicen las Escrituras, cuando vosotros apartáis el sarmiento, de la vid, éste no vive. Vosotros tenéis que estar siempre Conmigo, debéis estar tomando siempre de Mí Vida, debéis participar de todo lo que Mi Hijo os dio.
¡Cuánto mal habéis hecho a lo largo de vuestra vida! ¿Cómo llegaréis ante Mi Presencia, al final del tiempo que os he concedido a cada uno de vosotros, para cumplir vuestra misión? Una misión que os iba a elevar de nivel de Amor, de Gracia, de Bendición, y así fuerais gozando, cada vez más, en el Reino de los Cielos, por el Bien que cada uno de vosotros debierais haber logrado al servirMe, al vivir en Mí y para Mí, al salvar a tantas almas como pudierais.
Mi Amor se desparrama continuamente por vosotros, pero ya vosotros no queréis voltear hacia Mí, creéis que vuestra vida, al tener todo lo material que podéis comprar, que podéis conseguir, que podéis hasta robar, es suficiente para produciros la felicidad, para la cual fuisteis creados, y tarde os dais cuenta, de que fue un error haber hecho lo que hicisteis. Pero lo peor de todo, es que os dais cuenta cuando ya estáis frente a Mí, en vuestro Juicio Particular, y ya no hay remedio para reparar algo, y vuestro castigo será eterno.
Dejad que Mi Santo Espíritu penetre en vosotros, limpie en vosotros todos esos errores, maldades, que habéis acumulado por años. Dejad que Mi Santo Espíritu os lleve ante Mi Presencia, reconozcáis vuestros pecados, os arrepintáis de ellos y obtendréis Mi Perdón.
Pero la soberbia a donde os ha llevado satanás, ha embrutecido vuestra mente, no sois quienes debierais ser, no sois esos hijos amados de Mi Corazón, con los que Yo quisiera convivir, ya desde ahora y para la eternidad.
Voy en pos de cada uno de vosotros, os voy siguiendo, pero no volteáis a verMe y si volteáis y veis Mi Amor, no os interesa, no lo tomáis y seguís con vuestros pasos hacia el despeñadero eterno.
¡Cuánto error, cuánto error habéis dejado entrar en vuestro corazón!, y todo por una conveniencia humana de parte de vosotros, porque preferís lo del mundo; no os habéis adentrado a las Gracias, Bendiciones, Amores en los cuales Yo os llevo y que son infinitamente superiores a los gozos humanos.
Ciertamente, a muchos de vosotros no se os dio ese Conocimiento Divino desde pequeños, pero continuamente os pongo muchas posibilidades para llegar a Mí, encontráis en el camino de vuestra existencia, oportunidades para producir amor, a veces, en la calle, en vuestra casa, en un hospital, con vuestros hijos, con vuestros hermanos, algún necesitado, algún enfermo, muchas, muchas oportunidades os doy para que sintáis Mi Amor en el corazón de vuestros hermanos y para que lo deis a ellos con vuestra ayuda.
Dejaos tocar pues, por Mi Santo Espíritu, para que os lleve hacia la Verdad, para que viváis el Verdadero Amor para el cual vinisteis, para que produzcáis mucho amor entre vosotros y así, hagáis que el Cielo se dé en la Tierra, ya desde ahora.
Dejad pues que Mi Santo Espíritu os ilumine os haga gozar los goces del Cielo ya desde ahora, vivid lo que tengo preparado para vosotros para la eternidad. Dejad que Mi Amor se implante en vuestro corazón y lo deis a vuestros hermanos. ¡Es tan simple la tarea que os he encomendado!: vivir del Amor, ¿qué más queréis, Mis pequeños?, vivir en amor, producir amor, dar amor a vuestro alrededor y obtendréis un premio eterno y es un premio de Amor, no os pido más, simplemente, lo que os enseñó Mi Hijo Jesucristo: Amor, que os amarais los unos a los otros, que ayudarais a vuestros hermanos en lo que pudierais, en lo material, en lo espiritual, un consejo, un saludo, una guía, una tomada de mano, una caricia, todo lo que pueda producir Amor os irá acercando a Mí.
Dejaos pues, os pido y os repito, que Mi Santo Espíritu os lleve por el camino correcto y dejéis todos esos errores, espejismos, maldades, a donde os ha llevado satanás que ha distorsionado la realidad de la existencia aquí en la Tierra. No vinisteis para eso, vinisteis para servirMe a Mí, vuestro Dios, para estar con vuestros hermanos construyendo un reino de Amor y no lo que estáis viviendo ahora: Es un reino de terror, de maldad, de miedo, de destrucción, ¿acaso a eso le llamáis vivir en el Amor?
Gracias, Mis pequeños.