Sep 02_2021 Con todo lo que estáis sufriendo, se ha vuelto vuestra pasión, emparentada a Mi Pasión, por la salvación de las almas.

Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, aún no comprendéis o no queréis comprender, por qué estáis tan apartados de Mi Gracia, de la Sabiduría que Yo os doy, a través de Mi Santo Espíritu, cuando estáis Conmigo, porque satanás os desvía muy fácilmente, desvía vuestra atención de la misión que vosotros tenéis y que debéis cumplir. Estáis apanicados, el temor corre por todo vuestro ser, nada más pensáis en ello, en lo que ha provocado este miedo entre vosotros y no os acordáis que el Poder Divino, que tengo Yo, puede resolver todo, siempre y cuando, volváis a Mí.

Pero al haberos apartado de Mí, no tenéis ese Discernimiento Santo que os hace ver la realidad de vuestro alrededor. Os dejáis llevar por habladurías humanas, pero, ciertamente, atrás de ellas está satanás, y vosotros no os preparáis espiritualmente para lo que pueda suceder en vuestra persona o en la persona de vuestros hermanos y principalmente de vuestra familia.

¿Qué podéis hacer, Mis pequeños en esta situación? En vuestra vida diaria, al estar así, sufriendo por lo que sucede a vuestro alrededor, por lo que os hacen creer que está sucediendo a vuestro alrededor, ¿qué es lo más correcto? Ya os he dicho antes que estáis rodeados de pura mentira y esta mentira cada quién la toma según le convenga, y de ahí parten muchas versiones entre vosotros, pero lo peor de todo esto, es el temor en el que estáis viviendo.

Mis pequeños, tenéis que vivir en la alegría, ya que si vivís en el Amor, en Mi Amor, éste automáticamente os lleva a la alegría, porque Yo os doy todo, pero no queréis venir a Mí. VedMe, cuando tomé la Cruz, la Cruz, que significaba para vosotros vuestra salvación, la tomé con Alegría, ciertamente había Dolor, pero la Alegría venía del resultado que se iba a dar con Mi Muerte y Resurrección, y todo esto para Bien de vosotros.

Os he dicho, también, que de todo lo que sucede en vuestra vida, de lo que sucede a vuestro alrededor, siempre surgirá un Bien, porque todo lo que sucede a vuestro alrededor, Yo lo permito, y eso es lo que tenéis que aprender a ver, Mis pequeños, el Bien que estáis viviendo. Yo no Me aparté, porque así Lo quiso Mi Padre, no Me aparté, ni quise que se hiciera Mi Voluntad, al tomar la Misión. Acepté la Misión, Le dije a Mi Padre que tomaría la Copa, la Copa del Dolor, y eso es lo que debéis ahora hacer vosotros mismos, cada uno de vosotros, aceptar que habrá dolor en vuestra vida, pero os llevará a un cambio benéfico, que gozaréis inmensamente y eso es lo que no alcanzáis a ver, porque no meditáis, no entráis en oración, porque no vivís en Estado de Gracia, porque no estáis Conmigo.

Satanás os lleva a esa situación en la que estáis viviendo, y os saca totalmente de la realidad espiritual que debéis vivir y esa es la misma que Yo viví, porque también así os dije en las Sagradas Escrituras: “aquél que quiera venir en pos de Mí, que tome su cruz y Me siga”, y no estáis tomando la Cruz, no la estáis aceptando, no queréis sufrir, lo único que queréis, es gozar, como niños chiquitos, y esos tiempos ya pasaron, Mis pequeños. Se os han dado, ya, años de Evangelización, de una forma u otra, en todos los países de la Tierra, pero no todos habéis aceptado ni seguido lo que se os ha dado de preparación para estos momentos en los que ya estáis, y que se darán mucho más fuertes.

Si hubierais aceptado de corazón lo que se os enseñaba, el cambio sería rápido, ciertamente, con dolor, pero sería rápido, y no tendrías que sufrir tanto, como ahora estáis sufriendo, porque lo que estáis sufriendo más es un sufrimiento psicológico que os han causado aquellos que siguen a satanás.

En Mi Sufrimiento, como os repito, había Dolor, Dolor externo, pero una Alegría inmensa en Mi Interior, porque sabía lo que significaba Mi Donación por cada uno de vosotros.

Tenéis que volver a la oración, Mis pequeños, al Estado de Gracia, a la vida íntima Conmigo, vuestro Dios, para que Yo os lleve de la Mano, para que Yo os haga recapacitar sobre vuestra vida y con todo ello, podáis volver a Mí, pidiendo perdón por vuestras faltas y con un deseo grande de agradarMe y unirse a Mí.

Ciertamente, os pido que vuestros sufrimientos los unáis a Mis Sufrimientos, dadLe a Mi Madre, la Siempre Virgen María, vuestros dolores, sufrimientos, y todo aquello que no os permita llevar una vida normal y de esta forma, Me acompañaréis a salvar muchas, muchas almas.

Ahora vuestra vida, vuestra vida diaria, con todo lo que estáis sufriendo, se ha vuelto vuestra pasión, emparentada a Mi Pasión, por la salvación de las almas.

Manteneos, pues, en Mí, Mis pequeños, para que entendáis Mi Obra, que ahora es la vuestra, que, como os había ya dicho varias veces antes: vuestra misión en la Tierra consiste en dos cosas: producir amor y salvar almas. Y ya se os ha dicho varias veces esto, pero ahora en lo práctico, en lo que estáis viviendo, no lo estáis haciendo, estáis tan ensimismados en lo que os está sucediendo, que no estáis produciendo amor, porque vuestro temor no alcanza a soltar el amor que debierais estar dando, y tampoco entráis en oración profunda ni os unís a Mí, Mis pequeños, para la salvación de las almas. Así que no estáis cumpliendo con lo que se os encomendó. Meditad esto, Mis pequeños, porque seréis juzgados de ello, de crear amor, producir amor, vivir el amor, Mi Amor, y la salvación de las almas. Hay almas equivocadas, almas que no quieren estar Conmigo, almas engañadas, que no tienen Discernimiento porque no oran, porque no Me buscan, porque viven en pecado, pecados graves y ahí no puedo Yo hacer nada, porque en el pecado grave, vosotros estáis viviendo y hasta se podría decir, gozando, la maldad de satanás en vosotros, en vuestras acciones, en vuestra vida diaria.

Os vuelvo a repetir y a recordar, los acontecimientos graves de la Purificación, en la que estáis, la que estáis viviendo y que seréis partícipes, todos vosotros, se irá incrementando y no estáis preparados para soportar la prueba.

Acercaos a Mí, pedidMe que cambie vuestra forma de pensar. Dejad que Mi Santo Espíritu os tome y controle, nuevamente, vuestro pensar, vuestros actos, vuestra vida diaria, para que realmente, hagáis lo que se os ha pedido y no estéis perdiendo el tiempo, preocupándoos de algo, que no podéis vosotros resolver ni cambiar. Que ciertamente, podríais, como os he dicho, aminorar con vuestra oración, con vuestra donación, con la aceptación de Mi Voluntad en vosotros.

Gracias, Mis pequeños.