Jun 16_2020 Quiero que recordéis esto perfectamente: Que aun a pesar de los momentos difíciles que vayan sucediéndose en vuestra vida, siempre surgirá un bien final y de eso deberéis estar plenamente seguros.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Dios Padre a J. V.

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Tercer Misterio. Habla Dios Padre.

Hijitos Míos, os había dicho que básicamente la raíz del mal está en la soberbia, y ¿por qué es tan mala la soberbia, Mis pequeños? Primeramente, porque cometéis abominación hacia Mí, vuestro Dios. Os veis primero a vosotros mismos antes que a Mí, vuestro Dios y, en seguida, al hacerMe a un lado, al creer que no Me necesitáis a Mí, le dejáis las puertas abiertas de vuestra alma a satanás; en ese momento el gran engañador y, recordad esto, el gran engañador entrará en vosotros y os hará creer que vosotros sois mejores que Yo, vuestro Dios, y él se irá metiendo en vuestros pensamientos, en vuestros actos. Os irá engañando hasta apartaros completamente de Mí y, por otro lado, os llenará de toda su maldad, de todo su error, y es así como surgen esos líderes malignos alrededor del mundo que os causan tanto daño porque, si veis, estos hermanos vuestros no tienen amor en su corazón, todo es destrucción en ellos, todo es maldad, corrupción, guerras; causan destrozos por toda esa maldad que llevan en su corazón, y todo porque Me sacaron a Mí, vuestro Dios, de su corazón.

Por otro lado, la raíz del Bien es la caridad, es el Amor, es Mi Esencia Divina, y todo lo contrario con lo que hacen aquellos que se ven a sí mismos. Las almas que están conMigo, las almas que se hacen humildes, las almas que se sienten totalmente solas, abandonadas, cuando no estoy Yo con ellas, son las almas que realmente van a crecer hacia la perfección, son las almas que se dejan mover totalmente bajo Mi Voluntad; estas almas caminan siempre en la rectitud, caminan siempre en la seguridad, porque saben que Yo Soy el Perfecto, que Yo las amo, que no las voy a llevar por caminos de maldad ni caminos oscuros y confían, por eso, plenamente en Mí, vuestro Dios.

Ciertamente, a las almas escogidas las acrisolo, porque quiero estar seguro de que estas almas van a estar siempre conMigo, en las buenas y en las malas, en los problemas graves y en los momentos de recreo espiritual. Sí, Mis pequeños, por eso hay almas santas que se quejan, porque a veces les pongo momentos difíciles en su vida, pero van a salir airosos de la prueba, porque como Mi Presencia está en ellos, Mi Sabiduría Divina mueve sus pensamientos y sus actos, saldrán adelante de las pruebas que Yo les ponga.

Son almas que están seguras estando en Mí, que aceptan lo que pase en su vida, Me aceptan como su único Dios y meta final de su existencia. Todos sus actos las mueven en el amor y en el servicio a sus hermanos, porque Me ven a Mí en cada una de ellas; llegan a vivir las Virtudes heroicas, quizá tomarán una sola de las Virtudes, pero la llevarán al grado heroico, y eso es lo que las lleva a la santidad.

Mis pequeños, hay un gran abismo entre aquellas almas que se vieron a sí mismas, que prefirieron vivir en soberbia, y aquellas almas que Me han dejado moverlas y viven en el Amor, y ese es el abismo que existe entre el Cielo y el Infierno, y es un abismo inmenso que no se puede sortear, por eso os llevo al conocimiento de todo esto, Mis pequeños, para que no cometáis el error que cometió primeramente Luzbella, que le costó perder el Cielo porque se vio primero a sí mismo. Me hizo a un lado, cometió la abominación y le costó todo.

Tened cuidado pues, Mis pequeños, de hacerMe a un lado de vuestra existencia y, desgraciadamente en estos momentos de tribulación, muchos hermanos vuestros Me hacen a un lado, se desesperan, buscan hasta por otros medios, muchos de ellos satánicos, para obtener los bienes que necesitan y no aceptan Mi Voluntad en su vida.

Recordad, Mis pequeños, que lo que Yo permita en vuestra existencia os va a ir acrisolando en las Virtudes, y eso os va a ir llevando a una santidad de vida, aun a pesar de que haya problemas en vosotros mismos o en vuestra familia. Si confiáis plenamente en Mí, Yo proveeré lo necesario para que no lleguen a un mal mayor, pero debéis confiar plenamente en Mí, vuestro Dios.

Son momentos difíciles, pero vendrán peores y, si no estáis preparados, sucumbiréis, por eso os voy llevando poco a poco, por eso os voy alentando a que aceptéis Mi Voluntad en vuestra existencia. Yo Soy vuestro Padre, Yo Soy vuestro Creador, os he dado la redención de vuestros pecados, os he abierto nuevamente las puertas del Cielo a través de la donación de Mi Hijo.

Yo Soy el hacedor del Bien, de Mí no sale ningún mal, y por eso quiero que recordéis esto perfectamente: Que aun a pesar de los momentos difíciles que vayan sucediéndose en vuestra vida, siempre surgirá un bien final y de eso deberéis estar plenamente seguros, pero necesito de vuestra cooperación, necesito que estéis plenamente convencidos de que Yo, vuestro Dios, os estoy cuidando y que no caeréis en el mal, a pesar de que éste os esté acechando, porque así es satanás, con que vosotros le dejéis una rendijita por dónde entrar, y estas rendijitas son las dudas que vosotros creáis en vosotros mismos, por ahí se puede meter y puede empezar a hacer crecer esa duda a niveles grandes en donde Me haréis a un lado y, lo que ibais ganando, lo perderéis totalmente.

Mis pequeños, la oración, la oración profunda, la oración en familia, es lo que os va a llevar a la seguridad y a la defensa contra los ataques de satanás; a la seguridad de que Yo estoy con vosotros y que no os dejaré, y a la defensa contra satanás, porque él se está aprovechando de estos momentos, como os dije, de duda y de inseguridad. ¡En ningún momento Me aparto Yo de vosotros! Sois Mis hijos y ¿cómo os voy a dejar a merced de satanás, que es el enemigo, el que Me quita las almas, el que os lleva a la perdición eterna?

Confiad plenamente en Mí, en Mis cuidados, en Mi Amor, Mis pequeños, aceptad estos sacrificios, penitencias, en cierta forma impuestos por la maldad de satanás y, al aceptarlos, en lugar de que éstos os lleven a un mal, os están llevando a un bien, porque estáis permitiendo Mi Voluntad en vuestra vida.

¿Ya veis, Mis pequeños? ¿Ya veis cómo de un mal podéis sacar un bien? Simplemente al aceptar Mi Voluntad en vuestra vida. Confiad en Mí, Mis pequeños, confiad plenamente y pronto veréis nuevamente la luz en vuestra existencia.

Gracias, Mis pequeños.