Mayo 29_2020 Invocad más Su Santo Nombre, invocad la Ayuda Divina de Mi Santísima Trinidad, implorad la ayuda también de los Santos Ángeles que están prestos para la batalla. Invocad la ayuda de todas las almas del Cielo, de las almas del Purgatorio, de la oración de vuestros hermanos en la Tierra.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Dios Padre a J. V.

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Primer Misterio. Habla Dios Padre.

(Lenguas…) Hijos Míos, Mis pequeños, imaginad que vais a una expedición en una selva que no conocéis, vais con varias personas, pero, de repente, os quedáis admirando algo que os llamó mucho la atención y no os dais cuenta que esa expedición sigue caminando y os habéis apartado de ellos. Tardáis un rato en daros cuenta que os habéis quedado apartados del grupo, escucháis los rugidos de las fieras a vuestro alrededor, empieza a caer el Sol y se empiezan a hacer tinieblas a vuestro alrededor. Empezáis a gritar desesperadamente para que os ayuden, para que vuelvan a vosotros. Las fieras siguen rugiendo y estáis esperando que suceda algo feo en vosotros, tenéis un peligro inminente a vuestro alrededor y seguís gritando desesperadamente por ayuda. Mis pequeños, esto es la invocación, esto es lo que se llama la invocación, que debéis tener continuamente hacia Mí, vuestro Dios.

Hace tiempo os explicaba cómo es vuestro alrededor espiritual, os dije que, si os permitiera ver espiritualmente vuestro alrededor, a vuestra alma, cómo sois atacados continuamente por entidades satánicas, moriríais ipso facto. Es una realidad espiritual en la que vivís continuamente, estáis siendo atacados continuamente por esas entidades satánicas que quieren vuestra muerte, vuestra perdición eterna.

Cuando Yo os he dado esta misión de bajar a la Tierra a servirMe, conozco perfectamente la realidad espiritual a la que vais a bajar, con la que os vais a confrontar, y por eso os pongo vuestros Ángeles Custodios; además tenéis Nuestra ayuda, y a lo largo de vuestra existencia vais teniendo más ataques, porque os estáis acercando al final de vuestra existencia y satanás no quiere, de ninguna forma, que vosotros regreséis al Reino de los Cielos.

A lo que voy, Mis pequeños, es que quiero que os deis cuenta perfectamente de esa realidad espiritual que os ataca todo el tiempo, y lo habéis vivido, y debierais estar continuamente invocando Mi ayuda, pero os he dado el libre albedrío y vosotros mismos escogéis si queréis o no Mi ayuda o la ayuda de Mi Hija, la Siempre Virgen María, de Nuestra Santísima Trinidad, de algún ángel, de algún santo, y con esto os quiero decir, y os lo he dicho muchas veces, que vosotros no podéis caminar solos en el mundo, necesitáis Nuestra protección, necesitáis estar invocando continuamente el Santo Nombre de algún alma del Cielo, de algún ángel, de Mi misma ayuda como Dios, vuestro Padre. Al momento en que vosotros invocáis a alguien del Cielo, en ese momento se hace presente para vuestra ayuda, pero respetaMos vuestro libre albedrío; vuestra soberbia os aparta de esa ayuda cuando os creéis autosuficientes.

Ciertamente hay invocaciones buenas, santas, porque aquellos que están con satanás también invocan su maldad para acrecentar el mal sobre alguien o sobre algunos, o, como en este momento, sobre la humanidad entera, cuando grupos satánicos invocan al enemigo y le ofrecen sangre, como lo han venido haciendo en toda la historia de la humanidad.

Quiero que os deis cuenta perfectamente de esto, Mis pequeños, si los malos están invocando a vuestro enemigo, a satanás, ¡vosotros os debéis también preocupar por cuidar vuestra alma y la de los vuestros! La invocación debe ser continua y por eso, Mi Hija, la Siempre Virgen María, os ha dado el Santo Rosario; cada Ave María es una invocación para vuestra ayuda y, de esta forma, va perdiendo satanás fuerza, porque le estáis pidiendo a Mi Hija continuamente por vuestra ayuda física y espiritual.

En vosotros está el libre albedrío, pero no estáis conscientes de la gravedad del cuidado de vuestra alma, lo que sufre por las acechanzas del enemigo, y quiero que estéis muy conscientes de esto, Mis pequeños, porque a veces no podéis crecer espiritualmente por esas acechanzas que tenéis y porque no invocáis ayuda espiritual del Cielo.

Veis cómo hermanos vuestros se quejan de tanto mal en su vida, en sus relaciones, sobre todo en el amor. Satanás lucha por quitaros el amor, Mi Amor, en vuestro corazón, y del amor que debéis dar a vuestros hermanos. Estáis viviendo una realidad espiritual, una lucha tremenda de poderes satánicos contra vosotros, y tenéis Mi defensa contra ellos, pero no la pedís y os va destrozando poco a poco satanás por culpa vuestra, por vuestra soberbia, porque Me habéis hecho a un lado de vuestra existencia y no imploráis Mi ayuda. No escucho de vosotros esos gritos angustiosos pidiendo Mi ayuda, ¡ayuda desesperada! No estáis invocando Mi Santo Nombre para protegeros de tanto mal.

Tenéis que estar muy conscientes de esto, Mis pequeños, y esto se ha ido acrecentando porque son momentos ya últimos de satanás, porque será vencido precisamente por la invocación que le estáis haciendo a Mi Hija, la Siempre Virgen María, a través del Santo Rosario y, por eso, él aumentará todavía más su fuerza de ataque contra vosotros.

Invocad más Su Santo Nombre, invocad la Ayuda Divina de Mi Santísima Trinidad, implorad la ayuda también de los Santos Ángeles que están prestos para la batalla. Invocad la ayuda de todas las almas del Cielo, de las almas del Purgatorio, de la oración de vuestros hermanos en la Tierra. La lucha es muy fuerte, ciertamente satanás ya está vencido, pero también vosotros podéis disminuir su ataque y el dolor que pueda causaros.

No solamente el mundo, sino el Universo entero está sufriendo estos dolores, porque cuando fue apartado satanás del Cielo, cayó a la Tierra, o sea a todos los planetas del Universo, y éstos están siendo afectados también por su maldad. Habéis venido a traer luz y destruir las tinieblas que existen en vuestro mundo y en el Universo entero. La luz se va a dar pronto, pero la lucha se va a intensificar.

No dejéis de implorar Mi Santo Nombre, quiero escuchar que pidáis ayuda, que vea que en vosotros hay humildad y necesidad Mía, de vuestro Dios, para ayudaros, y presto estaré para hacerlo.

Ayudad a vuestros hermanos, implorad por sus necesidades espirituales y aun temporales, pero os repito, la maldad de satanás se va a incrementar y necesitáis estar muy protegidos contra esa maldad que se va a desatar. Invocad continuamente Nuestra ayuda, invocadMe, Mis pequeños, y la recibiréis.

Gracias, Mis pequeños.