Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Visión antes del mensaje: Un poco antes de empezar el Santo Rosario, cierro los ojos y con el don de visión veo al centro la imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe. Me le quedo viendo y de repente se va desvaneciendo la imagen y, en el lugar donde estaba la Santísima Virgen, aparece ahora la imagen de Nuestra Señora del Carmen. Me le quedo viendo un ratito, desaparece y me hacen voltear hacia el lado izquierdo donde veo a Nuestra Señora del Carmen y a su izquierda a la Santísima Virgen de Guadalupe, y veo cómo Nuestra Señora del Carmen le da el Niñito Jesús a la Santísima Virgen de Guadalupe y Ella lo toma, Lo acurruca entre Sus brazos y se Le queda viendo con gran alegría y ahí acaba la visión.
Mi interpretación, al finalizar el Santo Rosario, es que siendo que la veneración de Nuestra Señora del Carmen empezó en el Monte Carmelo en Israel, ahora la Virgen de Guadalupe recibe al Niñito Jesús para que Su nuevo hogar sea aquí en México, siendo entonces el nuevo Israel.
Hijitos Míos, en las Sagradas Escrituras leéis que Yo le pedí a Mis apóstoles el ser como niños. Este es un tiempo en el que debéis vosotros confiar plenamente en Mí, vuestro Dios. El ser como niños es confiar plenamente en la autoridad de vuestros padres. Vosotros no tenéis las capacidades para entender Mis misterios, vosotros debéis ser dóciles, niños buenos, niños pequeñitos que confían plenamente en Mí, vuestro Dios y en Mi Hija la Siempre Virgen María.
Ser como niños os quita de muchas responsabilidades que sí toman los adultos para el bien de los hijos. Estáis viviendo grandes misterios que vosotros no podéis entender en estos momentos y por eso debéis ser dóciles, no tratéis de elucubrar en lo que vendrá porque no lo entenderéis, no ha habido nada parecido en la historia de la humanidad como lo que vendrá, así que dejaos mover por Mi voluntad, dejaos que Mi Gracia os cubra plenamente, dejad que Mi voluntad os proteja de la maldad de satanás que muy desatado está porque el hombre se ha alejado de Mí, se ha alejado de la oración, se ha alejado de creer en su Dios.
Ser como niños es la inocencia pura, santa que Yo deseo en vosotros. El niño goza hasta con las cosas pequeñitas, cosas sin valor y juega con ellas. Quiero que seáis esos niños inocentes y obedientes, para que, cuando Yo os pida lo que Yo necesito que vosotros hagáis, lo hagáis sin pensar, simplemente hacedlo por obediencia a Mí, vuestro Dios. La Sabiduría infinita está en Mí, no en vosotros.
Sois almas que Yo he permitido que viváis en estos momentos de la historia para que Me ayudéis a que la humanidad pueda salir adelante. Ciertamente Yo podría hacer todo esto sin necesidad de vosotros, pero sois parte de la Creación y Yo quiero que vosotros, en lo futuro, os sintáis contentos de haber ayudado a vuestro Dios a que esta humanidad cambiara hacia el bien.
Vuestros descendientes gozarán inmensamente vuestros relatos, la ayuda que Me disteis, como en aquel tiempo cuando los saqué de Egipto y les pedí que se transmitiera de generación en generación la vivencia de esos días para que se Me diera el crédito, para que se Me diera Mi lugar, como debe de ser también ahora, porque Soy vuestro Dios, Soy el Creador del Universo, y porque os amo infinitamente.
Mis pequeños, os amo como vosotros ni siquiera os lo imagináis y, por eso, quiero que seáis como niños porque el niño pequeño e inocente se le ama todavía más por esa inocencia, por esa belleza de alma que tienen los pequeñitos.
Os bendigo, os amo y sed obedientes.
Gracias, Mis pequeños.