Mar 19_2020 Los tiempos son difíciles, y no Me refiero a lo que estáis viviendo ahora, son tiempos difíciles y muy peligrosos para vuestra vida espiritual, los que se han de venir en muy poco tiempo, ¡en muy poco tiempo!

Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO

=================================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

=================================

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo

(Lenguas…)Hijitos Míos, Yo, vuestro Redentor, vine a la Tierra con la Misión de salvaros, de ayudaros a crecer espiritualmente, y a ayudaros a llevar una vida diferente, muy diferente a la que habíais llevado antiguamente. Ciertamente, se guiaban, en aquél tiempo, por lo que decían los profetas del Antiguo Testamento, el legado que les habían dejado para ser mejores. Pero, cuando llego Yo, es un parteaguas para la humanidad. Se da el Antiguo Testamento y el Nuevo, que empezaría Yo, porque, vuestro Dios había llegado ya a estar entre los hombres.

En Nuestra Santísima Trinidad reconociMos el momento, en que el hombre necesitaba, ya, un crecimiento espiritual fuerte; satanás los estaba doblegando ya demasiado. La confusión era mucha, había una gran obscuridad espiritual y cuando es así, cada quien forma su propio criterio de actuación y creencia, vosotros, no sois capaces de adquirir la perfección por vosotros mismos.

Nosotros, vuestro Creador, Redentor y Guía Espiritual, que soMos, en Nuestra Santísima Trinidad, soMos los que hacemos el cambio espiritual que cada uno de vosotros tenéis a lo largo de vuestra existencia. Nosotros soMos la Perfección, ningún hombre puede llegar a esa perfección por sí solos. Pero, hay algunos que creen tenerla, porque ciertamente, se salen de los parámetros humanos y se sienten superiores porque los ha guiado satanás. Ciertamente, son diferentes, pero en la maldad y esa maldad unida a vuestra incapacidad para vivir en la perfección y en el Bien, causa muchos errores entre todos vosotros.

Esto se ha dado en todas las etapas de la vida del hombre, porque satanás existe, es una realidad, aunque muchos quieran negarlo y, desgraciadamente, los hay, aun dentro de la misma Iglesia. Hay hijos Míos, ministros de la Iglesia, que se dejan llevar por su vida humana y hacen sus conjeturas, humanas, y creen quedar bien ante vosotros, porque han inventado una diferente tesis y creen ser mejores por ello, pero, realmente, están actuando en contra de los principios que se os han enseñado para alcanzar la perfección de vida.

Ahora, vosotros, estáis viviendo también, nuevamente, esa obscuridad espiritual y ya es tiempo de eliminar todo eso que se ha salido del contexto espiritual que se os ha enseñado.

Se os dio la perfección, primero, con Mi Padre, en el Antiguo Testamento, a través de los profetas, y luego vine Yo, vuestro Salvador, vuestro Redentor, Dios-Hombre entre vosotros, y les vine a dar plenitud a los profetas del Antiguo Testamento. Pero el hombre es necio, el hombre quiere hacer su propia voluntad, no se deja llevar por la Perfección y, al hacer su propia voluntad y creer que tiene la razón, causan muchos estragos espirituales; y es ahora lo que estáis viendo a vuestro alrededor: diferentes sectas, diferentes maneras de pensar, cada quien hace su propia vida espiritual, prácticamente, y creen tener la razón, cada uno de ellos.

Ciertamente, (Lenguas…) se os concede el libre albedrío, pero para moveros dentro de Nuestras Reglas impuestas, y lo digo y lo repito así, Nuestras Reglas impuestas, para alcanzar la perfección a la que estáis llamados.

Tenéis libertad en el Amor y eso es vida en perfección, pero si os salís de ahí, caéis al error y es cuando vosotros erráis fuertemente, y creáis ideologías muy diferentes a lo que se os enseñó, para que, al final de vuestra existencia regresarais al Reino de los Cielos, pero porque llevasteis a cabo, durante vuestra vida, actos dentro de esos parámetros de Amor que Nosotros os diMos.

Sois necios, tontos, os amaMos y quereMos lo mejor para vosotros, conoceMos el actuar del hombre y os trataMos de mantener dentro de esos parámetros de Amor, dentro de esas Reglas impuestas, pero para vuestro bien, y que son los Mandamientos.

El pecado, la maldad a donde os lleva satanás, os hace actuar fuera de esos Diez Mandamientos y es cuando cometéis los graves errores en los que está hundida, ahora, la humanidad. Son tan pocas las almas, ¡tan pocas las almas!, que tratan de vivir en la perfección que se os ha dado, y la Perfección que se os dio, es Mi Vida, son Mis Palabras, son Mis Enseñanzas, que os dio Todo un Dios que se hizo Hombre para salvaros.

Como os dije, tenéis libertad de actuar, pero no bajo vuestros principios, sino bajo los Principios Divinos de Nuestra Santísima Trinidad.

Viviendo así, Mis pequeños, podréis dejar mucho ejemplo de vida Divina entre los vuestros, pero si queréis negar lo que es perfecto y creéis que lo vuestro o lo que pensáis y hacéis sea lo perfecto, desde ese preciso momento, vuestra soberbia os lleva a un caos personal y a un caos social, si hay quienes os sigan o que atiendan a vuestras falsas ideas o formas de actuar y, desgraciadamente, de esos hay muchos hermanos vuestros, alrededor de la Tierra, que os están llevando al error y a la separación, para que no regreséis al Reino de los Cielos, os separan de la Divinidad y os llevan hacia satanás, hacia todas sus obras, pensamientos, errores, maldad.

Mis pequeños, sigo entre vosotros, no os abandonareMos nunca, precisamente, por saber lo limitados que sois, por saber que os conformáis con tan poco haciendo vuestra vida espiritual mediocre y muchas veces, nula.

Regresad, pues, a Mí, Mis pequeños, a vuestro Salvador. Los tiempos son difíciles, y no Me refiero a lo que estáis viviendo ahora; son tiempos difíciles y muy peligrosos, para vuestra vida espiritual, los que se han de venir en muy poco tiempo, ¡en muy poco tiempo! Si no os protegéis espiritualmente, si no reconocéis en Nuestra Divinidad, que ahí está la salvación para todos vosotros, vuestra perdición, será vuestro futuro eterno.

Vivid en el Amor, Mis pequeños, vivid deseando regresar al Reino de los Cielos, pedidNos eso, tanto para vosotros como para vuestros hermanos. Alabad Mi Santo Nombre, os escucharé, os tomaré de la mano, os sacaré del pozo en el que estáis, ahora, ahogándoos. Pozo de errores, de maldad. Satanás, entended, satanás quiere vuestra destrucción eterna y mientras tanto, mientras viváis sobre la Tierra, os toma como instrumentos de mal. No seáis instrumentos de aquel que nunca regresará al Reino de los Cielos, Yo vine a salvaros. Cuando venís a Mí, os tomo, os protejo, os guío, os levanto y os doy ánimo para seguir adelante por el buen camino. Yo no Me fijo, ya, en vuestra caída, sino, al contrario, os doy ánimo para seguir por el camino recto, el que os va a llevar hacia la Luz Eterna.

Gracias, Mis pequeños.