Dic 03_19 Lo único que quiero de vosotros, para poderMe dar de pleno, es que ese “fiat” sea de corazón, que, realmente, os deis en plenitud para que Yo pueda derramar sobre vosotros, todos los Dones, Carismas y demás regalos espirituales que necesitaréis en estos tiempos de gran tribulación.

Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO

================================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

================================

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, en las Escrituras os hago saber en un pasaje, que la mies es mucha y los trabajadores pocos y, esto, aún, se sigue dando, Mis pequeños.

Ciertamente, los que siguieron a Mis Apóstoles, que son ahora vuestros ministros y sacerdotes, en estos momentos, no todos están preparados para mantener Mi Palabra entre vosotros y, eso, va causando que muchos, muchos de vuestros hermanos, no tengan acceso a todo lo que Yo os he dado; además de que muchos de ellos no dan el ejemplo que Yo os di cuando estuve entre vosotros. La mies es mucha y sigue siendo mucho el trabajo que se debe desarrollar para que Mi Palabra esté entre vosotros.

¡Cuánto dolor Me causan muchos, muchos, de los sacerdotes que tenéis entre vosotros! Muchos de ellos, no son ejemplo digno de llamarse ministros de Cristo, dejan mucho qué desear, se han vuelto del Mundo y, algunos de ellos, hasta ministros de satanás. Y Me duele mucho decir esto, Mis pequeños, pero es una realidad. Son tan pocos, tan pocos los que están Conmigo, los que son verdaderamente ministros confiables de Mi Palabra y de Mi Amor.

Por eso, el resto es pequeño y se incluyen a estos sacerdotes buenos y a los fieles que están Conmigo. Con esto os quiero hacer saber, Mis pequeños, que el resto fiel, tiene que dar ejemplo que debieran dar Mis ministros, Mis sacerdotes y la tarea recae sobre cada uno de vosotros, los que habéis dado el “fiat”, la misión que os he encomendado de ser testigos fieles Míos en este momento de la historia. Sabéis, Mis pequeños, que Me pertenecéis, que seréis cuidados, que os protegeré, porque os lo he prometido.

Por otro lado, satanás sabe, perfectamente, quiénes son los escogidos, y os tratará de eliminar, os tratará de llevar hacia el mundo, hacia el pecado, hacia la maldad, pero vosotros ya estáis Conmigo, ese “fiat” que Me disteis, y que Le habéis dado, también, a Mi Hija, la Siempre Virgen María, os protegerá, sois Míos.

Pero vuestra tarea, también, es ardua, es difícil, pero contáis, también, con los Dones con los que Yo os proveeré, de parte de Mi Santo Espíritu. Lo único que quiero de vosotros, para poderMe dar de pleno, es que ese “fiat” sea de corazón, que, realmente, os deis en plenitud para que Yo pueda derramar sobre vosotros, todos los Dones, Carismas y demás regalos espirituales que necesitaréis en estos tiempos de gran tribulación.

Ciertamente, satanás, está haciendo lo suyo y él, también, tiene a sus secuaces, a sus demonios, que están atacando la intimidad espiritual de los hombres. Desgraciadamente, una gran mayoría de vuestros hermanos no se protegen y no están protegidos, porque no Me buscan, porque no quieren tomar una verdadera posición espiritual, que es la que Me deben, porque se os dio el don de la vida para servir a Nuestra Santísima Trinidad, pero no quieren tomar esa responsabilidad y, al no tomarla y rechazarNos, no podeMos derramar Nuestras Bendiciones sobre ellos.

Por eso, os pido, Mis pequeños, que pase lo que pase, no Nos deis la espalda, estaréis protegidos, tendréis Sabiduría en un alto grado, Dones, Bendiciones, Carismas, que, como os dije, se os darán, pero manteneos en humildad, para que no os envanezcáis de lo que salga de vosotros o de lo que podáis hacer, que, ciertamente, no lo podríais hacer por vosotros mismos. Todo, todo eso extraordinario a lo que no estáis acostumbrados, vendrá de Nuestra Santísima Trinidad.

Manteneos pues, unidos a Nosotros y llevad Nuestra Presencia en vuestro corazón, en vuestras palabras, en vuestras intenciones. Aunque satanás os ataque, no podrá, porque Nosotros os heMos puesto un escudo protector contra su maldad, bendecidos estáis, no desperdiciéis, pues, esta posición tan grande que se os ha dado para estos tiempos. El Cielo entero os ve, el Cielo entero ora por vosotros, el Cielo entero espera, igual que Nosotros esperaMos de vosotros.

Gracias, Mis pequeños.