Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO.
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, desde hace tiempo os he dicho que la Iglesia deberá padecer lo que Yo padecí durante el tiempo de Mi Pasión, Muerte y Resurrección.
Ciertamente, la Iglesia tuvo su tiempo de evangelización, como, Yo, también, lo tuve. Ataques ha tenido, como Yo los tuve. Momentos bellos, momentos de Milagros y de grandes ocasiones de amor entre los hombres, también, los ha tenido, como los tuve Yo, en Mi tiempo de Evangelización que Yo les di a los hombres.
El traidor, ya está presente. Así como el Judas de aquél tiempo, el Judas de éste tiempo, ya está entre vosotros. Sale, precisamente, de la Iglesia formada por Mí, y, de igual forma, escuchó más a satanás que escucharMe a Mí.
¿Qué hizo Judas en aquél tiempo? traicionarMe, alejarse de Mí. Buscaba, más bien, los bienes de éste mundo que los bienes Celestiales y lo mismo sucede ahora, en este tiempo, con el Judas que tenéis ante vosotros, que, habiendo hecho pacto con satanás, él y su grupo, se quieren deshacer de Mí, porque quieren gozar de los bienes de este mundo, pero en una forma pecaminosa, en forma tal, que, al hacerMe a Mí a un lado, no se sientan ellos acusados por tenerMe como Testigo de lo que están haciendo.
El hombre, no importa en dónde esté, qué estudios tenga, qué grado tenga dentro de la sociedad, sigue siendo hombre. Ciertamente, hay algunos que tienden a la santidad, porque escucharon Mi Evangelización, la han seguido, Me han buscado y quieren ser mejores de lo que, normalmente, es el género humano. Pero, hay otros, que es todo lo contrario: no quieren saber de Mí, no buscan lo que Yo os dejé desde aquél tiempo, para crecer en santidad y ser ejemplo ante los hombres, porque Yo Vivo en ellos, y estoy hablando, tanto, a nivel sociedad, como a nivel Iglesia.
El hombre sigue siendo hombre, sigue pecando, pero otros siguen luchando contra el pecado. Unos buscan el seguirMe y, otros, siguen siendo los fariseos de aquél tiempo, atacándoMe en todo momento, porque no quieren amarMe, no quieren seguirMe, no quieren buscar su santificación y lo que sucedió en aquél tiempo, al crucificarMe, es porque se querían deshacer de Mí. No soportaban que Yo estuviera entre ellos, porque sabían que Yo era el Santo, que Yo era el Perfecto, que lo que les decía, era lo justo, era lo que decía el Antiguo Testamento, lo que en él estaba plasmado, pero que ellos no lo seguían, porque querían seguir, solamente, sus pasiones desordenadas, querían seguir lo que les dicta el Mundo, que esto es lo que les dicta satanás.
Sabían que Yo buscaba la Perfección de Mi Padre en todos vosotros, pero ellos no querían seguir lo que Yo les daba. En muchas ocasiones, les quise hacer entender, y de hecho, se los dije, que Yo era el Hijo de Mi Padre, el Hijo de Dios, el Mesías por venir, pero estaban cegados, no querían aceptar lo que Yo les daba y se deshicieron de Mí.
El actual Judas, que tenéis entre vosotros, que rige la Iglesia, la que Yo os dejé, se quiere deshacer de Mí. Los que están junto a él, también, quieren hacer su Mundo, quieren hacer su religión, quieren adorar a otros dioses, quieren volver a lo antiguo, no quieren aceptarMe a Mí como su Mesías y su Dios Verdadero, el Hijo de Dios Encarnado, que vino para salvar a buenos y a malos.
Ésta gente ya está satanizada, ya no quiere ni busca estar Conmigo, ni ser santos ni salvos, ya escogieron a su amo, como ya os he dicho, que es satanás.
Os he advertido por todas partes del Mundo que vendrá una catástrofe espiritual. Vosotros estáis atemorizados con las catástrofes del clima, de la Naturaleza, pero la peor catástrofe que ya está envolviéndoos, es la espiritual.
Tened cuidado, Mis pequeños, de no seguir a aquél que Me está haciendo a un lado, que os está dando palabras y razonamientos que no son los Míos, que os está llevando por caminos, totalmente, apartados de Mis Enseñanzas y os quiere confundir para que satanás tome vuestra alma y os lleve a la condenación.
Tenéis todo esto anunciado en las Sagradas Escrituras y ya, ahora, estos son los tiempos de la gran prueba espiritual, en donde deberéis escoger si estáis Conmigo, y con Mis Enseñanzas, o estáis con el enemigo y su maldad.
¿Seréis otros Judas, también, vosotros, que seguiréis al Judas que está frente a vosotros, y que buscaréis, solamente, vuestro beneficio material, mundano, pecaminoso?, o ¿seréis como aquellos Apóstoles que preparé para que llevaran Mi Palabra, Mi Presencia, Mis Enseñanzas y Mi Amor a todo el Mundo?
Vosotros, en vuestro libre albedrío, escogéis a quién seguir, a Mí, o a satanás, al Bien, o al mal, a la Verdad o al error.
Son momentos en que deberéis ser verdaderos, llevando la Verdad en vuestro corazón, actuando en la Verdad que Yo os enseñé. Luchad contra aquél o aquellos que os quieran llevar al error y a la muerte eterna. Si estáis Conmigo, esperad esos tres días en que, estuve reparando todo y luego Resucité.
Ciertamente, tendréis que sufrir la muerte, la muerte espiritual, la muerte de la Iglesia, pero vendrá la resurrección y con ella, será vencido satanás, y los que le siguen. Vendrá un nuevo amanecer, un Nuevo Mundo, Nuevos Cielos y Nuevas Tierras para los que fueron fieles, que se mantuvieron de pie, que se mantuvieron firmes junto Conmigo, junto con Mis Apóstoles, junto con Mi Madre, la Siempre Virgen María.
No temáis, Yo estoy con vosotros, Mi Santo Espíritu os guiará, satanás tratará de arrebataros lo más bello y grande que tenéis, que es vuestra Fe y vuestro Amor en Mí, y eso mismo, os salvará a vosotros de que vuestra alma se pierda. No dudéis, Yo Soy vuestro Dios y satanás no podrá contra aquellos que en Mí confían.
Gracias, Mis pequeños.